Votemos con conciencia

Foto: RadioExcelente

Por: Ricardo Zedano.

Estimados compatriotas, aprovecho la ocasión para saludarlos muy atentamente y participar más en la vida política de nuestro país a través de este medio con el objetivo de contribuir a que hagamos una mejor elección el 26 de enero de 2020 de quienes nos representarán en el próximo Congreso de la República del Perú.

En ese contexto quisiera hacer antes una breve reseña de los acontecimientos relacionados con los intentos por parte de la oposición de asaltar el Tribunal Constitucional, ente en el que se determinan las prisiones preventivas, los alcances del delito de lavado de activos, la constitucionalidad de las leyes o la legitimidad de los nombramientos en el Poder Judicial y el Ministerio Público, por solo citar algunos ejemplos; y una breve reseña de los que están relacionados con la decisión del Presidente Vizcarra de disolver el Congreso convertido lamentablemente en un circo por algunos miembros de partidos políticos tradicionales en nuestro país. Así pues, tenemos que:

El presidente Vizcarra propuso adelantar las elecciones generales debido a que ya era imposible gobernar con una oposición tan destructiva como lo es Fuerza Popular, el APRA, Acción Popular, Alianza para el Progreso y Contigo, con los que tenía la mayoría de los escaños en el Congreso para imponer su voluntad al Poder Ejecutivo.

Luego de enterarse del contenido del chat de Fuerza Popular, en el que los participantes del mismo manifestaban sus intenciones de apoderarse del Tribunal Constitucional (TC) y de promover su vacancia, Vizcarra opta por presentar una cuestión de confianza para que se cumpla la ley en los términos que garanticen una mayor transparencia para el Perú con recomendación vinculante y expresa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque los miembros de la oposición estaban obrando de manera bastante turbia.

Para tener una idea más clara del mal proceder de los miembros mencionados, citaré algunas situaciones concretas que tuvieron lugar poco antes de la disolución del Congreso:

Uno: La propuesta de adelantar las elecciones fue rechazada impidiéndose su debate en el pleno, se subestimó la capacidad de la Comisión de Venecia (órgano consultivo del Consejo de Europa) y se apresuró la participación de los congresistas, restándose así la importancia de dicha propuesta.

Dos: Marianella Leonor Ledesma Narváez, en ese entonces Magistrada y ahora Presidenta del Tribunal Constitucional, denunció que a ella y a sus colegas les garantizarían su permanencia en el TC a cambio de sus votos por la libertad de Keiko Fujimori mediante la gestión del Hábeas Corpus, por lo que el Presidente de la República se vio obligado a anunciar la decisión de su gobierno de “plantear la cuestión de confianza al Congreso de la República, para cambiar las reglas de selección de los miembros del Tribunal Constitucional” y así evitar que la oposición coloque a los que respondieren a sus intereses por encima de los del pueblo peruano.

Tres: Los esfuerzos inútiles que los congresistas de la oposición hicieron, violando el artículo 129 de la Constitución del Perú, para impedir que el Primer Ministro y su Gabinete ingrese en el hemiciclo a fin de plantear ante el Congreso de la República la cuestión de confianza, de conformidad con el artículo 133 de nuestra Carta Magna que en parte dice: “El Presidente del Consejo de Ministros puede plantear ante el Congreso una cuestión de confianza a nombre del Consejo…”.

Pero eso no es todo. Tras esas tres situaciones, sin tomar en consideración muchas que tuvieron lugar antes, surgieron otras que definitivamente dejaron al descubierto la esencia e intenciones reales de la oposición. Entre estas tenemos:

◘ El caso omiso al planteamiento de la cuestión de confianza, que debió gozar de la preferencia del Congreso cuando el Poder Ejecutivo la presentó con carácter de urgencia, según el artículo 105 de la Constitución política del Perú;

◘ La elección apresurada y a dedo de uno de los miembros del Tribunal Constitucional que por casualidad resultó ser Gonzalo Manuel Ortiz de Zevallos Olaechea, primo hermano del entonces presidente del Congreso Pedro Olaechea, sin contar con los 87 votos requeridos para su elección y utilizándose los votos de congresistas que denunciaron públicamente que no habían votado por Manuel Ortiz;

◘ La decisión de aceptar la moción de la cuestión de confianza, una hora después de suspendidas las votaciones para elegir a los magistrados del TC, porque la oposición ya no tenía otra alternativa. Pero ya era tarde, el Presidente Vizcarra ya había tomado la decisión de disolver el Congreso y la anunció minutos después de que los miembros de la oposición mediocre aprobaran la cuestión de confianza.

