Un mineral poderoso que puede ayudar a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión es el magnesio. Un especialista de EsSalud ha detallado los beneficios y precauciones a considerar antes de consumir este nutriente. Existen diversas causas para experimentar estrés, ansiedad y depresión, que van desde traumas emocionales, problemas sentimentales, dificultades económicas y de salud, hasta el ritmo de vida agitado; todos estos factores impactan en nuestra salud emocional.
Solo en lo que va de este año, se han registrado más de 900 mil casos relacionados con problemas de salud mental en todo el país, en su mayoría, ansiedad y depresión, según las estadísticas del Ministerio de Salud.
Para abordar estos trastornos, actualmente existen varias terapias y medicamentos que pueden ayudar a los pacientes a sentirse mejor. No obstante, también existe un mineral que se encuentra de forma natural o en suplementos y que puede aliviar los síntomas de estas enfermedades, nos referimos al magnesio. Además de combatir el estrés, la depresión y la ansiedad, el magnesio también desempeña un papel esencial en el equilibrio de diversas funciones del cuerpo humano, como la regulación muscular (incluyendo la estabilidad, la locomoción y la protección) y el sistema nervioso, entre otros aspectos.
Según la licenciada Andrea Torres Coto, nutricionista clínica del hospital Alberto Sabogal de EsSalud, “El magnesio es un mineral que ayuda a reducir las hormonas del estrés y la ansiedad (cortisol y adrenalina), así como la depresión. De igual modo, regula la función de los músculos, del sistema nervioso, de la presión sanguínea y mejora la memoria, la concentración y la atención”.
Para las personas que padecen de depresión, consumir cloruro de magnesio (en forma de suplemento) puede ayudar a restablecer las funciones del sistema nervioso central y equilibrar los niveles de dopamina y serotonina, que son dos neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo.
Además, el magnesio también beneficia a personas con osteoporosis al mantener los huesos fuertes, ajusta los niveles de azúcar en la sangre, previene el Alzheimer al evitar la acumulación de placa amiloide en el hipocampo del cerebro y contrarresta los efectos de las migrañas.
En cuanto a los síntomas de la falta de magnesio, la experta menciona que estos se manifiestan cuando la deficiencia es crónica e incluyen la pérdida de peso, náuseas, vómitos, fatiga, debilitamiento, pérdida de apetito, entumecimiento, hormigueo, calambres, entre otros.
La dosis recomendada de magnesio varía según la etapa de la vida. Para niños, se recomienda entre 80 mg y 240 mg diarios; en la adolescencia, la cantidad oscila entre 360 mg y 410 mg, mientras que, en la edad adulta, el aporte debe ser de aproximadamente 310 mg a 420 mg. Por ejemplo, 30 gramos de almendras equivalen a 77 mg de magnesio, 70 gramos de arroz integral proporcionan 100 mg de este mineral y 125 gramos de pescado brindan 38 mg del nutriente mencionado.
