Sicariato en el Callao: una sangrienta disputa por el control de las extorsiones y el comercio de la droga

Bandas criminales del primer puerto ordenaron y ejecutaron la muerte de 62 personas este año.

Disputa en el Callo por control de extorsiones y comercio de la droga

El sicario de una banda rival de Eduardo Cristhian Moreno Penagos ‘caracortada’ le siguió los pasos hasta dispararle, sin éxito a dañarlo, ocho veces en la última semana de julio, justo un mes antes de ser atrapado por la policía. ‘Los injertos de caracortada’ habían conseguido ampliar sus delictivos dominios en el distrito de La Perla a tal punto que se despertaron rivalidades de muerte.

En diciembre del 2019 empezaron cobrándoles S/15 por vuelta a los colectiveros que van desde el Callao hasta la Av. Javier Prado. Después, la banda mandó a sus secuaces a cobrar cupos de S/3 mil a S/4 mil a vecinos de este distrito chalaco que hacían pequeños arreglos en sus casas. Se acercaban y se levantaban sus camisetas mostrando sus pistolas.

El gran golpe lo dieron en enero del 2020, en la obra de S/27.9 millones que el Gobierno Regional del Callao ejecuta en la Costanera a través de una empresa constructora. Los operadores de ‘caracortada’, encubriendo la extorsión bajo la fachada de un servicio de seguridad, exigieron un pago de S/10 mil por semana. Hombres armados se quedaban dentro de la obra las 24 horas evitando que otra banda meta sus narices y sus balas.

Quien habría intentado liquidar a ‘caracortada’ es un delincuente apodado ‘cuarto de pollo’, el cabecilla de una facción de ‘Los baturris’, otra de las bandas que se disputa el control de la microcomercialización droga y de las extorsiones –cuadra por cuadra– en el distrito de La Perla. Según la policía, una semana después del ataque al mandamás de ‘Los injertos de caracortada’, la venganza se cometió y no hubo errores.

Pasa en La Perla, pero también en Sarita Colonia, Chacarita, La Siberia, Los Barracones, Ciudad de Pescador, Puerto Nuevo y en tantos otros barrios del Callao trastornados por la violencia de grupos sanguinarios que resuelven todo apretando el gatillo.

Los asesinatos por encargo en el Callao ya suman 62 en lo que va del 2020, según la cuenta de homicidios por PAF (proyectil de arma de fuego) que lleva la División de Criminalística de la Policía (Divincri) en el Callao. De estos, 34 se ejecutaron después del 16 de marzo, durante el estado de emergencia por el COVID-19.

“Las bandas no se replegaron por la pandemia. Si lo hacían, corrían el riesgo de que grupos rivales tomen posesión de sus obras extorsionadas”, explica el jefe de la Deprincri Bellavista, comandante PNP Martín Cayo Natteri, tras la captura de ’Caracortada’ y 13 ranqueados miembros de su organización el pasado 20 de agosto.

Dos semanas antes, el 4 de agosto, habían caído ’Los monos del Callao’, otra banda que se dedicaba a extorsionar a comerciantes del terminal pesquero. Policías de la División de Delitos del Alta Complejidad (Diviac) allanaron tres inmuebles y detuvieron a Mauricio Lazo Cóndor alias ‘Mono’, sindicado como presunto cabecilla del grupo delictivo. También cayeron Paolo César Lazo Ocampo y Henry Zúñiga Canahuire.

El último crimen reportado data del 28 de agosto. Luis Steven Gonzales Salas, de 21 años, fue acribillado en la esquina de los jirones Cahuide con Atahualpa, en el distrito de Bellavista. Cinco días antes, en el Cercado del Callao, fue acribillado Emilio Santiago Facio Cruz, de 21 años. El crimen ocurrió en la puerta de su casa, en la urbanización Pilares.

N.B.H.I.