Colapso catastrófico: ¿Cómo perecieron los dinosaurios?

Un estudio reciente calculó las partículas de polvo que aparentemente se difundieron tras el impacto del asteroide con el que se asocia el fin de la era de los dinosaurios.

Ilustración del impacto del asteroide Chicxulub en la península de Yucatán, México. Foto: RT en Español.

Un estudio publicado el último lunes en Nature Geoscience, dio a conocer que una investigación internacional dirigida por el Real Observatorio de Bélgica reafirmó la hipótesis de que la extinción de los dinosaurios fue provocada por el polvo levantado por el impacto del asteroide Chicxulub, que cayó en la península de Yucatán, sobre el golfo de México durante un invierno global de 15 años. El estudio reúne nueva evidencia basada en partículas encontradas en Tanis, un sitio fósil ubicado en Dakota del Norte en Estados Unidos, a 3.000 kilómetros del cráter, por lo que se considera que en sus capas de sedimentos retiene materiales relacionados con el impacto de la enorme roca.

Durante el estudio, los autores pudieron calcular el volumen de las partículas de polvo que, aparentemente se desprendieron de inmediato luego del impacto del asteroide. Asimismo, realizaron simulaciones paleoclimáticas, con el objetivo de evaluar los efectos relativos y combinados del polvo de silicato y el azufre en el clima terrestre, lo que les permitió reconocer que el fino polvo de silicato de la roca pulverizada tuvo el volumen necesario para permanecer en la atmósfera durante 15 años, reduciendo las temperaturas globales hasta en 15 grados Celsius.

Del mismo modo, los cambios simulados en la radiación solar respaldaron la hipótesis de un cierre fotosintético inducido por el polvo durante casi dos años después del impacto de Chicxulub; las partículas de polvo obstruyeron la fotosíntesis en las plantas, provocando un “colapso catastrófico” de la vida.

Cabe destacar que, en la década de 1980, los científicos Luis y Walter Álvarez fueron los primeros en plantear que los dinosaurios murieron por el impacto de un asteroide que cubrió el mundo de polvo. Sin embargo, esa idea no tenía mucha aceptación por los científicos, pues se desconocía que el polvo del impacto tuviera el volumen adecuado para permanecer en la atmósfera el tiempo suficiente.