Se dice que, Sacsayhuaman se habría convertido en tierra de nadie, ya que hace unos días apareció una malla olímpica en el ingreso peatonal del parque arqueológico, por el sector de Sapantiana. A una distancia de más de 30 metros, el inmenso cerco provocó un contundente impacto ambiental en el patrimonio inca.
La zona afectada del paisaje se confirmó por la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco, que mandó a retirar la malla ayer por la tarde. “Cultura autorizó la colocación de la malla metálica y tras el escándalo la mandó a retirar”, acusó el representante de la Comisión de Juristas del Cusco, Heraclio Cereceda. El abogado mostró documentos en los que la entidad cultural da el visto bueno a la familia Coanqui para la implementación de un cerco perimétrico.
Uno de los 13 dueños de las propiedades privadas que forman parte del parque arqueológico es Coanqui. En Sacsayhuaman se escenifica el Inti Raymi en el mes de junio, en medio del sol de invierno. El resto de los incas conviven con terrenos comunales y de asociaciones provivienda. El área protegida tiene un total de 3 mil hectáreas.
“Por muy propietarios que sean, no pueden desmembrar Sacsayhuaman. Claramente, se está atentando contra su monumentalidad. Se vulneró la ley de protección del patrimonio y áreas protegidas. Los funcionarios que autorizaron deben ser sancionados”, aseveró Cereceda.
Añadió que aún quedaron fierros y concreto que deben ser retirados del lugar.
Mediante Cultura se publicó una nota de prensa confirmando el retiro del tejido metálico, pero no se aclaró sobre los permisos. “La titular de la entidad cultural refirió que la malla será reemplazada por un cerco vivo de especies forestales nativas de la zona y el mejoramiento del muro pétreo”, se aprecia en el comunicado. Destaca en redoblar la seguridad y control de visitantes por el ingreso de Sapantiana. “Se detectó el ingreso irregular de personas hacia Sacsayhuaman”.
Cabe mencionar que, no es la primera vez que un propietario cerca su terreno en Sacsayhuaman, pese a la legislación especial que impide obras que desnaturalicen la esencia del lugar. En noviembre del 2021, la familia Huaranca impidió el paso peatonal entre la fortaleza inca y el Cristo Blanco con palos, alambres de púas y cintas de seguridad. Luego de una denuncia pública, la entidad cultural y el Ministerio Público procedieron con el retiro de la tranquera.
