Lo más probable es que se produzcan varios meses de turbulentas negociaciones en la primera economía de la Unión Europea, mientras los partidos intentan formar un gobierno de coalición, con varias combinaciones posibles y sin que ningún partido destaque.

Los sondeos sugieren que ninguno de los principales candidatos a sustituir a Angela Merkel como canciller parece especialmente convincente para los 62 millones de votantes del país germánico, que votarán el domingo 26 de septiembre.

Sin embargo, en el sistema alemán, el máximo cargo no es elegido directamente por el pueblo, sino a través del parlamento federal, el Bundestag.

  • Armin Laschet (CDU)

Laschet se presenta como el sucesor natural de Angela Merkel. A menudo alabado por su capacidad para unir a la gente, el presidente de la Conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) comparte los instintos centristas y proeuropeos de la canciller saliente.

Líder del estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, con 60 años de edad ha presentado un manifiesto vago pero tranquilizador y se ha mantenido fiel a la creencia de Merkel de abstenerse de correr riesgos durante la campaña.

Laschet fue uno de los escasos apoyos de Merkel tras su decisión en 2015 de permitir la entrada de cientos de miles de personas que huían de Siria y Afganistán, aunque las relaciones se han enfriado desde entonces por las diferencias sobre la gestión de la pandemia.

Su política integracionista como ministro regional 10 años antes le valió el apodo de “Armin el Turco” entre las filas de la CDU. Más tarde, su apoyo a la inmigración y su simpatía por los Verdes le valieron el apodo de “el simpático señor Laschet”.

Hijo de un minero reconvertido en profesor, Laschet creció y sigue viviendo en Aquisgrán, la ciudad más occidental de Alemania, cerca de las fronteras con Bélgica y Holanda. Católico devoto. Tras estudiar Derecho, trabajó como periodista antes de dedicarse a la política.

Tres meses después de ganar la presidencia de la CDU, en enero pasado, sobrevivió a una feroz lucha por el poder para vencer el desafío de Markus Söder, el popular jefe de su partido hermano bávaro, la CSU, y convertirse en el candidato de centro-derecha.

Las inundaciones de julio en el oeste de Alemania, que dejaron al menos 190 muertos, entre ellos unos 50 en su zona de residencia, pusieron a prueba la capacidad de Laschet para gestionar una crisis.

En una entrevista televisiva en julio, el aspirante a las elecciones afirmó no estar preocupado por el hecho de que se le haya subestimado a menudo durante su carrera política. “En cualquier caso, muchos se han equivocado”, dijo.

  • Olaf Scholz (SPD)

Si el canciller alemán fuera elegido directamente por los votantes en lugar de por el Bundestag, no parece haber duda de que ganaría. Una encuesta de INSA a principios de agosto situaba a Olaf Scholz con un 27%, más o menos el doble que Laschet (14%) o Annalena Baerbock, de Los Verdes (13%). Sin embargo, es revelador que más de un tercio de los encuestados no quiera a ninguno de los tres candidatos.

El martes, el Partido Socialdemócrata (SPD) superó a la CDU de Angela Merkel en los sondeos por primera vez en 15 años.

Vicecanciller y ministro de economía del gobierno de coalición de Angela Merkel, de 63 años sueña con dar la sorpresa y tomar las riendas del poder, 16 años después de su mentor Gerhard Schröder.

Scholz, que ahora tiene la coronilla más descubierta, suele ser objeto de burlas por su aspecto austero y sus discursos monótonos, que le han llevado a ser apodado el “Scholzomat”: “la emotividad no es lo suyo”, le dijo un colega. Sin embargo, el ex alcalde de Hamburgo podría verse impulsado hacia el primer puesto si las cartas de la coalición le son favorables.

El exministro de Trabajo ha apoyado durante mucho tiempo causas como la vivienda social y el aumento del salario mínimo, de nuevo un tema clave bajo su lema de campaña #ausrespekt (“por respeto”).

  • Annalena Baerbock (Los Verdes)

La llamada a las armas electorales de Annalena Baerbock a principios de agosto se produjo el día en que los expertos en clima de la ONU publicaron un informe especialmente alarmante sobre la aceleración del calentamiento global.

Esto proporcionó más munición a la aspirante de Los Verdes a la presidencia de Berlín, al proclamar que su partido “está preparado” para gobernar. El medio ambiente ya había vuelto a ocupar el centro del debate público tras las devastadoras inundaciones de julio.

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La cancillería pareció brevemente una posibilidad real en abril, cuando el partido se precipitó a una sorprendente ventaja en las encuestas, a raíz de la candidatura anticipada de Baerbock a las elecciones para sustituir a Angela Merkel.

Baerbock de 40 años, que dice representar un “nuevo comienzo” en Alemania, parecía encarnar la renovación en un país ávido de cambios tras 16 años de gestión conservadora de Merkel. Pero la credibilidad de Baerbock se ha visto afectada por las acusaciones “injustas”, según sus partidarios de plagio y de un currículum excesivo.

Internet tampoco fue muy amable, por no decir otra cosa. Un bulo afirmaba que una vez se hizo fotos desnudas. Pero la recién llegada a la política tampoco se ha librado de sus rivales políticos. Un destacado miembro del grupo CDU-CSU describió el programa de asilo de Baerbock como una “bomba en el marco de nuestro estado de bienestar”.

Se describe a sí misma como una “europea apasionada”, Baerbock, que creció cerca de Hannover, describe su educación como politizada. Sus padres la llevaban a las protestas antinucleares. Al principio quería ser reportera de guerra y no se dedicó a la política hasta los veinte años, a través de unas prácticas en Bruselas.

El tema central del partido es claro: el próximo gobierno federal debe ir más allá que el anterior y hacer de la protección del clima el punto de referencia en todos los ámbitos políticos, para cumplir con las exigencias del acuerdo climático de París.

Annelena Baerbock también tiene ideas para promover los derechos de los niños y de los solicitantes de asilo, y para aliviar la carga fiscal de los que tienen bajos salarios.

De ganar las elecciones, Baerbock sería la primera canciller verde y la primera jefa de gobierno alemana que se declara abiertamente feminista. Destaca el hecho de ser madre de dos niños pequeños, al estilo de la neozelandesa Jacinda Ardern o la finlandesa Sanna Marin.

¿Quién más está en carrera electoral?

Los otros candidatos en la carrera para ser canciller alemán son:

  • Christian Lindner, del centrista Partido Democrático Libre (FDP), que promueve el libre mercado y apuesta por las reformas sociales y económicas.
  • Alice Weidel y Tino Chrupalla, del partido populista y de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Ha decaído tras hacerlo bien en 2017, pero sigue siendo popular en el antiguo este comunista.
  • Janine Wissler y Dietmar Bartsch, del partido Izquierda (LINKE), que promueve el control estatal de la economía y la retirada de la OTAN.

Según las cifras publicadas el martes por el Instituto Forsa, el SPD se sitúa en el 23%, mientras que la CDU se sitúa un punto por detrás, con el 22%. Los Verdes se sitúan en tercer lugar, con un 18%, por delante del Partido de la Libertad (FDP), con un 12%. La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) obtiene un 10% y la Izquierda (LINKE) un 6%.

M.A.N.