Con el tiempo, los grandes videojuegos han incluido todo tipo de opciones de accesibilidad para que los jugadores disfruten de los títulos en su plenitud.
Como es el caso de Insomniac, que hace poco lanzó la saga de videojuegos Ratchet & Clank, apostando para que sus títulos sean “para todo el mundo”, poniendo la accesibilidad en el centro de la ecuación.
Esta inclusión en las opciones de accesibilidad se consigue con cambios en los colores, adaptando el contraste de la imagen para que los ojos puedan distinguir mejor los objetos. No obstante, la transformación no solo es visual, sino también auditiva.
En el videojuego se puede identificar marcas auditivas que permiten avisar al jugador para que, de esa manera, centre mejor su atención. Asimismo, la velocidad de la acción se puede variar para lograr que las personas con discapacidades motoras parciales se adapten al juego y los retos que se presentan.
Los videojuegos, además de entretener, también cumplen una función terapéutica. Según un estudio científico llevado a cabo por la Fundación Juegaterapia en el Hospital La Paz (Madrid), jugar resulta beneficioso para los niños y niñas diagnosticados con cáncer; ya que, durante sus tratamientos, sienten menos dolor cuando juegan.
“Cuando un niño está absorto en un juego, paraliza esta generación de pensamientos perturbadores que produce ansiedad, genera dolor”, señala el doctor Mario Alonso Puig. “Además activa con mayor intensidad el sistema nervioso simpático”.
Según este estudio de Juegaterapia, ha disminuido un 20% la administración de morfina en estos niños y ha aumentado un 14% el tono parasimpático, responsable en gran medida de la recuperación del organismo, favoreciendo la curación.
G.S.S.V
