Rusia: “Nuestra paciencia se ha agotado”

Segunda parte de la entrevista al canciller de Rusia, Serguéi Lavrov

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Pregunta: ¿Estudia Rusia la posibilidad de ampliar su presencia política, militar y estratégica en algunos países?

Respuesta: Tenemos unas ramificadas relaciones militares, técnico-militares con nuestros socios y aliados. Estamos presentes en diferentes regiones del mundo. Estamos hablando de un tema de relaciones bilaterales. Nos guiaremos por los intereses de la estabilidad global, al ser abordados en formato bilateral con nuestros aliados los futuros pasos en dicho campo.

Pregunta: El tema de “no adhesión” de Ucrania a la OTAN, las actividades desplegadas por la OTAN en Europa del Este, son temas planteados por Rusia en numerosas ocasiones. Sin embargo, las autoridades rusas los han calificado como problemas que necesitaban ser solucionados con urgencia. ¿Por qué se han vuelto tan “acuciantes” precisamente ahora, entre noviembre y diciembre de 2021? ¿Qué ha ocurrido?

Respuesta: Es que se han juntado muchas cosas. En la época que siguió a los años 90, momento en el cual las promesas de no ampliar la OTAN, de no desarrollar la infraestructura militar en Europa del Este, de no desplegar contingentes significativos en el territorio de los nuevos miembros, todas estas promesas fueron pisoteadas burdamente por nuestros amigos occidentales. Durante cinco etapas de su ampliación se ha acercado a nuestras fronteras. Si en 1997, cuando “formalizamos” nuestras relaciones con la OTAN, solo Polonia era candidata a la adhesión, mire cómo ha cambiado la situación ahora. Le diré más, los territorios de estos países son explorados activamente desde el punto de vista militar. Si nuestras propuestas persiguen el objetivo de reducir el número de enfrentamientos militares y lograr la distensión en Europa, en Occidente ocurre lo contrario. Los países de la OTAN incrementan la presencia de sus ejércitos de tierra y de la aviación en los territorios adyacentes al territorio ucraniano. Maniobras en el mar Negro, su envergadura y frecuencia se han incrementado considerablemente en los últimos tiempos, hay otros muchos factores. Tenemos motivos para suponer que las declaraciones altisonantes que se hacen ahora, esas de que, si Rusia no “se somete” a lo exigido por los países occidentales sobre lo que tiene hacer con las tropas rusas en el territorio ruso, una exigencia absurda, en cuestión de dos o tres meses los países occidentales incrementarán la intensidad de las actividades de sus fuerzas de reacción rápida y de unidades de misiones especiales de la OTAN desplegadas alrededor de nuestras fronteras.

Respondiendo a su pregunta, diré que muchas cosas han cambiado. Ha cambiado la situación real con los armamentos, equipo militar, las fuerzas armadas en Europa. Se nos exige de manera injustificada que enviamos nuestras tropas a los cuarteles en nuestro territorio, mientras que los estadounidenses, los canadienses y los británicos se han establecido de forma permanente bajo el pretexto de la “rotación” en los países del Báltico y en otros países del norte de Europa. Se están estableciendo bases militares en el mar Negro. Los británicos están creando bases en Ucrania, están construyendo una base en el mar de Azov, algo que no nos conviene en absoluto. Son posturas inadmisibles. El momento elegido está relacionado con el período de cuando los países occidentales “han perdido los estribos”, seamos honestos. En contra de todos los compromisos asumidos, en contra del sentido común se optó por “provocar la agravación de la situación”. Occidente condena el uso de la fuerza contra civiles, las infracciones de los derechos humanos, pero, al perpetrarse sangrientos golpes de Estado por personas que “juran su lealtad” a los países occidentales, se los apoya incondicionalmente. Es lo que ocurrió con el golpe de Estado perpetrado en Ucrania, donde hubo numerosas víctimas mortales, caídas también de la mano de los provocadores. Con todo y eso el golpe de Estado fue aprobado, por dejarlo de alguna manera, por EEUU y percibido como un hecho por los europeos. Es una historia conocida: nadie tiene la intención de investigar los crímenes cometidos en el Maidán, ni tampoco el crimen cometido el Odessa el 2 de mayo de 2014, cuando la gente fue quemada viva y se jactó de ello delante de las cámaras. Ésta es la base del nuevo poder, nada cambia. Poroshenko, Zelensky, organizaciones Pravy Séktor y Azov que hasta hace poco eran consideradas extremistas en EE. UU., pero la situación ha cambiado. Lo mismo ocurrió en Georgia en 2008, al dar Mijaíl Saakashvili la pertinente orden. La Misión Especial de la UE tuvo que investigar más tarde e informó de manera oficial que había sido él quien había empezado la guerra. Sin embargo, Georgia sigue siendo un país amigo de EE. UU. Un amigo en el sentido occidental de la palabra, ya saben.

Nuestra paciencia se ha agotado y eso que tenemos mucha paciencia. Sabrá que solemos tardar en actuar y este caso hemos tardado bastante. Ya es hora de que nos pongamos en marcha. Estamos pendientes de que nuestros interlocutores nos den respuestas concretas a nuestras propuestas.

Washington y el látigo de las sanciones

Pregunta: EE. UU. ha dejado más que claro que no le facilitará a Rusia garantías de la seguridad en lo tocante a la no adhesión de Ucrania y de otros países a la OTAN. Rusia ha reconocido, por su parte, no haber podido abordar durante las negociaciones todos los temas que provocan su preocupación y ha señalado que, de no poder lograrse lo mencionado, habrá una respuesta “militar”. Explique en más detalle, que podrían incluir estas “acciones bélicas”. ¿Qué hará Rusia? ¿Se trataría de una intervención? ¿Qué es lo que se entiende bajo esta respuesta “militar”?

Respuesta: No puedo añadir nada a lo dicho por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, al término de su rueda de prensa durante una reunión adicional con los periodistas. Se le hizo la pregunta directa de cuál sería la respuesta de Rusia, si eran rechazadas sus propuestas relacionadas con la seguridad. Dijo que podía haber respuestas muy variadas, dependiendo de las propuestas recibidas por él de los militares rusos. De modo que no tiene sentido hacer suposiciones. Nuestros interlocutores occidentales, Washington, sobre todo, sin esperar que las cosas sucedan, se precipita a empuñar el “látigo de las sanciones”. En el Departamento de Estado de EE. UU. lleva varios años existiendo el puesto del jefe de la Oficina para las sanciones. Es decir, la entidad encargada de la diplomacia dispone de un departamento entero para castigar a quienes no están de acuerdo con EE. UU. O a veces a quienes no han hecho nada todavía. Un castigo preventivo, por así decirlo. Nosotros estamos a favor de que todo se solucione en base al respeto mutuo y al equilibrio de intereses.

La postura de Rusia formulada ante la OTAN está basada precisamente en el equilibrio de intereses. Los documentos elaborados persiguen el objetivo de garantizar la seguridad en Europa en total y en cada país concreto, incluida la Federación de Rusia. La postura de EE. UU. y de sus aliados consiste en que desean asegurarse su dominio en Europa y establecer bases militares en torno a la Federación de Rusia, creando de esta manera focos de tensión a lo largo de nuestras fronteras.

Me gustaría volver a llamar su atención a la Carta sobre la Seguridad Europea aprobada en Estambul en 1999. Todo lo que están declarando y haciendo los países occidentales en estos momentos representa una burda violación de los compromisos asumidos entonces. Podría citar, respondiendo a la pregunta anterior de por qué hemos esperado hasta ahora, otro ejemplo de cuando lo intentamos, es que no esperamos hasta ahora. En 2009, presentamos a nuestros interlocutores occidentales el borrador de Tratado de Seguridad Europea. Nuestra iniciativa ni fue recibida con cortesía, ni encontró comprensión y se nos dijo que este tema nunca sería abordado. Citamos textos de documentos, incluida la Carta sobre la Seguridad Europea y demás, donde aparece recogida la necesidad de respetar el principio de la indivisibilidad de la seguridad. Dijimos que Rusia deseaba lograr que los compromisos políticos que todos habíamos asumido adquirieran carácter políticamente vinculante. La respuesta fue muy ilustrativa: garantías jurídicamente vinculantes únicamente serían concedidas a los miembros de la Alianza del Tratado del Atlántico del Norte. Dicha filosofía mina todos los avances alcanzados por la OSCE tras el final de la Guerra Fría, incluido el citado ya principio de que ninguna unión de la región euro-atlántica tiene derecho de imponer su voluntad a otros. Usted representa los medios de comunicación de uno de los países miembros de la OTAN, una unión que sí que impone su voluntad a otros y lo disfruta, según todo parece indicar. Nosotros ni lo disfrutamos ni vemos cómo podrían disfrutarlo otros. Sin embargo, sabemos garantizar nuestra seguridad en cualquier situación, le aseguro que no estaremos eternamente pendientes de que algo cambie, de que los países occidentales nos prometan algo. Occidente cuenta con que EE. UU. se las arregle para deshacerse de la responsabilidad por solucionar estos problemas. Primero, en el Consejo Rusia – OTAN se intenta desvaírlo todo, recurriendo a sus “correligionarios”, por llamarlos de alguna manera. En la OSCE en un principio es imposible negociar. Para que un organismo pueda celebrar negociaciones debe convertirse en un organismo, mientras que la OSCE ni siquiera cuenta con estatutos. Para que la OSCE sea sujeto jurídico, agente del Derecho Internacional, llevamos 15 años proponiendo que se empiece a negociar los estatutos. Se nos contesta, desde Washington principalmente, que el atractivo de la OSCE está precisamente en su “flexibilidad”. Sin embargo, la “flexibilidad” nunca ha valido para asistir en la solución de problemas de la seguridad que es un asunto serio. Sabemos lo que se pretende hacer, lograr que todo acabe en debates abstractos. Estaremos esperando de EE. UU., y se lo dejamos entender de manera inequívoca, que reaccionen “como adultos”.

Finlandia y Suecia

Pregunta: ¿Respeta Rusia la soberanía de Finlandia y Suecia y nuestro derecho de tomar por nuestra cuenta las decisiones relacionadas con la política de seguridad, como, por ejemplo, la adhesión a la OTAN?

Respuesta: Rusia respeta plenamente la soberanía de Finlandia y Suecia. Consideramos que la política de neutralidad de dichos países representa una de las más importantes aportaciones a la arquitectura de la seguridad europea y a las garantías de la estabilidad en el continente europeo. 

Quienes no respetan la soberanía de Finlandia y Suecia son precisamente los países que a toda costa quieren que Finlandia y Suecia se unan a la OTAN. Se empezó hace tiempo a sondear el terreno, no es un tema de ahora. Sin embargo, en la etapa actual, al hacerse las propuestas de fijar el statu quo ante 1997, momento en el cual se nos prometieron muchas cosas y desde el cual las mencionadas promesas fueron rotas en numerosas ocasiones, se procedió a animar con intensidad a la opinión pública en Finlandia y Suecia y a invitar con insistencia a través de Jens Stoltenberg a Estocolmo y Helsinki a empezar el proceso de la adhesión a la OTAN, alegando que va a ser rápido e indoloro. Por supuesto, la decisión será de los pueblos finlandés y sueco. Siempre abordamos estos temas con nuestros vecinos, al ser celebradas las negociaciones sobre problemas internacionales. Los líderes de Finlandia y Suecia ven con claridad todos los aspectos de dicho asunto. Tenemos motivos para suponer que la aportación de los Estados neutrales a la seguridad europea no se reducirá.

