Hizmet: un movimiento islámico de paz

“Debemos ser como personas que no tienen manos frente a aquellos que nos quieren pegar, personas que no tienen lengua frente a personas que nos quieren maldecir y perdonar todo aquello que se pueda perdonar”.

Ricardo Sánchez Serra

En el Perú viven más de un centenar de turcos que salvaron sus vidas de la despiadada persecución del gobierno despótico de Recep Tayyip Erdoğan, y que pertenecen al movimiento Hizmet (en turco “servicio”), que promueven la educación, valores y una cultura de paz.

Se encuentran en el país en calidad de residentes, estudiantes, refugiados transitorios o ya refugiados. La mayoría son profesores de universidades y escuelas, pero viven constantemente en zozobra porque Erdoğan los ha acusado de impulsar el golpe de estado de julio de 2016, contra él y solicita la extradición. En realidad, fue un autogolpe para eliminar a toda la oposición política y que causó miles de detenidos arbitrariamente y torturas en cárceles inhumanas.

Todos los organismos de derechos humanos condenan a Turquía por la violación de estos principios. De acuerdo a un informe de Reporteros Sin Fronteras, 192 medios de comunicación fueron cerrados y 9.000 periodistas fueron despedidos en los últimos años. Por ello, fracasan todos sus intentos de extradición de países como Alemania, Gran Bretaña, EE. UU., Brasil, Panamá, y recientemente Suecia y el Perú, por falta de pruebas, porque están protegidos por su estatus de refugiado, porque en Turquía se violan los derechos humanos, no hay democracia, no hay garantías de un juicio justo y existen acusaciones de tortura.

Debido a ello Erdoğan, entonces, apela a los secuestros. Su propio ministro, Bekir Bozdag, señaló que su servicio de inteligencia ha secuestrado a 80 ciudadanos turcos de 18 países, que no identificó, y que dichas acciones continuarán. El Perú debe estar atento a esta maniobra e incluso no debería firmar un tratado de extradición con ese país, por las razones antedichas.

Ante la persecución, el líder del movimiento Hizmet, Fethullah Gülen -que vive en Pensilvania desde 1999- dice que “debemos ser como personas que no tienen manos frente a aquellos que nos quieren pegar, personas que no tienen lengua frente a personas que nos quieren maldecir y perdonar todo aquello que se pueda perdonar”.

Gülen es uno de los pensadores y predicadores musulmanes más importantes del mundo, conocido por su compromiso de décadas con la tolerancia interreligiosa y el altruismo. Ha sido reconocido reiteradamente como una de las figuras religiosas e intelectuales públicos más influyentes.

Su filosofía de paz, la no violencia, es comparada a la de Martin Luther King y Mahatma Gandhi. Tuvimos la ocasión de verlo unos minutos en nuestro viaje a EE. UU. con motivo de la conferencia “El Movimiento Hizmet: Respuestas a los desafíos contemporáneos”, organizado por el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Estatal de California, Long Beach.

Gülen es un hombre de oración, nos agradó verlo y experimentamos su gran fuerza espiritual.

El Movimiento Hizmet es de fe musulmana, pero abierto a toda confesión religiosa. Profundiza la práctica espiritual de sus miembros, realiza obras de bien social en más de 170 países del mundo, quienes trabajan en escuelas, colegios, hospitales.

Destacan sus valores fundamentales como el respeto a la persona y a sus derechos humanos y respeto del estado de derecho. Asimismo, su acción es pacífica y positiva, rechazando el uso de la violencia como herramienta política. Está comprometido con el empoderamiento de la mujer. Su accionar es ético y sus miembros cumplen con los principios de honestidad, confiabilidad, inofensividad y justicia.

Igualmente, respeta la diversidad y al pluralismo. La participación de sus miembros es voluntaria y altruista, como informa la Alliance for Shared Values.

Con estos principios cómo no te voy a querer.

Publicado en el diario digital GUIK.pe