La inseguridad ciudadana es exclusiva de la Policía Nacional

Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: Reg.N°.-4654-


La galopante inseguridad ciudadana es exclusivamente para la Policía Nacional, para combatir y poner orden a los malhechores en cualquier parte del país; sin embargo, el congreso ha aprobado irresponsablemente por insistencia una ley populachera que autoriza que los serenos usen armas -NO LETALES-. A pesar que el Ejecutivo había observado la norma al enfatizar que la fuerza pública es ejercida de forma exclusiva por la Policía Nacional y excepcionalmente, por las Fuerzas Armadas, de acorde al panorama que se trasluce en el país.

Es de conocimiento que ahora más que nunca, la PNP es la que debe luchar contra la inseguridad ciudadana, por la presencia nutrida, acelerada de emigrantes bandoleros extranjeros, y -recalcar- que, los serenazgos no han sido creado para ello.

En reglones esgrimidos en este artículo nos lleva a pensar que, por sentido común y a diferencia de los policías y militares, los serenos no llevan una preparación adecuada para suplir a un policía con una carrera que, si lo garantiza y refuerza con estatutos explícitos mediante ley, para contrarrestar a la criminalidad. Su labor abraza resolver algunos problemas reportados por los vecinos, como que haya una fiesta muy ruidosa o un grupo de personas bebiendo licor en sitios prohibidos. Por ello subrayo, las funciones de los serenos no es luchar contra la delincuencia.

La lamentable muerte de un sereno en Surco, que fue baleado por el sanguinario -Maldito Cris-, y que, recientemente abatido por la Policía, EVIDENCIA que el personal de la municipalidad, SERENAZGOS; no está preparado para enfrentar la violencia que generan los desalmados.

La normativa aprobada en el pleno del congreso pone en riesgo la vida de los serenos porque los delincuentes no van a dudar en dispararles sabiendo que ahora podrían tener pistolas o otras armas letales.

Esta norma o ley, abre la puerta a la intención de la caviarada, progres izquierdosos de municipalizar la Policía Nacional, para pretender que cada municipio podría contar con una milicia, por lo pronto armada con armas no letales, pero más adelante pedirán armas letales, pero cuando caigan muertos los serenos por culpa de la norma, ¿A quién van a culpar? En mi opinión a los ¿conspicuos parlamentarios? O adrede se les escapó la tortuga o, se dispararon a los pies al no reparar de lo peligroso de esta normatividad que le va a otorgar a todos los alcaldes una supremacía de grupos policías municipales que podrían convertirse en mercenarios al tener cuerpos armados prestos a su favor y sin contemplaciones disparar a las autoridades policiales.

El apuro y la demagogia entre los parlamentarios y los alcaldes hace pensar una supuesta complicidad evidente; pero lo más lamentable y espero que no se dé, cuando entre en marcha la citada Ley. Posteriormente estoy seguro que dicha norma será anulada por los nuevos congresistas por lo delicado que es; para ejemplo un botón ¿Qué hubiera sucedido si el comunista, Vladimir Cerrón en su gestión de gobernador regional de Junín, contaba con su propia policía municipal? Sin duda alguna lo hubiera desparecido a todos sus críticos.

Insisto la exclusiva responsabilidad de luchar contra la inseguridad ciudadana es del Gobierno, a través del Ministerio del Interior quien se responsabiliza de la Policía Nacional, y no de los municipios, y se requiere mayor presupuesto para ellos, asimismo cuentan con la preparación adecuada para lidiar con malhechores por ende cumplen su labor justo, acertado y con la responsabilidad de la disciplina que lo caracteriza. Señores congresistas una vez más hacen méritos para desacreditar al alicaído Congreso de la República ¿Y así pretenden aspirar a ser senadores? Aspiren, aspiren, nomás, están en sus derechos, como el sufragante está para expectorarlos en las urnas. Me despido con una frase: “Vísteme despacio que tengo prisa” y sino les gusta “No por madrugar se amanece más temprano”.