Ucayali: Una amazonía mágica de costumbres y tradiciones

Relata la historia donde un adolescente tiene que aprender a pescar el famoso bagre gigante.

Una práctica tradicional de pesca donde solo se utiliza un anzuelo. (Foto: Diego Perez).

La escritora Lucia Florez, una peruana graduada en Cine Documental por el New York Film Academy (NYFA), lanzó su reciente proyecto documental llamado Shirampari: Herencias del río. Un proyecto que narra la historia del líder ashéninka, Arlindo, quien acompaña a su hijo Ricky de 11 años en un viaje para conocer una práctica tradicional de pesca donde se utiliza un solo anzuelo.

Esta historia se centra en la comunidad nativa ashéninka, donde el adolescente de 11 años, tiene que aprender a pescar el famoso bagre gigante con solo un anzuelo y así dar inicio a su adultez.

La autora indicó, “El film tiene un mensaje sutil, refleja una serie de valores y conocimientos de Arlindo, quien siente que ya es hora de pasarlos a Ricky, su hijo, que tenía once años cuando grabamos el documental. Hoy ya debe tener doce años”.

Asimismo, Lucia Florez, comenta que esta es una técnica común y antigua en la comunidad nativa Dulce Gloria de la etnia ashéninka, que se ubica en la región Ucayali, en el río Alto Yurúa en la provincia de Atalaya, cerca a la frontera con Brasil.

“Antes de empezar a grabar hablamos con todos y alrededor de ellos fuimos construyendo la historia. Muchas veces las relaciones de padre e hijo son así, es sentarse juntos sin decir nada y simplemente existir. Por eso, por más que Ricky haya pasado por tales hazañas, al final se siente que él sigue siendo un niño”, explica Florez, que logró llevar a cabo su proyecto gracias a la beca National Geographic Explorer, y con el apoyo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). 

Es un documental corto, que fue grabado íntegramente en lengua ashéninka, donde no solo sirvió ayudar a captar esta lengua poco hablada en nuestro país, sino crea un ambiente más íntimo entre los personajes.  “Arlindo también habla español, pero su relación con Ricky fue en ashéninka, así que decidimos grabarlo en su idioma. Siento que esta decisión le sumó mucho. Tanto para el cortometraje, tuvimos algunas dificultades después de eso para traducir todo, porque en este momento, tenía un Ministerio de Cultura, son solo dos traductores para este idioma y estaban ocupados en ese momento, entonces tuvimos que buscar otra manera de que eso sucediera”, explica Lucía Flores.

De igual manera, la documentalista y el cineasta Chemi Pérez, quien estuvo a cargo de la producción, comentan que hoy en día buscan postular a distintos festivales para que su documental llegue a más audiencias. Además, les gustaría poder llevar su documental a la comunidad y están viendo la manera de cómo lograrlo, porque no es nada sencillo llegar hasta dicho lugar.