Pregunta: El pasado 10 de enero, The New York Times informó de que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, había enviado un mensaje a los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros, en el cual señalaba que era necesario formular las propuestas europeas relativas a la seguridad y se pronunció por un diálogo directo con usted personalmente.

¿Ha recibido algún tipo de solicitud por parte del señor Borrell? ¿Estaría Rusia dispuesta a negociar tema de seguridad con la UE, independientemente de EE. UU. y la OTAN? Comente la declaración hecha por el señor Borrell en los últimos dos días al término de las negociaciones sobre seguridad celebradas por los representantes de Rusia, EE. UU. y la OTAN. ¿Cree usted que la UE es más capaz de cumplir con los compromisos asumidos que EE. UU. y la OTAN?

Respuesta: En cuanto a los comentarios ofrecidos por el señor Borrell últimamente acerca de las garantías de la seguridad, dadas las negociaciones mantenidas por Rusia, EE. UU. y la OTAN y la reunión del Consejo Rusia-OTAN, diría que nos dimos cuenta de que la UE parecía sentirse postergada. Se hizo pública esta postura y se llamó a que la aportación de la UE se tuviera en cuenta, para descartar de esta forma que hubiera acuerdos en los que no participara la Unión Europea.

No lo sé, pero no es porque no lo queramos nosotros. Es de lamentar que hace más de 7 años la UE haya destruido todos los mecanismos en el marco de los cuales eran abordados los aspectos prácticos de las garantías de la seguridad. Quedaban EE. UU. y la OTAN. En el caso de la OTAN, por lo menos sobre papel, sigue existiendo el Consejo Rusia – OTAN y el Acta Fundacional de 1997 sigue en vigor. Mientras tanto, en el caso de la UE todos los canales de interacción fueron “obturados” por nuestros interlocutores europeos. De modo que su pregunta la debería dirigirla al señor Borrell y a los miembros de la Unión Europea. Comentando el posible diálogo entre Rusia y la UE, independientemente de EE. UU. y de la OTAN, habría que preguntar a éstos últimos si le permitirán a la Unión Europea que actúe por cuenta propia. Estamos interesados en una UE independiente. Estamos muy pendientes de las tendencias que se están observando en el marco del mencionado organismo, puesto que ofrecen varias interpretaciones. Percibimos las preocupaciones de la UE de que sus intereses sean obviados. Lo reconocen abiertamente después de lo de Afganistán, de la saga de los submarinos australianos y después de la creación del llamado AUKUS.

Algunos miembros de la UE han empezado a señalar de forma activa que es necesario formar una estrategia independiente en lo tocante a la seguridad. Al mismo tiempo, dentro de la Unión existen potentes grupos de presión que se opone a cualquier intento de “independizarse” de la OTAN e insiste en que la Alianza es la clave de la seguridad, también para la UE. Dichos problemas deben ser solucionados por estos dos organismos. En realidad, no nos importa mucho con quién negociar, si el proceso es liderado por Washington. Es que de EE. UU. depende la forma en la que es vertebrada la política de la seguridad en Europa y también en otras partes del mundo, donde la OTAN está “afianzando sus posiciones” en estos momentos, en contra del planteamiento inicial de la organización en cuestión.

EE. UU. pudo recuperar su dominio en el continente europeo a través de la OTAN. Washington está poniendo en práctica de manera activa la línea de homologación de cualquier medida de carácter militar tomada por la OTAN o la UE. Existen acuerdos sobre movilidad de unidades militares, en función de los cuales los países de la UE que no forman parte de la OTAN deben prestar su territorio y su infraestructura de transporte para los desplazamientos de las fuerzas de la OTAN. Es un proceso serio y Suecia, Finlandia y Austria también participan con cierta frecuencia en las maniobras de la OTAN, eventos que en absoluto tienen “historial inofensivo”.

Conversamos con el señor Borrell en los márgenes de la reunión del Consejo de Ministros de la OTSC en Estocolmo el 2 de diciembre de 2021. Confirmamos que no nos estábamos evitando. Le recordé que le tocaba a la Unión Europea dar el siguiente paso. No rompimos los vínculos que nos unen. Estuvimos en contacto con Josep Borrell y estamos dispuestos a continuar haciéndolo este año. Todo depende de la medida en la que se le permita reanudar el diálogo con la Federación de Rusia y de lo constructivos que sean los temas abordados por iniciativa de la UE.

Kazajistán

Pregunta: En la reunión extraordinaria de los jefes de Estado de los países miembros de la OTSC celebrada por vídeoconferencia, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, manifestó que el mecanismo de la OTSC se había puesto en marcha. ¿Significa el precedente de Kazajstán que ha aumentado la posibilidad del uso de las fuerzas de paz de la OTSC en caso de este tipo de amenazas y en otros países miembros del organismo? ¿Qué quiso decir el presidente de Rusia, al indicar que era necesario perfeccionar el procedimiento de la toma de decisiones de usar las fuerzas del organismo? ¿De qué forma serán consolidadas las fuerzas, para luchar contra las células terroristas durmientes?

Respuesta: Es importante que el presidente de Kazajistán, Kasym-Zhomart Tokaev, se haya dirigido a sus aliados, de acuerdo con el Tratado de Seguridad Colectiva y con la Carta de la OTSC. La situación puso de manifiesto que los esfuerzos emprendidos en los últimos años y encaminados a crear potencial de mantenimiento de la paz fueron fructíferos y resultaron tener demanda. Se suele decir: si quieres paz, prepárate para la guerra. Gracias a Dios, no se llegó a la guerra. Las fuerzas de la paz demostraron su eficacia al mundo entero. Todos quedaron perplejos al observar la velocidad del despliegue de las unidades enviadas por todos los países miembros de la OTSC a Kazajstán por solicitud del presidente del país. No me cabe la menor duda de que el proceso impresionó a quienes estuvieron pendientes. Espero que no necesitemos más estas experiencias, pero no sería de más estar alerta. Dios no quiera que vuelva a ocurrir algo así. Hacemos todo lo necesario, para prevenir este tipo de situaciones, también a través de los pertinentes organismos de la OTSC. Hemos de estar preparados, puesto que hay un sinnúmero de intentos, en Asia Central y los demás países miembros, de “avivar las tensiones”. Se intenta con una mayor insistencia, se corren más riesgos, desde que EE. UU. abandonó Afganistán, junto con otros países de la OTAN, dejando el país en la situación que está viviendo en estos momentos, una situación en la cual se necesita reconstruir el propio Estado afgano.

Las actividades que he mencionado suponen también la lucha contra las “células dormidas”. No debe llevarse a través de las Fuerzas Armadas, sino a través de los servicios secretos y de inteligencia. Tales estructuras existen en el marco de la OTSC, funcionan bajo la égida de los Consejos de seguridad. Sin duda se prestará una mayor atención y dicha labor se volverá más útil.

Pregunta: Presento la empresa interestatal de radio y televisión MIR, cuya oficina fue saqueada hace 9 días en Almatý. El hecho de haber sido creada la empresa por iniciativa de Nursultán Nazarbayev y de haber firmado los documentos estatutarios el entonces ministro de Asuntos Exteriores y hoy presidente de Kazajistán, Kasym-Zhomart Tokaev, no les echó para atrás a los saqueadores. Todo el equipo está destruido, incluso la calefacción se la llevaron. Sin embargo, nuestros compañeros siguen trabajando y cubriendo las noticias en directo. Como quien dice “Lo que no mata, engorda”. ¿Para qué había que saquear la oficina de una empresa de radio y de televisión nacional? ¿Está esperando nuevas sanciones por parte de los países occidentales, después de haberse usado las fuerzas de la OTSC? ¿Por qué la OSCE estuvo callada, cuando los terroristas lo estaban destrozando todo a su alrededor y solo ahora, tras haberse recuperado el orden, empezó a hacer comentarios? Mejor que ni lo hubieran hecho.

Respuesta: Ya hemos comentado esta situación. Hemos informado de manera oficial a la OSCE, sobre todo, al Representante de la OSCE para la Libertad de los Medios. Es realmente vergonzoso para un organismo que se posiciona como “referente”. Los países occidentales indican que la OSCE es el “patrón de oro”. Sin embargo, en vez del modelo ha probado tener “doble rasero”. Es admisible aquello que se cometió. Como bien ha indicado, al ser destrozado todo, verse amenazadas las vidas de los periodistas, al ser lesionados los periodistas, la OSCE estaba callada. Al ayudar la OTSC a Kazajstán a normalizar la situación, al empezar las detenciones de los provocadores, de los culpables de los incendios y demás delitos, se empezó a llamar a “vivir en paz y a evitar la violencia”.

En este sentido la Secretaría de la OSCE no queda muy atrás de la Secretaría de la OTAN. A finales de 2013, cuando ocurría lo del Maidán en Ucrania, el secretario de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en numerosas ocasiones se dirigió en público al presidente Víktor Yanukóvich, llamando a no recurrir a la fuerza. Y en cuanto se produjo el golpe de Estado, el señor Rasmussen cambió de discurso y empezó a llamar a los golpistas que llegaron al poder por la vía anticonstitucional a usar la fuerza de manera proporcional. Es decir, el presidente considerado “prorruso” que no era del todo correcto, uno que no era “fiel prosélito de Occidente” no se le permitía hacerlo y a los golpistas que juraron lealtad a los países occidentales, sí que se les permitía usar la fuerza.

La OSCE debe deshacerse de la imagen que se forjó en los últimos años, el de una herramienta para la promoción de los intereses de Occidente. La composición de la Secretaría de la OSCE, hecho que comentamos en numerosas ocasiones a los presidentes del organismo, a todos los secretarios generales, es absolutamente discriminatoria con respecto a Rusia y otros países miembros de la OTSC. Lucharemos contra ello. Es necesario convertir a la OSCE en un espacio de diálogo paritario basado en la elaboración del equilibrio de intereses y del consenso. Aunque todo ello está recogido en los documentos de fundación de dicho organismo, en la práctica los países occidentales están aplicando la política de la privatización de las secretarías y de la propia OSCE y de todas sus instituciones. A eso hay que dedicarse y no intentar “ahogar” nuestras iniciativas relativas a la seguridad en la actual organización inerte.

En cuanto a las nuevas sanciones que podrían seguir al uso de las fuerzas de la OTSC, no le puedo decir nada. Nunca trabajamos, esperando algo, trabajamos con cosas concretas. Sin embargo, nuestros interlocutores occidentales son capaces de todo. Ahora se nos amenaza con sanciones desde Washington: el Congreso tiene pensado ya algunas, la Casa Blanca aprueba algunas y no aprueba otras. Es esta su mentalidad: llaman a preparar un paquete de sanciones por si acaso, por si “Rusia ataca a Ucrania”. Y no están solos: hay quienes llama a introducir sanciones contra Rusia, si no retira sus tropas de la frontera ucraniana, a pesar de encontrarse las tropas rusas en el territorio ruso. Se puede esperar cualquier cosa de ellos. Le aseguro que estamos preparados para afrontar cualquier desarrollo de los acontecimientos. Las pocas ilusiones que tuvimos en la esfera de la economía, las fuimos perdiendo durante los últimos 7 años. En el Foro Económico Yegor Gaydar celebrado hace poco se abordó el tema en cuestión. Incluso los economistas rusos más liberales reconocieron que hemos de fiarnos de nosotros mismos y de nadie más. Todos los mecanismos de las relaciones económicas que dependen de organismos controlados por Occidente entrañan riesgos. Nos estamos deshaciendo de estos riesgos de manera incesante y rápida, sobre todo, en la esfera de las altas tecnologías.

