La pérdida del olfato: Una posible conexión con la depresión en adultos mayores

Existe una relación entre el olfato y la depresión a través de mecanismos biológicos y conductuales

Los datos empleados en la investigación fueron obtenidos de 2125 participantes que formaron parte de un estudio gubernamental denominado Estudio de salud, envejecimiento y composición corporal (Foto: infobae).

Un estudio de ocho años realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins Medicine en Estados Unidos con más de 2,000 adultos mayores reveló una conexión entre la disminución del sentido del olfato y un mayor riesgo de desarrollar depresión. 

Según la investigación, la pérdida del olfato puede ser un indicador de la salud y el bienestar general, además de estar asociado con la aparición de la depresión. 

El profesor de Psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, el médico investigador Vidya Kamath afirma que “Hemos visto repetidamente que un sentido del olfato deficiente puede ser una señal de advertencia temprana de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y Parkinson, así como un riesgo de mortalidad. Este estudio subraya su asociación con los síntomas depresivos”

El estudio se basó en datos recopilados de 2,125 participantes del Estudio de salud, envejecimiento y composición corporal (Health ABC), un estudio del gobierno federal de Estados Unidos. Los participantes eran adultos mayores sanos, con edades comprendidas entre los 70 y 73 años al inicio del estudio, que se llevó a cabo durante ocho años entre 1997 y 1998. 

Se realizaron evaluaciones anuales en persona y evaluaciones telefónicas cada seis meses. Las pruebas incluyeron la capacidad de detectar olores específicos, evaluaciones de depresión y evaluaciones de movilidad.

A Través del estudio, se identificaron tres patrones diferentes de síntomas depresivos en el grupo de estudio: síntomas bajos estables, moderados estables y altos estables. Se encontró que un sentido del olfato deficiente estaba asociado con una mayor probabilidad de que los participantes presentaran síntomas depresivos moderados o altos.

En otras palabras, a medida que el sentido del olfato empeoraba, aumentaban los síntomas depresivos. Estas determinaciones se mantuvieron incluso después de considerar factores como la edad, los ingresos, el estilo de vida, los factores de salud y el uso de medicamentos antidepresivos.

“Perder el sentido del olfato influye en muchos aspectos de nuestra salud y comportamiento, como detectar alimentos en mal estado o gases nocivos, y el placer de comer. Ahora podemos ver que también puede ser un indicador de vulnerabilidad importante, de que algo salió mal en su salud”, detalla el investigador Vidya Kamath .

Según los investigadores de la universidad Johns Hopkins, su estudio sugiere que existe una relación entre el olfato y la depresión a través de mecanismos biológicos y conductuales. Estos cambios podrían incluir cambios en los niveles de serotonina y en el volumen cerebral, así como la reducción de la función social y del apetito.

Los investigadores tienen planes de replicar los hallazgos en otros grupos de adultos mayores y examinar los cambios en los bulbos olfativos de las personas con diagnóstico de depresión. También se plantean explorar si el olfato puede utilizarse en crisis para mitigar el riesgo de depresión en la vejez.

Para este estudio participaron los investigadores: Vidyulata Kamath, Kening Jiang, Kevin J. Manning, R. Scott Mackin, Keenan Walker, Danielle Powell, Frank R. Lin, Honglei Chen, Willa D. Brenowitz , Kristine Yaffe, Eleanor M. Simonsick , Jennifer A Deal.

Finalmente, este estudio se titula “Olfactory Dysfunction and Depression Trajectories in Community-Dwelling Older Adults”. Y se ha publicado en The Journals of Gerontology Serie A.