Debido a las consecuencias económicas por el golpe de la pandemia en este sector, muchos empresarios se han visto en la necesidad de solicitar una reprogramación o refinanciación de sus deberes para poder cumplirlos. Es por ello que el 30 de junio pasado se llegó a la cifra de 9 millones de créditos reprogramados por un monto total de 132 mil millones de soles.
En ese sentido el profesor del área de Finanzas de ESAN Graduate School of Business Arturo García, indica cuales son las diferencias entre estas facilidades de pago, así como los efectos que conlleva solicitar una refinanciación.
La reprogramación y la refinanciación de una deuda, ambas, son beneficios que se otorgan a un deudor cuando este no puede asumir un pago con alguna entidad financiera; entonces, se elabora un nuevo cronograma de pagos. No obstante, la refinanciación se da cuando parte del crédito se encuentra vencido. Mientras que en la reprogramación los plazos aun se encuentran vigentes.
García indicó que es preferible reprogramar una deuda antes que refinanciarla; sin embargo, en caso este por ocurrir este segundo supuesto, es importante que el solicitante del crédito evite el vencimiento de la deuda antes de llegar a una solución con el Sistema Financiero, debido a que, cuando se solicita una refinanciación las entidades financieras exigen una amortización de un porcentaje del saldo vencido
Asimismo, dijo que a diferencia de cuando se solicita una reprogramación, solicitar una refinanciación afecta la calificación crediticia de la persona o empresa beneficiada.
“Lo más indicado cuando una persona o negocio se percate que no es capaz de pagar un crédito es que solicite una reprogramación de deuda a su entidad financiera. Si, en un caso extremo, vence este crédito y la persona se encuentra en la necesidad de tener que refinanciar, debe de hacerlo lo antes posible. Tanto en el caso de la reprogramación como en la refinanciación, mientras más temprano las solicite el deudor, mejor será para él”, subrayó el vocero de ESAN.
K.S.C.