Un recordatorio a Alemania

Pregunta: A juzgar por los sondeos de opinión en Ucrania sobre el ingreso en la OTAN, aun cuando esto no sea muy probable, tenemos la impresión de que cuanta más presión ejerce Rusia, tantas más  personas en Ucrania expresan su deseo de que Ucrania ingrese en la OTAN. ¿Usted también percibe esta relación?

Respuesta: Es una continuación de lo que hemos discutido. Alemania considera que es preciso secundar todos los deseos de Ucrania. ¿Ustedes no quieren conocer lo que desea Rusia? ¿Acaso Rusia tiene menos importancia para Europa que Ucrania? De nueva estamos ante la disyuntiva: satisfacer los deseos de Ucrania o no sé qué hacer.  Nos atenemos a la siguiente lógica: todos deben sentirse seguros, sin que alguien se sienta vulnerado. O sea, algo parecido a la situación tras la reunificación de Alemania, cuando nos prometieron no promover un ápice al este del Oder la infraestructura militar de la OTAN. Como usted sabe, estas promesas se dieron. Ahora Ucrania desea ingresar en la OTAN, mientras nosotros queríamos que la OTAN no avanzara. Ucrania simplemente desea, al tiempo que a nosotros dieron promesas presidentes, personas respetables. Y nada.

Confiamos en que la RFA recuerde la postura de nuestro país cuando Alemania quiso reunificarse. En 2015, al intervenir en la Conferencia Internacional sobre Seguridad en Múnich y al responder a una pregunta relativa a Crimea, les dije a mis interlocutores que debían tener presente que nuestro país había secundado la reunificación de los alemanes, por lo cual deben entender que los rusos residentes en Crimea (la mayoría de la población de Crimea) también tienen derecho a reunificarse con su Patria. Sobre todo cuando contra estos rusos azuzaban a los extremistas que esgrimían consignas nacionalistas y gritaban “¡Fuera de Crimea!”. Entonces, uno de los diputados al Bundestag se puso a reír a carcajadas intentando demostrar que eran dos temas incomparables. No creo que sean incomparables. Espero que en Alemania no hayan olvidado la postura de nuestro país cuando sus actuales aliados occidentales abrigaban fuertes dudas respecto a la reunificación de Alemania. Pero la vida sigue su curso.

Al hablar de Crimea y del régimen ucraniano que ustedes quieren admitir en la OTAN, tengan presente que inmediatamente después del golpe de Estado en Ucrania, cuando desestimaron las firmas puestas por Alemania, Francia y Polonia al pie de los acuerdos entre Víctor Yanukóvich y la oposición a despecho de todas las aseveraciones,  ni siquiera prestaron atención a lo que la UE pensaba sobre el particular, y al fin al cabo la UE lo consintió.

Crimea

Acto seguido, los golpistas declararon que los rusos en Crimea jamás hablarían ni pensarían en ucraniano ni glorificarían a los fautores de los nazis como Stepán Bandera  y Román Shujévich. Fue entonces cuando la población de Crimea se rebeló, repelió el asalto al Consejo Supremo de Crimea y convocó el referéndum. Cuando se reúne el cuarteto de Normandía y discutimos el tema de Donbás, cuando explicamos que precisamente Kiev debe cumplir los Acuerdos de Minsk (tal como está estipulado), nuestros amigos alemanes hasta no hace mucho nos proponían dejar tranquilo a Kiev y simplemente cumplir los acuerdos. ¿Pero cómo se los puede cumplir sin exigir las responsabilidades a los signatarios? Planteamos constantemente que todos los problemas actuales de Ucrania, tanto los atinentes a sus relaciones con Rusia y con sus propios ciudadanos, hunden raíces en el anticonstitucional golpe de Estado.

Nuestros colegas occidentales, los alemanes incluidos, primero comentaban que, supuestamente, todo había empezado por la “anexión” de Crimea. Cuando les explicamos la gnoseología del conflicto, no saben qué responder. Hace poco manifestaron que, según nosotros, era un golpe de Estado, mientras según ellos, un “proceso democrático”. Es realmente oprobioso. En estas condiciones nos vemos obligados a sostener negociaciones serias.

La Ucrania que ustedes pretenden admitir en la OTAN, ahora está representada por el presidente Vladímir Zelenski. En su tiempo, Arseni Yatseniuk, siendo primer ministro de Ucrania, calificó de “inhumanos” a la gente que se rebeló contra los nazis en Donbás. No hace mucho, el presidente Vladímir Zelenski, al referirse a estas mismas personas, las calificó de “especie”, añadiendo que si esta “especie”, siendo ciudadanos de Ucrania, se consideran rusos, quieren hablar en ruso y atenerse a la cultura rusa, que se larguen entonces a Rusia.

Por lo visto, quiere “deshacerse” de esta gente que se opone tajantemente a que Ucrania sea arrastrada a la OTAN, consciente de los riesgos y amenazas que esto lleva aparejado para la propia Ucrania.

Son muchas las cuestiones a discutir. En la tesitura actual, no debemos elegir a una persona concreta a que apoyar. Todos debemos ponernos de acuerdo sobre los procedimientos a implementar para cumplir la “mantra” de nuestros colegas occidentales sobre una seguridad indivisible y el compromiso a no reforzar la seguridad propia a cuenta de la de otros.

Pregunta: ¿Qué objetivo realmente perseguía Moscú al iniciar el diálogo sobre las garantías de seguridad? Rusia debería prever la respuesta de Occidente. Usted mismo lo ha comentado en las respuestas anteriores. Así las cosas, ¿para qué lo hizo? En Ucrania se baraja la hipótesis de que Moscú premeditadamente presentó unas exigencias exageradas para obtener a cambio algo distinto, tal vez, en forma no pública. Si no es así, ¿Qué argumentos tiene Rusia para que el Occidente colectivo cambie de opinión? ¿Podría ser Cuba o algo distinto?

Respuesta: No hemos intentado hacer algunas jugadas o seguir el escenario que, según Usted, alguien mencionó en Ucrania, rigiéndose por el principio “pide más, te darán menos”.  Es un truco habitual que se utiliza tanto en la vida cotidiana como en la política.

En nuestro caso todo es mucho más serio. Nos oponemos categóricamente al acercamiento de la OTAN a nuestras fronteras, sobre todo tomando en consideración la política que, lamentablemente, practica la cúpula gobernante de Ucrania (tanto la actual como la anterior). Más aún, es una verdadera “línea roja:, y lo saben. Aun cuando Ucrania esté al margen de la OTAN, podría suscribir acuerdos bilaterales con EE. UU., Gran Bretaña y otros países occidentales que despliegan allí instalaciones militares, bases militares en el mar de Azov. Tampoco es admisible para nosotros. El despliegue en el territorio de nuestros vecinos, en este caso concreto, de Ucrania, de armamentos de ataque que puedan amenazar a la Federación de Rusia, es otra “línea roja”. Ahora también la UE pone sus miras en Ucrania. Hemos hablado sobre la UE y Ucrania. La Unión Europea está promoviendo enérgicamente sus planes de destinar a Ucrania una misión de instructores militares, es decir, hablando en rigor, quiere hacer su aporte al adiestramiento de unidades antirrusas.

En la línea divisoria se concentran cada vez más tropas, incluidas las unidades más capacitadas, los denominados batallones de voluntarios que Occidente anteriormente consideraba como extremistas, pero ahora ha dejado de hacerlo. Ucrania desplaza tropas por su territorio, ha concentrado una inusitada cantidad de militares cerca de la línea divisoria, pero esto no le preocupa a Occidente. A Occidente le preocupa lo que está haciendo Rusia en su territorio. Pero Rusia nunca había amenazado al pueblo ucraniano, ni públicamente ni a puerta cerrada. Mientras, Vladímir Zelenski y sus allegados lo hacen sin tapujos. He aducido la exigencia de Vladímir Zelenski de que los rusos se largaran de Ucrania. Es una amenaza expresa. ¿Y si realmente se le ocurre utilizar todas las tropas ucranianas concentradas en esta zona para expulsar a los rusos? No en vano en Kiev discuten el plan “B”. Dmitri Kuleba incluso conversó con croatas quienes compartieron con él sus experiencias de la denominada operación “Storm” a resultas de la cual 200 mil serbios se vieron fuera de su patria y se convirtieron en refugiados. A nuestros colegas occidentales que analizar el desplazamiento de tropas en los territorios nacionales les aconsejaría analizar los objetivos que con respecto a los rusos y rusoparlantes proclaman los radicales ucranianos encabezados por el presidente.

Pregunta: Mis preguntas también guardan una relación indirecta con Ucrania. Grecia procura respaldar sin obstinación las resoluciones de la OTAN pero al propio tiempo fomentar sus tradicionales relaciones con Rusia. Por lo visto, no es tan fácil para los países pequeños como Grecia. Pero últimamente, el Kremlin  y la prensa rusa mencionan la base militar de EE. UU. en Alexandroupolis (al norte de Grecia) en el contexto del traslado de material de guerra a Ucrania. ¿Hasta qué grado es crítico para Rusia? ¿Han discutido este tema con Grecia? Desde hace tres años que la Ortodoxia Mundial se enfrenta a un cisma geopolítico, quizás, el primero en su historia. La situación se va agravando.  El cisma se va expandiendo. ¿Tal vez, la diplomacia de alguna manera ayude de alguna manera a las iglesias ortodoxas para no vulnerar la tradición y la historia común, contribuya a elaborar algunas fórmulas de compromiso?

Grecia

Respuesta: Usted ha dicho que Grecia apoya la OTAN “sin obstinación”. Desde hace tiempo mantenemos relaciones, tenemos raíces históricas con los colegas griegos, con el pueblo griego y con Grecia como país. Recordamos a Ioannis Kapodistrias, el primer jefe de Estado de la Grecia independiente después de haberse desempeñado como diplomático en el Imperio Ruso. Hace muy poco, sostuvimos buenas negociaciones con Nikolaos Dendias. Discutimos nuestras relaciones bilaterales, las perspectivas de fomento de la cooperación en los ámbitos económico-comercial, de inversiones, cultural y de las Humanidades. Estas relaciones son muy densas en contenido en todas las áreas, incluida la de seguridad.  Analizamos los nuevos pasos dados en las relaciones estadounidense-griegas para elevar el status del puerto de Alexandroupolis en interés de la Marina de Guerra de EE. UU. Nos enteramos de las finalidades con que los estadounidenses van a utilizar este puerto.

