Una selfie, determinante para la resolución de un crimen en Canadá

El selfie que fue crucial para la resolución del crimen.

En marzo de 2015, un crimen conmocionó a la pequeña ciudad de Saskatoon, de 250.000 habitantes en el centro de Canadá cuando se encontró el cuerpo sin vida de Brittney Gargol, de 18 años, quien aquella noche había salido con su mejor amiga, Cheyene Rose Antoine, para aparecer luego estrangulada con un cinturón en el cuello.

Durante varios meses, la única pista que tenía la policía era el cinturón encontrado con la víctima y la declaración de su amiga, que afirmaba haber estado con ella en varios bares aquella noche y después ir por distintos rumbos, la víctima con un chico y Antoine a casa de su tío, sin embargo, la policía nunca comprobar la veracidad de aquellas afirmaciones.

No fue hasta fines de 2017 que la policía se dio con un selfie que Gargol y su mejor amiga se habían tomado horas antes del crimen, es entonces cuando se dan cuenta de la similitud que guardaban el cinturón de Antoine con el hallado en la escena del crimen, fue en ese momento que la coartada dada por la asesina quedó desarticulada.

Ella confesó que después de haber estado juntas por varias horas discutieron acaloradamente, y finalmente la mató, usando el cinturón como arma, aunque según afirmó no recordaba muy bien lo sucedido, ya que estaba bajo los efectos del alcohol y que había intentado despistar a la policía con mensajes que envió a la víctima horas después del suceso.

Ante todas las evidencias, Antoine ha sido condenada a siete años de prisión bajo el cargo de homicidio involuntario. Después de esto, la asesina declaró: “Nunca me voy a perdonar por lo que hice. Nada de lo que diga o haga la traerá de vuelta. Lo siento mucho. Esto nunca debió haber pasado”, expresando su arrepentimiento.

L.I.P.R