Por qué el índice de masa corporal y la balanza son insuficientes para diagnosticar la obesidad

El índice de masa corporal (IMC) es una métrica que se obtiene al dividir el peso de una persona en kilogramos, por el cuadrado de la estatura en metros

Esta métrica se había desarrollado para estimar un peso corporal normal en función de la estatura de un individuo. (Foto: Getty)

Durante su última reunión anual, la Asociación Médica Estadounidense adoptó una nueva política sobre cómo puede utilizarse el índice como medida en medicina, así como también recomendó restar importancia a estos indicadores por sus limitaciones.

Recientemente, en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología, se presentó un estudio que reveló que el índice de masa corporal pasa por alto muchos casos de obesidad. Los investigadores analizaron los datos de casi 10.000 adultos estadounidenses, recopilados entre 2011 y 2018, y descubrieron que casi el 36% tenía obesidad, según el IMC.

Sin embargo, cuando se utilizó una medida diferente, como el porcentaje de grasa corporal de las personas, se encontró que el 74% de los participantes tenía obesidad. “El mensaje principal es que subestimamos enormemente la prevalencia de la obesidad utilizando el índice de masa corporal. Hay muchas personas con un IMC normal que siguen padeciendo obesidad”, afirmó el doctor Aayush Visaria, quien dirigió el estudio.

Por otro lado, el doctor Marcos Mayer, médico especialista en nutrición e investigador en Salud del Conicet, comentó que la política sugerida por la Asociación Médica Estadounidense “no implica que tengamos que descartar al índice de masa corporal. Por el contrario, cuando se lo utiliza en conjunto con otras determinaciones, continúa siendo una herramienta útil, aunque incompleta”.

Es importante señalar que esta métrica se había desarrollado para estimar un peso corporal normal en función de la estatura de un individuo, teniendo en cuenta que las personas más altas tienden a pesar más. En la década de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo adoptó como índice oficial de tamizaje de la obesidad.