Los Acuerdos de Minsk prohíben expresamente la permanencia de militares extranjeros y de extranjeros armados en el territorio de Ucrania. Estos documentos no prohíben los suministros de armamentos a Ucrania. Pero en Ucrania hay muchos militares extranjeros. No son miles, como afirman algunos erróneamente, pero sí que varios centenares de estadounidenses, británicos y otros. Formalmente, no está prohibido suministrar armamentos. Volviendo a los designios que abriga el actual régimen ucraniano, nos damos perfecta cuenta de que el suministro de grandes cantidades de armas a Kiev genera en la cúpula dirigente una tentación adicional de resolver los problemas en el este de Ucrania con empleo de la fuerza armada. Para nosotros es inadmisible por razones comprensibles. Por cierto, respecto a los instructores. Pero cuando llamamos la atención de Occidente sobre esto, siempre nos responde: no son más que instructores quienes no participan en las hostilidades. Recuerdo perfectamente una imagen televisiva durante la guerra en Georgia en agosto de 2008, los instructores en el uniforme del Ejército de EE. UU. (blancos y afroamericanos) adiestraban a los georgianos en el manejo de armas antitanque y otras. No quiero que esto se repita en Ucrania, porque de este modo se cruzarían todas las posibles “líneas rojas”. Se produciría un enfrentamiento directo entre los ciudadanos rusos de Ucrania y los militares de la OTAN. Me doy cuenta de que Grecia es miembro de la OTAN y de la UE. Pero vemos asimismo que Grecia se opone al recrudecimiento de las sanciones antirrusas. A Atenas no le place en absoluto lo que ocurre ahora entre Occidente y la Federación de Rusia. Nos fiamos de nuestros amigos griegos. Gracias a su sabiduría, ellos harán una opción de conformidad con sus convicciones.

Sobre cisma ortodoxo

Por lo que se refiere a la Iglesia Ortodoxa, es un problema sumamente serio. Usted habla del apoyo diplomático, pero la diplomacia no tiene que intervenir en los asuntos eclesiásticos. El Estado no debe intervenir en los asuntos eclesiásticos. Pero en ocasiones la vida resulta ser más complicada. Con la actual crisis en la Iglesia Ortodoxa tienen que ver los Estados Unidos. EE. UU. diseñó un mecanismo especial, designó a un comisionado para la libertad de conciencia quien en realidad no se ocupaba de ninguna libertad sino manipulaba activamente y financiaba al Patriarca de Constantinopla, Bartolomeo, para que éste siembre cizaña, también en Ucrania y contribuya a crear una iglesia ortodoxa cismática no canónica de Ucrania que provocó profundas divergencias en el mundo ortodoxo. Lamentablemente, las iglesias griegas (la ortodoxa helénica, la chipriota y otras) se encuentran bajo una enorme presión, incluida la presión, según entiendo, ejercida por el Gobierno griego. Lo discutimos en privado, pero también hay hechos de dominio público. Si acordamos con los gobiernos y diplomáticos de los países en cuyo territorio se encuentran iglesias ortodoxas canónicas para que no interpongan escollos a su funcionamiento, que les dejen vivir con arreglo a sus leyes y cánones, creo que sería el mejor aporte de la diplomacia y otras instituciones públicas al ejercicio de la libertad de conciencia.

Pregunta: Recientemente, se han producido combates en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán. Este último país ha usado artillería y drones… ¿Tiene eso que ver, en su opinión, con que Armenia y Rusia han ayudado a Kazajistán, dada la reacción de gran nerviosismo por parte de Bakú y Ankara a la asistencia brindada por la OTSC al Gobierno de Kazajstán?

Respuesta: No he visto reacción oficial de “nerviosismo” ni desde Bakú ni desde Ankara. Desde Ankara hubo una declaración extraña, por decirlo suavemente, de Ihsan Sener, uno de los asesores del presidente Recep Tayyip Erdogan, que condenó a Kazajstán por haber invitado a la OTSC. Pedimos a nuestros colegas turcos una explicación al respecto. Las autoridades oficiales no han hecho ningún comentario negativo, al igual que las de Azerbaiyán.

Sobre Armenia y Azerbaiyán: “Hay que sentarse en la mesa de negociación”

Abogamos por que se proceda lo antes posible a la delimitación de la frontera entre Armenia y Azerbaiyán. No tiene que ver con la región de Karabaj ni con las cuestiones de la normalización. Es un asunto puramente bilateral, y venimos proponiendo desde casi un año que se trabaje en él creando con este fin una comisión para la delimitación y demarcación. Nos ofrecemos como asesores, habida cuenta de que el Estado Mayor General ruso y otros organismos disponen de mapas que reflejan distintas etapas de la formación de la URSS, las modificaciones de las entidades territoriales y de los límites entre repúblicas dentro de la Unión.

Es precisamente un tema que abordé justo ayer con mi homólogo armenio. Hay propuestas correspondientes de las partes. Para crear esa comisión, es necesario acordar las condiciones. Y estas condiciones se están debatiendo ahora, existen divergencias al respecto. Nuestra posición es bien clara: hay que sentarse en la mesa de negociación y, en el marco de la comisión ya oficialmente creada, solucionar todos los asuntos que aún quedan pendientes de acordar.

Pregunta: Desde Azerbaiyán se ha destacado reiteradamente la importancia de la delimitación y demarcación fronteriza. En Sochi se acordó que se crearía una comisión bilateral para la delimitación de la frontera entre Azerbaiyán y Armenia y que Rusia apoyaría a las partes en este proceso. Pero no vemos ninguna acción al respecto por parte de Armenia. ¿Cómo lo podría comentar usted?

Respuesta: Ya lo he comentado. Efectivamente, en Sochi se alcanzó un acuerdo en principio y se expresó la esperanza, en las declaraciones a la prensa, de que esa comisión se crearía antes de fin de 2021. La vida es más compleja. No hay suficientes avances para que sea creada. Ayer hablé con los colegas armenios que ahora tienen nuevas propuestas. Las estamos trasladando a Bakú. Vamos a ver qué se hace para que la comisión se ponga en marcha lo antes posible. Las discrepancias, reitero, consisten en qué es necesario hacer para que empiece su labor. Va a ser complicado. Hemos comprobado que el tema se está discutiendo, que es posible crear esa comisión de forma óptima incluyendo en su agenda los asuntos que se deben solucionar de manera prioritaria.

Juegos Olímpicos en China

Pregunta: Como es sabido, en 2014 el presidente de la República Popular China asistió a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi. En la reciente telerreunión con el presidente Xi Jinping, el presidente Vladímir Putin dijo que a su vez visitaría la ceremonia de inauguración de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín y sostendría un encuentro presencial con su viejo amigo, el primero en casi dos años. ¿Díganos por favor qué es lo que espera Rusia de esa visita?

Respuesta: En efecto, estamos preparando una cumbre oficial Rusia-China. Por invitación del presidente Xi Jinping, el presidente Vladímir Putin visitará Pekín el 4 de febrero de 2022, día en que se inaugurarán los Juegos Olímpicos. Ese mismo día se realizarán conversaciones al más alto nivel y de pleno formato. Como ocurre siempre durante conversaciones de nuestros líderes, esta reunión abarcará el conjunto de las relaciones bilaterales. Rusia y China tienen una nutrida agenda bilateral y una singular arquitectura de vínculos bilaterales, que no tenemos prácticamente con nadie más, en lo que se refiere a las cumbres anuales, reuniones de los jefes de Gobierno y de las cinco comisiones a nivel de vice primeros ministros que preparan las reuniones de los jefes de Gobierno. Este mecanismo ha demostrado su gran eficacia. Se preparan decisiones que han sido reflexionadas en detalle, son viables y ayudan realmente a incrementar nuestra interacción. El año pasado, el intercambio comercial marcó un aumento récord que fue muy significativo.

La agenda de nuestra cooperación incluye la problemática internacional, dado el deterioro de la situación en el mundo, de lo que hoy estamos hablando en detalle. Rusia y China, al unísono  y junto con otras naciones que comparten la misma visión, defienden las normas del derecho internacional, la igualdad, la soberanía y la integridad territorial de los Estados, la solución de todas las crisis por la vía política, la no injerencia en los asuntos internos de los países. Promovemos estos principios durante los debates sobre situaciones específicas en el Consejo de Seguridad y otros organismos de la ONU, y nos oponemos en este contexto a los intentos de sustituir el derecho internacional por unas “reglas” que se inventa Occidente insistiendo en que el orden mundial ha de basarse precisamente en esas “reglas”. A Rusia y China se nos tacha de “revisionistas”, aunque es justo al contrario, es precisamente Occidente que revisa lo que está plasmado en la Carta de la ONU y en otras normas universales del derecho internacional. Junto con los amigos chinos y un gran grupo de otros países –latinoamericanos, africanos, asiáticos– formamos en Nueva York (ONU) un grupo de amigos en defensa de la Carta de las Naciones Unidas que ya ha realizado dos reuniones. En estos momentos estamos debatiendo la posibilidad de celebrar una reunión a nivel de ministros. Es un formato que tiene demanda ante los ataques contra la Carta de la ONU.

En lo que se refiere a la problemática internacional, a Rusia y China nos une también la visión de enfoques sobre situaciones de crisis pendientes como el programa nuclear de Irán y la necesidad de restablecer el Plan de Acción Integral Conjunto del que se retiró la Administración de Donald Trump. Otro de esos problemas es Afganistán. Colaboramos estrechamente en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái, donde el problema de Afganistán y de Asia Central ocupa hoy un lugar especial. También cooperamos en el contexto del desarrollo de la interacción transeuroasiática. El presidente Vladímir Putin destacó la iniciativa de la Gran Asociación Euroasiática que se corresponde con las actividades de la Unión Económica Euroasiática, la cual firmó y está poniendo  en práctica un acuerdo de cooperación comercial y económica con la República Popular China. En este contexto, los procesos de integración en el espacio postsoviético se armonizan con los pasos prácticos para realizar la iniciativa china de la Franja y la Ruta. Trabajamos juntos también con la ASEAN a fin de preservar su papel central en muchos de los elementos de la arquitectura internacional en la región de Asia-Pacífico. Vemos los riesgos que implica el concepto de la “Estrategia para el Indo-Pacífico” que promueven Estados Unidos y otros países occidentales y que busca abiertamente crear líneas divisorias, socavar el papel central de la ASEAN y sembrar confrontación, incluyendo con componentes militares, en esa región, en un momento en que esta necesita negociaciones y debates inclusivos que permitan tomar en consideración las preocupaciones de todos y lograr soluciones de consenso.

Esto es solo una ínfima parte de lo que constituye la agenda de la asociación integral y la cooperación estratégica ruso-china. Estoy convencido de que abordaremos todas estas cuestiones tanto durante los preparativos de la visita del presidente Putin a Pekín como durante la misma. Mi homólogo y amigo, el ministro de Asuntos Exteriores Wang Yi, y yo hemos acordado que en vísperas de la reunión de los líderes mantendremos un encuentro en el que repasaremos detalladamente la totalidad de la agenda internacional.

“Tres más tres”, potencial unificador

Pregunta: Los esfuerzos de Turquía y Rusia siguen garantizando la estabilidad en el Cáucaso Sur. Para ello, se lanzó la plataforma de cooperación “tres más tres”.  Pero Georgia todavía no se ha adherido a esa plataforma. ¿Va a hacer Rusia alguna gestión para incluir a Georgia en el formato “tres más tres”? También, los representantes de Turquía y Armenia se reúnen hoy en Moscú para abordar las relaciones bilaterales. ¿Cómo valora esos esfuerzos?

