¿El tecnopor ya es biodegradable?

Los gusanos de la son capaces de masticar y digerir Styrofoam Foto: Bioguía

Es de conocimiento común, que el poliestireno, debido a su composición, no es un material biodegradable. La industria le da diversos usos en manufactura, empaque e incluso en construcción.

Por ejemplo, el poliestireno provee a la industria de la alimentación de cubiertos de plástico y platos descartables. Los vasos donde algunos establecimientos sirven café y donde la carretilla de la esquina sirve emoliente, quinua y maca están hechos, entre otros materiales, de productos de poliestireno.

Entre los productos más usados de poliestireno se encuentra el famoso poliestireno expandido, también conocido como tecnopor.

El tecnopor se usa en la industria de la construcción como aislante térmico y acústico. Asimismo, no permite el desarrollo de microorganismos, por lo que se suele usar para almacenar carne, pescado, frutas, verduras y helado.

Según lo mencionado, los vasos descartables de emoliente pueden permanecer siglos en el ambiente sin descomponerse. Incluso si lo quiebras en pedazos, no desaparece del todo.

Con el propósito de evitar la contaminación del ambiente, ¿debemos evitar su uso o buscar algún reemplazo menos contaminador?

La comunidad científica ya conocía que algunas bacterias podían biodegradar poliestireno, pero hasta el momento no había evidencia concluyente de ello. Sin embargo, de acuerdo con un estudio publicado en Environmental Science & Technology, los gusanos de la son capaces de masticar y digerir Styrofoam, y convertirlo en CO2 y otros fragmentos residuales.

En un estudio previo, se trabajó con las larvas de la polilla india de la harina, en cuyo sistema digestivo se identificó dos tipos de bacteria, Enterobacter asburiae YT1 y Bacillus sp. YP1.

Estas bacterias descomponen el plástico debilitando su hidrofobia. En ambos estudios, los animales estudiados se manutuvieron saludables, y, según los investigadores, los residuos generados pueden ser usados para nutrir el suelo.

Aún queda identificar cuál sería la especie cuyas bacterias pueden descomponer el plástico, sin embargo, el avance conseguido es indicio de que pronto se hallará la solución al problema.

R.M.L