Síndrome de fatiga crónica: síntomas y características de esta condición

El Síndrome de Fatiga Crónica (CFC en inglés), es causado por la fatiga persistente, inexplicable y debilitante.

Según los estudios, se estima que el Síndrome de Fatiga Crónica lo sufren del 0,3% al 0,5% de la población, afectando entre 120.000 y 200.000 personas en España ( Foto: PsicoActiva)

El Síndrome de Fatiga Crónica (CFC en inglés), es causado por la fatiga persistente, inexplicable y debilitante. La condición suele ser frustrante para quienes la padecen, ya que existe una falta de comprensión sobre las causas y los tratamientos del síndrome de fatiga crónica, incluso entre los profesionales de la salud. Si bien el CFS no acorta la vida útil, puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas afectadas por él.

La fatiga persistente es el principal síntoma del síndrome de fatiga crónica (SFC). Esta fatiga aparece de manera súbita, a menudo después de una infección respiratoria o una mononucleosis, y se mantiene después de que la enfermedad inicial haya mejorado. Además de la fatiga, los pacientes experimentan una serie de síntomas adicionales y la actividad física puede empeorar los síntomas. A menudo, las personas que desarrollan SFC son previamente muy activas y no suelen tener una historia de preocupación excesiva por las enfermedades ni quejas sobre su salud.

Aparte del cansancio, se puede presentar uno o más de los siguientes síntomas: Dolor de garganta, Problemas de memoria o de la capacidad concentración, Dificultad para dormir, Nódulos linfáticos sensibles (ganglios), Dolores musculares, Fiebre inferior a 37,5º.

La naturaleza crónica y la falta de una causa identificable del SFC pueden hacer que la vida del/de la paciente sea muy difícil y cómo la gente que le/la rodea puede sospechar erróneamente que está simulando, lo que puede generar sentimientos de ira, frustración y depresión. Además, muchos pacientes con SFC también tienen dolor crónico y algunos cumplen los criterios de diagnóstico de fibromialgia, y que algunos investigadores consideran que estas dos condiciones pueden ser polos de la misma enfermedad.

Finalmente, los síntomas del SFC pueden confundirse con los de otras enfermedades, por lo que es importante consultar con un profesional de la salud para descartar otras patologías que puedan parecerse a esta condición.