Respuesta: Indudablemente, apoyamos esos esfuerzos y participamos activamente en ellos, pues contribuyen a normalizar la situación en el Cáucaso Sur, ayudan a crear las condiciones para que los problemas políticos pendientes se solucionen de forma mucho más activa y fructífera, a través del desarrollo de la cooperación económica y de otra índole entre los tres países del Cáucaso Sur y sus tres grandes vecinos – Rusia, Turquía e Irán–.

Respaldamos activamente la idea del formato “tres más tres” cuando fue mencionada por primera vez por el presidente Ilham Alíyev y después por el presidente Recep Tayyip Erdogan. Vimos enseguida un buen potencial unificador en esta iniciativa. Desde el primer momento de los debates sobre la misma y durante los preparativos de la reunión celebrada en Moscú, hemos abogado porque nuestros vecinos georgianos también estén implicados en este proceso, partiendo de que cuantas más oportunidades haya para el diálogo, mejor será para resolver los problemas pendientes. En estos momentos estamos dialogando con los colegas georgianos en el marco de los debates de Ginebra sobre Transcaucasia que se centran en las consecuencias de la agresión de Georgia en agosto de 2008 y en el marco del canal bilateral informal que se creó hace tiempo entre Moscú y Tiflis. Los procesos puestos en marcha en el marco del formato “tres más tres” son de mucho mayor importancia porque se centran en las perspectivas del desarrollo de toda esa región.

Tras las acciones armadas del año pasado, los líderes de Armenia y Azerbaiyán sellaron, con colaboración del presidente de Rusia, un acuerdo para poner fin a las hostilidades, desarrollar vínculos comerciales y económicos, desbloquear todas las rutas en esa región. Con eso se abren las oportunidades que buscan tanto Turquía, Rusia e Irán, como Georgia. Me parece que es de su interés adherirse a ese formato sin condiciones previas. Se podría acordar que en el formato “tres más tres” solo abordamos temas que interesen a todos los participantes. Puesto que no tenemos relaciones diplomáticas con Georgia (aunque existe una Sección de Intereses, las relaciones diplomáticas fueron rotas por Georgia), disponemos de menos posibilidades para explicarles las ventajas de esta forma de interacción. Hemos pedido a nuestros amigos turcos y azerbaiyanos (Armenia también puede ayudar) que expliquen a los vecinos georgianos cómo les beneficiaría a ellos, al igual que a todos nosotros, la adhesión a ese formato. No les comprometería a nada en lo que respecta a sus posturas políticas.

Turquía y Armenia designaron sus representantes especiales. Rusia les ayudó para llegar a este acuerdo. Nos complace que la primera reunión tenga lugar en Moscú. Nuestro papel consiste en ayudar a establecer un diálogo directo. Espero que tengan éxito en eso.

Relaciones con Japón

Pregunta: El año pasado, usted viajó a China y a la República de Corea pero, lamentablemente, no visitó Japón. ¿Acaso se está olvidando Rusia de Japón? ¿Cómo valora usted las relaciones ruso-japonesas actuales? ¿Habrá una reunión este año? El primer ministro Fumio Kishida, cuando aún encabezaba el Ministerio de Exteriores, se reunió en repetidas ocasiones con usted. Dicen que ustedes tomaron sake y vodka. ¿Qué expectativas tiene respecto a la interacción con el Gabinete de Kishida? ¿Qué nuevos ámbitos prioritarios de las relaciones con Japón destacaría usted? ¿Qué lugar ocupa Japón en la política exterior de Rusia?

Respuesta: Efectivamente, planeábamos una visita para finales de 2021. Debido a los cambios que se produjeron antes en Japón, se decidió (por acuerdo mutuo) aplazar un poco esa visita, para que el nuevo Gobierno japonés pudiese definir su futura política tanto sobre los asuntos internacionales como respecto a la Federación de Rusia.

Les tenemos mucho afecto a Japón y a los japoneses. Son nuestros vecinos. Tenemos una historia en común difícil. En las últimas décadas se ha logrado crear un ambiente que permite exponer con camaradería cualquier problema persistente y pendiente de solución. Preferiríamos que la existencia de esos problemas y el trabajo para resolverlos no nos impidieran avanzar en aquellas áreas en las que nuestros intereses coinciden de manera objetiva, y allí donde Rusia y Japón puedan aunar esfuerzos para consolidar sus ventajas competitivas en el mercado internacional. Hay algunos pequeños escollos para el avance de esta lógica. En Japón existe un grupo de políticos y empresarios que consideran que primero hay que resolver el “problema territorial” y después habrá un “maná divino” con la llegada de inversiones japonesas “a gran escala” a la Federación de Rusia. Nosotros sostenemos no obstante que condicionar de esta forma artificial el desarrollo de nuestras relaciones a la solución del problema del tratado de paz no responde del todo a los intereses de Rusia ni sobre todo a los de Japón. El problema del tratado de paz es un legado que hemos heredado. El presidente Vladímir Putin se lo ha dicho en más de una ocasión a sus colegas japoneses. Ha reafirmado que estamos interesados en resolverlo, ante todo sobre la base de los acuerdos alcanzados en diciembre de 2016 con el primer ministro Shinzo Abe. Los dos líderes convinieron en intensificar esta labor en virtud de la Declaración de 1956 que dice que en primer lugar hay que firmar un tratado de paz y después proceder a lo demás. Hemos remitido a nuestros amigos japoneses un borrador de cláusulas del tratado de paz. Estamos convencidos de que este tratado de paz, puesto que no se firma en 1945 sino en pleno siglo XXI, no puede tener solo una frase, de que la guerra ha terminado. Debe en realidad mostrar la plenitud de los vínculos actuales y abrir perspectivas para nuestro desarrollo.

Queremos que entre Rusia y Japón no haya reticencia y malentendido alguno respecto a lo que está pasando entre nuestros países, y que no existan barreras artificiales en la cooperación en materia de inversiones. Sabemos que Japón está sometido a presiones para que no “se aficione” demasiado a invertir en Rusia. También hay presiones para que Japón se sume a las sanciones. Y Japón se suma a las sanciones. No a todas, pero a muchas. Hay presiones también en materia de seguridad militar. Nos preocupa que Japón se haya convertido hace mucho tiempo en un aliado de EE. UU. Está el tratado de 1960 que deja a los estadounidenses un gran margen de maniobra y acción en territorio japonés. Ahora que EE. UU. en sus documentos doctrinales ha catalogado a Rusia poco menos que un enemigo y como mínimo un adversario y la mayor amenaza junto con China, la permanencia de Japón en una alianza con tal país no favorece del todo la creación de un clima óptimo para el desarrollo de nuestras relaciones.

Hay otro tema que también está reflejado en nuestro tratado además de los vínculos comerciales, económicos, culturales y sus perspectivas, además de los problemas de seguridad militar en esa región. Han circulado rumores de que Washington prevé emplazar en territorio japonés una versión terrestre de aquellos misiles de alcance medio y más corto prohibidos por el tratado del que EE. UU. se retiró. Tenemos muchas dudas al respecto que para nosotros es de importancia crítica que se aclaren, porque, de ser eso cierto, se crearía una amenaza para la Federación de Rusia.

Un gran cúmulo de problemas son los asuntos internacionales. Vemos que Japón mantiene en la ONU y otras instituciones internacionales posiciones idénticas a las de Washington, los países de la OTAN y demás naciones occidentales. Si buscamos ser socios cercanos, necesitamos también determinar en qué medida podríamos superar estas discrepancias importantes sobre la agenda internacional.

Cuando realmente pongamos en marcha una asociación de “nueva calidad” en todas esas áreas, estoy convencido de que será mucho más fácil dar solución a todos los problemas, incluidos los relacionados con el tratado de paz, que en el actual clima de bastante confrontación. Las autoridades oficiales japonesas protestan constantemente por las visitas de funcionarios y militares rusos a las islas Kuriles del Sur que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial son parte inalienable de la Federación de Rusia, lo cual está avalado por la declaración soviético-japonesa de 1956. También es un asunto que nos frena. Japón se niega en rotundo a reconocer los resultados de la Segunda Guerra Mundial en esta materia. Es una enorme agenda, positiva y problemática, que requiere de esfuerzos adicionales. Es por eso que estamos buscando que nuestro diálogo sea más sustancial, específico, abierto y orientado a hacer avanzar precisamente la asociación ruso-japonesa, sin convertir el futuro de la misma en un rehén de sus relaciones con su mayor aliado.

La visita se realizará sin falta. En estos momentos estamos coordinando las agendas. Creo que en los próximos dos o tres meses le pondremos fecha.

Soberanía rusa atacada

Pregunta: El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, afirma que lo que ha hecho el presidente Vladímir Putin en los últimos dos años, solo ha acelerado todo aquello que el presidente de Rusia, según él mismo decía, quería evitar. ¿En qué motivos, hechos y sucesos cree usted que se basa el titular del Departamento de Estado para hacer conclusiones de tamaña envergadura? ¿Qué podría decir Rusia al respecto?

Respuesta: Es una forma de hablar. A los anglosajones les encanta formular este tipo de enunciados bonitos a la par que enigmáticos. No entiendo muy bien qué quiere decir en este caso. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dedica considerable atención, desde el inicio de su presidencia y especialmente en los últimos años, al fortalecimiento de la soberanía rusa. Estamos viendo cómo la soberanía de Rusia, al igual que la de muchos otros países que realizan una política más o menos independiente, es atacada por parte de Occidente. Se trata de ataques híbridos, tal como se suele denominarlos ahora y que se lanzan en todas las direcciones, disuasión militar directa, ataques mediáticos, el uso de mecanismos del “poder blando” con fines turbios, organizaciones no gubernamentales financiadas directamente por algún Estado y muchas cosas más. Este tipo de estrategias podría “funcionar” contra algún país pero para Rusia es absolutamente inaceptable. Nuestra experiencia de los años 90 es lo que causa este tipo de declaraciones por parte de Occidente. En aquel entonces Occidente se pensó: “Ya está, han conseguido ya los objetivos que no se plantearon ellos mismos sino que les planteamos nosotros los norteamericanos, y les estamos ayudando a poner en práctica esos objetivos, en particular a través de la presencia física en el Gobierno ruso, en sus organismos correspondientes”. Tal vez duela cuando primero uno se cree que Rusia está “en el bolsillo” de Occidente y no va a defender más sus intereses, y luego resulta que todo eso no es cierto.

He tratado varias veces con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken. Es un hombre con experiencia, competente y que sabe escuchar. Mucho de lo que hoy se está diciendo públicamente, se debe a la exacerbación artificial de las tensiones, al deseo de crear tal clima en torno a la Federación de Rusia, en particular como un telón de fondo adicional para las conversaciones que empezaron en Ginebra y continuaron en Bruselas y que, espero, podremos reanudar. Pero eso dependerá de la respuesta concreta por escrito que EEUU dé a las propuestas de Rusia.