◘ Los ridículos intentos de vacar al Presidente de la República aplicando el inciso 2 del artículo 113 de la Constitución que dice: “La presidencia de la República vaca por la permanente incapacidad moral o física del presidente, declarada por el Congreso”. Pero no contaban con los 103 votos requeridos para vacar al Presidente el mismo día, ni contaban con los 87 para vacarlo en 3 días a partir de la presentación de la moción de vacancia, según el reglamento. Como no podían aplicar dicho artículo, deciden suspender al Presidente, recurriendo al inciso 1 del artículo 114 de la Constitución que dice: El ejercicio de la Presidencia de la República se suspende por “Incapacidad temporal del Presidente, declarada por el Congreso”.

◘ La elección en términos casi delincuenciales de Mercedes Aráoz como Presidenta, alegando al mencionado inciso 1 del artículo 114 e incurriendo prácticamente en usurpación de un cargo para el que no ha sido elegida, pues la aplicación de dicho inciso y artículo le otorgaban la potestad de asumir el cargo mientras el Presidente está suspendido, y no de juramentar como tal, para colmo ante un Congreso disuelto, participando de esta manera en el hazmerreír a nivel nacional e internacional.

Queridos compatriotas, creo que la falta de compromiso, la concupiscencia, el revanchismo, el odio, la mediocridad entre otros, que algunos miembros de la oposición han mostrado en ese reality show que ellos mismos han montado en el honorable Congreso de nuestra República y por el que, desgraciadamente, en el exterior se burlan de nosotros, es suficiente para proferir un rotundo NO a los ex congresistas que intentan regresar postulando directamente al Congreso o formando parte de otros partidos políticos para luego hacer otra vez de las suyas: frenar el progreso de nuestro país y vivir a costas del pueblo peruano quien es el real soberano del que emanan todos los poderes del Estado. Ni el Tribunal Constitucional ni ningún otro ente público pueden situarse por encima de su voluntad.

Está en nuestras manos cambiar esta triste realidad eligiendo con conciencia, haciendo memoria, analizando, teniendo dignidad, no vendiéndose por un kilo de arroz o azúcar, una cajita de fósforo o algo por el estilo.

Rechazando a los que estuvieron en el poder legislativo durante varios años sin nada bueno para el pueblo que los eligió, daremos un mensaje claro a los que lleguen a nuestro honorable Congreso: no vamos a tolerar una vez más este tipo de burlas y que como mínimo esperamos de ellos que se levanten todas las inmunidades habidas y por haber para acabar con la corrupción, que a los cuellos blancos se les quite el blindaje apenas sea posible, como primer paso, para que sean sometidos a la justicia en los términos solicitados en el Congreso disuelto y que Fuerza Popular junto con otros partidos políticos rechazaron, además de proteger a funcionarios corruptos de manera sistemática tanto en el Poder Judicial como en el Consejo Nacional de la Magistratura que ya desapareció y en el Tribunal Constitucional, según la prensa peruana.

No podemos permitir más que por ese tipo de ex congresistas, corruptos, el país no avance y que desde el extranjero a través de las redes sociales se refieran a nosotros, los peruanos, de manera tan ofensiva con expresiones tales como: un diálogo entre una vaca y un burro. La vaca le dice al burro que se va a mudar a la India, porque en ese país las vacas son adoradas; y el burro le contesta, que se va a mudar al Perú, porque en este país los burros son congresistas.

Hasta cuándo vamos a permitir esto, señores.