Yemén, Siria, Iraq, Irán

Pregunta: Está claro que las relaciones con Occidente se encuentran en la peor situación de los últimos años, pero, al mismo tiempo, se desarrollan con Oriente. La próxima semana el presidente iraní, Sayyid Ebrahim Raisi, visitará Moscú. Esta visita tendrá lugar mientras la situación en las negociaciones sobre el programa nuclear en Viena sigue sin estar clara, en particular, a causa de las sanciones estadounidenses, la situación en el Golfo y el ambiente general en Oriente Medio. ¿Dónde está la iniciativa rusa para la seguridad en el Golfo? ¿Por qué no ha surgido? ¿Cómo puede contribuir a la solución de importantes problemas regionales? Por ejemplo, en Yemen, que es el mayor desastre humanitario de la actualidad. Vemos que la OTAN se expande hacia el Este, pero ¿existe algún plan, por ejemplo, para expandir la OTSC? ¿Si cabe, a expensas de Irán u otros países que puedan fortalecer el contrapeso a las políticas de Occidente y Norte?

Respuesta: En cuanto al programa nuclear iraní, yo adopto una postura más optimista. Hay un progreso real allí, un deseo conjunto entre Irán y EE. UU. de reconocer sus preocupaciones concretas, de comprender cómo se puede tener en cuenta estas preocupaciones en un paquete común. Porque solo puede ser un paquete de soluciones, al igual que el propio Acuerdo Nuclear. El Plan de Acción Integral Conjunto fue un paquete de soluciones. En Viena ahora están los negociadores muy experimentados. Ya han penetrado en los detalles de este tema de negociación, y han alcanzado un progreso. Esperamos que se llegue a un acuerdo. Para ello es importante que los socios iraníes también sean lo más realistas posibles, cooperen con el OIEA, y que los participantes occidentales en este proceso de negociación no intenten crear tensión psicológica, lanzando periódicamente al espacio público iniciativas con críticas de Irán. Aquí se necesita una “diplomacia silenciosa” que, repito, funciona. Menos mal que hemos logrado superar la situación cuando Occidente planteaba condiciones para la reanudación del programa nuclear iraní, tratando de imponer restricciones al programa de misiles de Irán (que no estaba en el PAIC) y de su “comportamiento” en la región. Estábamos totalmente en contra. Sería deshonesto que prevaleciera ese enfoque. Se trataba del PAIC, que fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU en la forma en que fue suscrito. Se trataba de restaurarlo, luego de que la Administración de Trump se había retirado de este acuerdo, en su totalidad, tal como se había acordado, sin reservas ni adiciones. Como resultado, fue posible acordar que se aplicaría este enfoque.

En cuanto al programa de misiles y el comportamiento en la región, pensamos que todos los Estados de la región, e incluso los países no regionales, tienen muchos reclamos recíprocos. Irán los tiene para con sus vecinos árabes, los vecinos árabes para con Irán. Occidente, Estados Unidos y los países europeos también tienen algunas preguntas sobre lo que está haciendo Irán. Hay países que tienen intereses fuera de sus fronteras y, además, una influencia real en los acontecimientos en Siria, Libia, Yibuti, Yemen. Usted ha aducido un ejemplo muy elocuente. Instamos a que el trabajo sobre el PAIC no exceda la tarea de restaurarlo. Nosotros reconocemos e Irán reconoce que hay otros problemas que preocupan a los países regionales y sus colegas no regionales en un sentido más amplio. Proponemos discutir todos estos problemas en el marco de la convocatoria de conferencias sobre seguridad en el golfo Pérsico y más allá. Probablemente debería ser más amplio. Yemen, Iraq, todo está interconectado. Una conferencia que reuniría a iraníes y árabes, y en la que no sería Irán el tema de discusión, sino que cada parte pondría sobre la mesa sus preocupaciones. Los misiles, que no las tiene sólo Irán. Los árabes también están desarrollando la fabricación de cohetes. Las preocupaciones sobre Yemen, Siria, Iraq y muchos otros puntos calientes, de una forma u otra, generan controversia entre otros países. Este es nuestro concepto. Usted pregunta por qué no ha surgido. Es que no se había sumergido. El otoño pasado celebramos una conferencia científica con la participación de analíticos y especialistas de países miembros potenciales. Ahora está en marcha el proceso de completar el trabajo de restauración del PAIC. El coronavirus no ayuda nada. No obstante, esta conferencia sigue siendo una de nuestras prioridades. Entendemos que esta iniciativa en sí misma no puede ser ignorada. Los colegas chinos tienen propuestas similares para los países del golfo Pérsico. Los iraníes propusieron la iniciativa de Ormuz. Pero nuestro concepto es más amplio, porque implica ir más allá del grupo de países costeros del golfo Pérsico e involucrar a participantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, de la Liga de los Estados Árabes, de la Unión Europea.

En cuanto a la ampliación de la OTSC, está todo escrito en la Carta de la Organización. Cualquier país que desee unirse debe hacer tal solicitud. En el último año y medio los jefes de Estados miembros firmaron el Protocolo, que modifica la Carta, y ahora, además de los miembros de pleno derecho, se están creando instituciones colaboradoras y observadoras. Esta información ha sido enviada a los países pertinentes. Como mínimo, hay interés en establecer contactos con la OTSC. Les mantendremos informados sobre los avances en este proceso.

Pregunta: El presidente iraní, Sayyid Ebrahim Raisi, visitará Rusia. ¿Cuál es su opinión sobre la importancia de esta visita en términos de fortalecer las relaciones entre nuestros países?

Respuesta: La visita es muy importante. Es hora de retomar los contactos al más alto nivel. Con la República Islámica de Irán tradicionalmente son estrechos y regulares, aunque ahora también se ven afectados por la pandemia de coronavirus. Nuestros líderes ya hablaron por teléfono, por, sin embargo, el contacto cara a cara es mucho más productivo. Necesitamos hacer un inventario de toda nuestra agenda, teniendo en cuenta los cambios en el gobierno de Irán, para entender cómo asegurar la continuidad, y en qué áreas. En el plano bilateral, existe una rica agenda en materia económica. Pero cuando hay muchos proyectos conjuntos, se necesita prestar más atención a los detalles. El Gobierno está trabajando en ello. La comisión intergubernamental pertinente, encabezada por los ministros de Energía, hará su contribución. Por supuesto, tenemos temas relacionados con la política internacional – el PAIC y la situación en el golfo Pérsico en general (de la que acabamos de hablar); además, se trata de nuestro trabajo conjunto en la ONU y en otras organizaciones internacionales, incluida, en particular, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, y otras entidades. Irán es parte de nuestro equipo común que defiende los principios del Derecho Internacional y los acuerdos universales (en lugar de los acordados por alguien en un círculo estrecho). Teherán defiende el papel central de la ONU y es miembro del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU. Mantenemos una estrecha cooperación sobre una serie de cuestiones regionales. Sobre Siria, en particular. Somos participantes del Formato de Astaná, junto con nuestros vecinos turcos. Creo que es un ejemplo muy bueno de cómo podemos unirnos (desde las posturas que no coinciden al cien por cien) y pragmáticamente crear una plataforma donde nuestros tres países puedan ayudar a los sirios a iniciar el proceso político, como fue en 2018. Fue precisamente la Troika de Astaná que en el Congreso del Pueblo Sirio en Sochi ayudó a elaborar el documento que sirvió de marco para las negociaciones. Y fue la Troika la que estimuló a los negociadores de la ONU, quienes (digamos cortésmente) “dormitaban” en esa etapa durante aproximadamente un año, sin hacer nada. El Proceso de Astaná estimuló las negociaciones que ahora, sin estar exentas de problemas, se están celebrando en Ginebra.

Pregunta: Últimamente, nuevas corrientes sociales se han vuelto dominantes en Occidente, incluida la “nueva ética”. Hemos sido testigos de cómo los científicos respetados y figuras culturales se convirtieron en víctimas de la “cultura de la cancelación”, solo porque sus ideas y puntos de vista supuestamente no encajaban en el marco de la “nueva ética”. En Estados Unidos este proceso coincidió con la ruprura, ya de por sí dolorosa, entre demócratas y republicanos. ¿Qué opina usted de tales tendencias? Usted trabajó como representante permanente de Rusia ante la ONU en Nueva York durante 10 años. ¿Reconoce a EE. UU. después de tanto tiempo?

Respuesta: ¿”Nueva ética”? ¿Es decir, había una “vieja”? Cuando yo viví allí, dominaba la “vieja ética”, signifique lo que signifique. No surgían tales exacerbaciones sociales. Me baso en que fue Dios el que creó al hombre. Nosotros, como representantes de varias corrientes del cristianismo, tenemos los mismos valores que existen en otras religiones del mundo: en el islam, el judaísmo, el budismo, etc. Esta herencia milenaria de nuestros antepasados ​​de diferentes religiones refleja de forma concentrada la sabiduría humana acumulada. El hecho de que ahora se esté tratando no sólo de ponerlo en duda, sino de destruirlo, es peligroso. La UNESCO y otras agencias humanitarias deben seguir estrictamente sus estatutos, escritos sobre la base de la ética tradicional y clásica.

Pregunta: ¿Cómo ve usted el futuro de las relaciones entre Rusia y la India? ¿Cuáles son los resultados de la visita del presidente ruso Vladímir Putin a la India? ¿Se llevará a cabo la cumbre RIC (Rusia-India-China), aún si la situación en la frontera entre India y China sigue agravando?

Respuesta: En diciembre de 2021 el presidente ruso Vladímir Putin visitó Nueva Delhi. El coronavirus dificulta seriamente el desarrollo del diálogo directo. En este caso se cumplieron todas las condiciones necesarias. El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, pudieron mantener conversaciones muy útiles. Apreciamos mucho nuestras relaciones. No es casual que tengan el estatus de asociación estratégica privilegiada. Y la desarrollaremos al máximo.

La Troika integrada por Rusia, India y China (RIC) es la precursora de BRICS, que ahora está en boca de todos. Se habla poco de RIC ahora, pero sigue siendo una organización muy eficaz. Sus ministros de Asuntos Exteriores ya se han reunido en casi 20 ocasiones durante la existencia de RIC. Se celebran reuniones sectoriales de ministros, sus adjuntos, expertos en distintas áreas de comercio, cooperación económica y humanitaria. Rusia, India y China participan en BRICS y en OCS. A partir del 1 de enero de este año, los tres países son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU por dos años. Vemos el interés de nuestros amigos indios y chinos en preservar y desarrollar este formato.

La India y China mantienen diálogo directo sobre muchos temas, incluida la seguridad. Existe la Declaración sobre Asociación Estratégica entre India y China. Si RIC también puede ser útil para fortalecer la atmósfera de confianza, lo apoyaremos activamente. Además del esfuerzo político, los tres países constituyen una sola área geográfica. La Troika se dedica pues a planes económicos y de inversión prometedores.

Pregunta: Usted ya ha hablado sobre el Medio Oriente y los problemas en Siria e Irak. A principios de diciembre de 2021 el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, el representante especial del presidente de Rusia para Medio Oriente y África, Mijaíl Bogdánov, estuvo en Irak, Kurdistán iraquí, visitó Erbil. Se habló sobre la situación política en Irak y el arreglo en Siria. ¿Cómo ve usted el futuro del problema sirio y el estatus de los kurdos? En noviembre de 2021 visitó Moscú la presidenta del Comité Ejecutivo del Consejo de Siria Democrática Ilham Ahmed.

Se celebraron elecciones parlamentarias en Irak. Hasta ahora, solo se ha nombrado la dirección del parlamento, se está formando el gabinete. ¿Cómo evalúa usted el papel de los kurdos en este proceso, en la estabilidad en Irak y en la región en general?

Respuesta: Este es un tema delicado, multifacético y complejo. Y recientemente ha mostrado su complejidad en más de una ocasión. Estamos interesados ​​en desarrollar las relaciones estrechas con Irak. Nuestra amistad tiene una larga historia. Ahora tenemos buenos contactos económicos. Nuestras empresas operan en Irak. Estamos agradecidos por las condiciones favorables creadas para ellas. Cuanto más estable sea Irak, más seguros estamos en cuanto al desarrollo de los lazos bilaterales. Queremos que nuestros amigos iraquíes vivan en paz. Esto es bueno para los intercambios entre personas en todos los ámbitos, como el comercial, el humanitario y técnico-militar, que está bastante desarrollado.

En Siria el problema kurdo es uno de los obstáculos para las negociaciones. Hay kurdos en el Comité Constitucional, pero no representan todas las organizaciones kurdas. Algunos de los que se quedaron fuera del proceso constitucional, miran a Estados Unidos, otros, a los vecinos turcos. Cuando el expresidente estadounidense, Donald Trump, anunció la retirada de las tropas de Irak, las Fuerzas Democráticas Sirias se dirigieron inmediatamente a nosotros con la petición de ayudar a establecer el diálogo con Damasco. Tan pronto como Estados Unidos cambió de opinión, este interés desapareció. Así es la vida. Pero los políticos kurdos deberían mirar hacia un horizonte más lejano. Hay que ver perspectivas. No hay duda de que no serán los estadounidenses quienes determinarán el destino de Siria. Ellos, como todos los demás países del mundo, continúan reafirmando su fidelidad a la integridad territorial de la RAE. Pero, de hecho, alientan las tendencias separatistas en la orilla oriental del río Éufrates.

Nuestros contactos con Ilham Ahmed y sus colegas tienen como objetivo explicar la necesidad de iniciar una conversación seria con Damasco sobre las condiciones en las que vivirán los kurdos en el Estado sirio. Vemos algunas reservas en el gobierno sirio a este respecto. No olvidan que los kurdos habían tomado la línea antigubernamental en etapas anteriores. Para eso está la diplomacia, para superar el pasado y construir relaciones para el futuro. Aquí se demanda la experiencia de Irak, Erbil, la Región Autónoma Kurda. Hace dos años estuve en Erbil y en Bagdad. Apoyé con entusiasmo la tendencia a hacer contactos. Los kurdos iraquíes y sirios los tienen. Es necesario que los kurdos iraquíes transmitan más activamente su experiencia a los hermanos y hermanas en Siria.

En cuanto a las evaluaciones de la situación en Irak después de las elecciones, corresponde al pueblo de este país contestar esta pregunta. Hay un aspecto del tema que ya hemos abordado hoy– la seguridad en el golfo Pérsico y la región en general. Vemos cómo ahora los estadounidenses están tratando de hacer no solo de Siria, sino también de Irak, un escenario para la lucha contra Irán y sus intereses.

Interesantes paralelismos. Hay tropas extranjeras en el territorio de Irak. Cuando a petición del presidente de Kazajstán, Kasim-Yomart Tokáyev, la OTSC envió fuerzas de paz, desde Washington inmediatamente exigieron explicar por qué Nur-Sultan había invitado las fuerzas de esta Organización, insinuando que Rusia está obligada a irse tan pronto como Kazajistán le dé las gracias. Kazajistán manda, Rusia y la OTSC se van. ¿Cuándo se irán los estadounidenses de Irak? No solo no fueron llamados allí, el parlamento de este país decidió que era hora de que se fueran a casa. Como dice el refrán, todos son iguales, excepto el más igual. Este es el ejemplo de cómo se comportan nuestros colegas occidentales y qué modales tienen.

Esperamos que las elecciones y una mayor estabilización política ayuden al arreglo en la región, y que ninguno de los países no regionales ponga a Irak y sus vecinos frente a la elección con quién cooperar. Se trata de la libertad de elección de alianzas. Cuando Washington exige que no se compre armas a Rusia, que no se relacione con Irán u otro país, esto es una violación directa de la libertad de elección no solo de las alianzas, sino también de los socios elementales.

Pregunta: El año pasado estuvo marcado por nuevos pasos de Rusia hacia el desarrollo de la consolidación y la cooperación con el mundo ruso global: en la Constitución ahora está consagrado un nuevo estatus para los compatriotas rusos, se creó una nueva comisión especializada en la Duma del Estado y se celebró el VII Congreso Mundial de Compatriotas. ¿Cómo en las difíciles condiciones actuales está trabajando el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia para proteger los derechos e intereses de los compatriotas rusos que viven en el extranjero?

Respuesta: Cada año este trabajo adquiere nuevas dimensiones. Tras las enmiendas a la Constitución, esta tarea pasó a ser constitucional. El ministro de Asuntos Exteriores es el presidente de la Comisión Gubernamental para los compatriotas en el exterior. Este organismo tiene ya más de diez años de existencia. Realiza una labor útil en términos de establecimiento de contactos con el enorme mundo multinacional y multiconfesional ruso.

En la mayoría de los países donde viven nuestros compatriotas, se han establecido comités nacionales y regionales. Existe el Consejo Coordinador Mundial de compatriotas rusos que viven en el extranjero. Estamos en constante contacto con esta organización. En 2021 se realizaron alrededor de 1.200 diferentes eventos juveniles, deportivos, patrióticos y de Derechos Humanos.

Se ha creado una Fundación especial para el Apoyo y Protección de los Derechos de los Compatriotas que viven en el extranjero. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia es su fundador. Se han abierto alrededor de 50 centros de defensa jurídica en más de 30 países. Allí se brindan los servicios jurídicos a quienes se ven envueltos en situaciones desagradables. Defendemos sus derechos como de los ciudadanos de los países en los que han elegido vivir. Este trabajo se ampliará. Constantemente planteamos cuestiones sobre compatriotas en la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa, en particular en el contexto de la protección de sus derechos lingüísticos y educativos. En los Estados bálticos y Ucrania, estos derechos se violan flagrantemente ignorando de esta manera las convenciones en las que participan los respectivos gobiernos.

Existe un programa estatal para ayudar al reasentamiento voluntario de compatriotas en Rusia. Es relativamente nuevo en nuestra práctica estatal. En las primeras etapas, hubo dificultades con su implementación, no todo fue ajustado debidamente. Ahora la situación está cambiando. En los primeros nueve meses de 2021 más de 60.000 compatriotas se mudaron a Rusia para la residencia permanente. Es un tercio más que en el período anterior. Estamos haciendo todo lo posible para garantizar que las regiones a las que se mudan nuestros compatriotas, preste atención a su integración a la vida en la Patria.

La Comisión del partido Rusia Unida para la Cooperación Internacional y el Apoyo a los Compatriotas en el extranjero fue creada por sugerencia del presidente ruso Vladímir Putin, siendo el servidor encargado para dirigirla. Ya celebramos la primera reunión. Trabajaremos no solo como Comisión dentro del partido gobernante, la fuerza política dirigente, sino también con la participación de otros grupos parlamentarios. Ya hemos acordado tal decisión. Esto será útil, porque el destino del mundo ruso y cómo viven y trabajan nuestros ciudadanos en el extranjero, cómo es tratado, es la preocupación de todo nuestro pueblo y Estado. Una de las tareas inmediatas es simplificar las condiciones para venir a trabajar a Rusia. Encontramos la comprensión de otros departamentos, desarrollamos acuerdos apropiados.

El VII Congreso Mundial de Compatriotas Rusos fue un éxito. Más de 400 delegados de más de 100 países. Quedó claro cuán importante para los participantes es la comunicación entre ellos y con los representantes del gobierno ruso. Desafortunadamente, en algunos países, principalmente en Estados Unidos, nuestros compatriotas, que residen allí, son perseguidos, al igual que los ciudadanos de la Federación de Rusia que viajan al extranjero. Las acciones completamente inaceptables del gobierno estadounidense en relación con el Congreso en Estados Unidos obligaron a suspender el trabajo de esta organización. Algunos de los líderes del Consejo se vieron obligados a partir hacia su tierra natal, porque fueron amenazados directamente con un proceso penal. En Estados Unidos esta conducta se ha vuelto la norma.

En estas difíciles condiciones esperamos mantener nuestra cooperación y la fortaleceremos. Quisiera expresar mi profundo agradecimiento a todos los compatriotas por participar en los trabajos para preservar la memoria de nuestros abuelos y padres, de sus hazañas y de la Segunda Guerra Mundial. Es gratificante que el 9 de mayo, el Día de la Victoria, se celebrara en más de cien países, donde se realizaron las marchas del Regimiento Inmortal y la Vela de la Memoria. Se plantaron jardines de la memoria. Esto fortalece nuestra conexión con la historia de nuestra gran Patria, con la historia de nuestro pueblo. Cuando los compatriotas tengan nuevas ideas sobre cómo podemos realizar mejor todo este trabajo, estaremos agradecidos de que nos las hagan llegar. Haremos todo lo posible para implementarlas.

Pregunta: Quisiera agradecer sinceramente su ayuda en repatriar a nuestros compatriotas de Kazajistán. Cada persona tiene su destino, niños, nietos. Es decir, el MAE de Rusia hizo más que se ve. ¡Muchas gracias por esto! Pregunta: ¿se ha alcanzado el máximo en el apoyo de nuestros compatriotas o podemos esperar algunas sorpresas agradables más en relación con los compatriotas que viven en el exterior?

Respuesta: En cuanto a las buenas palabras en relación con la repatriación de los compatriotas de Kazajistán, tan solo nos ocupamos de la organización de este proceso. La parte principal de este trabajo lo realizó el Ministerio de Defensa de Rusia. Coordinamos estrechamente nuestra actividad con ellos, igual que en muchos otros casos, cuando se necesitan los esfuerzos similares.

En cuanto a su segunda pregunta, la perfección no tiene límites, por eso envíennos sus propuestas. Tenemos nuestra visión. Hacemos análisis partiendo de los comentarios que recibimos de los comités de compatriotas, partiendo de las valoraciones que nos envían las Embajadas, centros culturales rusos. Acogeremos con entusiasmo siempre un aporte adicional por parte de los para quienes lo hacemos.

Pregunta: A finales del año pasado, usted recordó Kamasutra hablando de los socios occidentales. A principios de este año, usted empezó a hablar de la ‘impotencia’. ¿Qué pasó durante las fiestas?

Respuesta: Me parece que no ha cambiado nada. En cuanto a la impotencia, hablé de la Unión Europea. Comenzamos la rueda de prensa con la Unión Europea y estamos discutiendo la UE al final también. Hablé de la medida en que es capaz de llegar a un acuerdo, capaz de cumplir lo acordado. Cité ejemplos. Hace poco, a tenor de una resolución de la Asamblea General de la ONU, se le otorgó a la UE el papel de mediador entre Belgrado y Pristina. En 2013, se acordó un documento sobre la creación de la Comunidad de municipios serbios de Kosovo. De conformidad con este documento, a los serbios que viven al norte de Kosovo se les otorgaron derechos de autonomía en el ámbito cultural, humanitario, lingüístico, educativo y en relación con los vínculos especiales con Serbia. Esto parece a un conjunto de derechos previstos para las Repúblicas de Donetsk y Lugansk en el Paquete de Medidas de Minsk. En ambos casos la Unión Europea participó en el proceso de concordancia de los documentos. En el primer caso, en calidad de la UE, en el segundo caso la Unión Europea fue representada en el formato de Normandía por Alemania y Francia. En ambos casos los documentos aprobados no se cumplen por una parte. En el caso de Kosovo, no los cumple Pristina; en el caso de los Acuerdos de Minsk, no los cumple el régimen de Kiev.

No hay ninguna reacción a todas nuestras exigencias dirigidas a la UE para que contribuya al cumplimiento de lo en que invirtió sus fuerzas, talento y esfuerzos. En relación con los Acuerdos de Minsk dicen que Rusia debe cumplir lo que la entonces Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, incluyó en sus ‘cinco principios’: las relaciones de la UE y Rusia se normalizarán cuando Rusia cumpla los Acuerdos de Minsk. Se puede decir metafóricamente también que es la ‘esquizofrenia política’, porque los Acuerdos de Minsk no se refieren a Rusia, sino a Kiev, Donetsk y Lugansk. Los representantes de Kiev declaran oficialmente a diversos niveles de forma regular que no van a hablar con las Repúblicas. Cuando centramos la atención de los alemanes y franceses en esto, los franceses nos dicen que no hay nada en los Acuerdos de Minsk que obligase a Kiev a hablar con estas personas.

Volviendo al tema de medios de comunicación, cuando se cerraron tres cadenas de televisión en Kiev, nos dirigimos a nuestros colegas franceses. Nos dijeron que se pronuncian por la libertad de expresión, pero los canales de televisión habían sido cerrados a tenor de la legislación de Ucrania. Es demostrativo. Quisiéramos que la UE desempeñase un papel independiente. Citaré otro ejemplo. Fue la UE que en 2014 garantizó el acuerdo conseguido entre Víctor Yanukóvich y la oposición. Y la oposición desestimó este acuerdo por la mañana. Bruselas no dijo nada y ahora hay los que empiezan a calificar este golpe de Estado como ‘proceso democrático’.

Quisiéramos mantener relaciones normales con la UE, no las destruimos. ¡Qué la UE decida en qué medidas está dispuesto a restablecerlas! Nosotros estamos listos a esto si todo se hace con el respeto mutuo, la búsqueda del equilibrio de intereses, como siempre decimos.

Pregunta: Quisiera volver a los resultados de las negociaciones bilaterales de Rusia y Occidente sobre las garantías de la seguridad. Como usted ha dicho, Rusia espera las contrapropuestas de sus colegas occidentales, una respuesta por escrito. Si estas propuestas de Occidente contienen, por ejemplo, la iniciativa de reducir mutuamente las armas, el despliegue de las tropas, pero no contiene las garantías de la no expansión de la OTAN, ¿estará dispuesta Rusia estudiar tales propuestas? ¿Qué hará Rusia concretamente? El viceministro Alexandr Grushkó dice de las medidas técnicas militares. ¿Qué quiere decir? ¿De qué se trata y de cuándo?

Respuesta: Las medidas técnicas militares son las medidas de despliegue del material bélico. Cuando tomamos las decisiones sobre uno u otro paso relacionado con el material bélico, entendemos siempre qué tenemos en cuenta y a qué nos preparamos. Se llevan a cabo regularmente las maniobras en nuestro territorio. Hubo los ejercicios militares en el oeste de Rusia, ahora se anunció un ensayo improviso en el este de nuestro país. Son nuestros asuntos, nuestras decisiones. Cuando el material bélico, la  fuerza militar se despliega cerca de las fronteras de Rusia, los estadounidenses trasladan decenas de miles de militares, los británicos trasladan centenas, miles de unidades del material bélico, tenemos que entender qué se planea hacer con estos equipos en los países bálticos, Polonia, otros Estados que pueden resolver problemas directamente en el territorio de Rusia con ciertos armamentos. No buscaría un sentido oculto. Nosotros solo reaccionamos a las amenazas a la seguridad de la Federación de Rusia que se crean.

Esperemos las propuestas. Nos prometieron entregarlas dentro de una semana más o menos. Notificamos a nuestros socios, ante todo, los estadounidenses, que no es un menú, sino un paquete. Es un paquete similar de que hemos hablado hoy en relación con la libertad para elegir la alianza. No se puede extraer este elemento de la fórmula general de la indivisibilidad de la seguridad y lo inadmisible de fortalecer su seguridad a cuenta de la seguridad de otros aprobada a nivel cumbre. Esto ya casi sucede. Nuestros colegas empezaron a proponer: vamos a discutir las medidas de confianza, la reducción de armas, la posibilidad de ser transparentes, de informar mutuamente sobre los ejercicios militares y mostrarlos. Primer, en el momento cuando esto fue oportuno, la OTAN desestimó nuestra propuesta. Hace unos tres años, nuestro Estado Mayor General propuso llegar a un acuerdo de llevar a cabo las maniobras a una distancia determinada de la línea divisoria entre Rusia y la OTAN. Segundo, se propuso acordar también la distancia máxima de acercamiento de aviones y buques de guerra de Rusia y la OTAN. Esto se desestimó simplemente. Se desestimó también la iniciativa del presidente ruso, Vladímir Putin, de introducir una moratoria mutua para el despliegue de misiles de alcance medio y más corto con base en tierra, en caso de que haya el régimen de verificación.

Hoy, después de las reuniones en Ginebra en relación con estos tres asuntos (la retirada de las maniobras, la introducción de medidas adicionales, la evitación de incidentes imprevistos y los misiles de alcance medio y más corto) están dispuestos a hablar. Resulta que, cuando nos desestimaron, no nos tomaron en serio. Si ahora empiezan a hacerlo, está bien. Estaremos contentos. Mientras, deben entender que la clave a todo eso es las garantías de la no expansión de la OTAN hacia Este. Todo lo demás estará incluido en el acuerdo común, pero es acuerdo debe ser tal. Los estadounidenses indican a la OTAN y dicen que EE. UU. estaría dispuesto a discutirlo con nosotros, pero Washington tiene aliados. Creo que este no es un relato completamente honesto de la situación. Dicen que no pueden decidir sin los aliados. De hecho, Washington necesita la OTAN solo como herramienta para imponerse como líder de Occidente, solo para mantenerlos a todos alineados con su política y sus designios. La situación con AUKUS muestra hasta qué punto EE. UU. tiene en cuenta los intereses de sus aliados. Ustedes saben cómo Francia reaccionó a los acuerdos tras bambalinas de los anglosajones.

Y la situación con Nord Stream 2. Alemania es un aliado de EE. UU. también. ¿Cómo se respetan los intereses de Alemania? Con una falta de deseo evidente. Alemania se ve obligada a solicitar que no se impongan sanciones.

Los estadounidenses abandonaron el Tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance (INF) sin consultar con sus aliados. Posteriormente los aliados empezaron a decir que EE. UU. tenía razón y que Rusia había que hacer algo. Y el Tratado de Cielos Abiertos: nadie consultó con nadie. Así que, no veo ningún argumento convincente de que Estados Unidos no pueda desempeñar un papel de liderazgo aquí.

Pregunta: Hable de los resultados y razones del Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia en la nueva arquitectura de las relaciones internacionales.

Respuesta: Este todavía está constituyéndose. El Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia se construye a ritmo acelerado. El año pasado, se imprimió un impulso colosal a este proceso al suscribirse adoptarse 28 programas del Estado de la Unión que ahora se están ejecutando ya en forma de documentos de acción directa. Estos acuerdos marco se ponen en práctica. El Estado de la Unión irá evolucionando hacia una mayor coordinación entre las economías nacionales, la homologación de los correspondientes mecanismos aduaneros, tributarios y otros. El Estado de la Unión tiene su propio Parlamento cuya irá en aumento a medida que se desarrollen estos procesos.

Desde el punto de vista de nuestra capacidad defensiva, los recientes acontecimientos agregan argumentos (si es que alguien los necesitaba todavía) a favor de ir fortaleciendo esta capacidad. En este asunto hay plena unidad de criterios y comprensión de esta tarea.

Se puede mencionar asimismo los vínculos culturales, la homologación de los derechos de nuestros ciudadanos. Esta labor está cumplida al 90 %. Es preciso extenderla a otras áreas donde existen pequeñas lagunas. En condiciones ideales, debemos tener condiciones absolutamente idénticas para los viajes, el alojamiento en hoteles, los servicios médicos  y muchas otras cosas indispensables en la vida cotidiana. De conformidad con estos 28 programas del Estado de la Unión, las condiciones para los negocios idealmente se irán acercando hasta homologarse.

Mantenemos la más estrecha coordinación, posturas idénticas en los asuntos internacionales. Cada bienio se adoptan programas de acción coordinada. La última adoptamos tal programa en la reunión conjunta de las cúpulas directivas de las cancillerías. Celebramos anualmente reuniones conjuntas de las cúpulas directivas de los ministerios de Exteriores, los titulares de Exteriores realizan visitas recíprocas. Cifro esperanzas positivas en la sucesiva consolidación del Estado de la Unión, tal como resolvieron nuestros Presidentes. Cumpliendo sus encomiendas, los gobiernos firmaron los programas del Estado de la Unión.

Pregunta: En plena crisis en Kazajistán, los expertos adelantaron las ideas (en Occidente lo hicieron en forma de recelos) de que Rusia y Bielorrusia podrían invitar a Kazajistán al Estado de la Unión. ¿Cómo evalúa estas conjeturas que preocupan tanto a los expertos occidentales? ¿Es de esperar que el Estado de la Unión se amplíe?

Respuesta: No tenemos la costumbre de invitar a alguien. Existe el procedimiento de admitir a trámite en términos constructivos las solicitudes presentadas. Son nuestros colegas occidentales los que tienen la costumbre de atraer insistentemente a otros países a sus filas. Ahora invitan a todo el mundo a ingresar en la OTAN. No es nuestro método. Somos hombres corteses.

Pregunta: ¿Cuándo se promovieron las demandas de las garantías de seguridad? ¿Por qué son oportunas? En los tiempos de la Unión Soviética semejantes demandas no se promovían.

Respuesta: Así era siempre. Estas demandas de las garantías de seguridad se formalizaron como compromisos políticos asumidos en la cumbre en los años 90, después de que desapareciera la Unión Soviética. Pero nuestros colegas occidentales incumplieron estos compromisos políticos. Cuando en 2009 solicitamos transformar las garantías de seguridad del compromiso político en un compromiso jurídico y propusimos el correspondiente documento, nos respondieron: esto no nos concierne a nosotros, las garantías jurídicas de seguridad se otorgan únicamente a los miembros de la OTAN. Durante estos 30 años históricos nos damos cuenta de que no se podía continuar fiándonos de unas promesas y mantras políticas. Según dijo el Presidente de Rusia, presentamos los documentos pertinentes e insistimos en que sea jurídicamente vinculante nuestra principal preocupación sobre la no ampliación de la OTAN. Espero recibir algo inteligible, aparte de las especulaciones de que esto no le conviene a Occidente. Vamos a ver lo que no respondan por escrito. Luego decidiremos sobre la sinceridad de nuestros colegas occidentales no en los años 90, sino ahora, en las relaciones con la Federación de Rusia.