Reino Unido provoca militarmente a Rusia en el Mar Negro

El Reino Unido logró empeorar las relaciones diplomáticas con Rusia, al entrar vía marítima el territorio ruso.

Por: Ricardo Zedano

Cuando parecía que Rusia y Estados Unidos habían renunciado a la confrontación, Reino Unido emprendió una burda provocación militar contra Rusia, en el Mar Negro, lo que puede empeorar las relaciones de ciertos gobiernos occidentales con Moscú.

El pasado 23 de junio, el destructor británico Defender violó las aguas territoriales rusas, en las costas de Crimea.

En respuesta, buques guardacostas y cazas rusos dispararon cargas de advertencia contra el infractor, que cambió de rumbo y continuó su navegación en aguas internacionales.

Las autoridades rusas citaron a representantes diplomáticos y militares británicos en Moscú y denunciaron que el Defender había emprendido acciones premeditadas que violan el Derecho Internacional y deterioran seriamente las relaciones entre ambos países.

Pero los militares del Defender rechazaron categóricamente esas acusaciones alegando que contra ellos nadie había disparado.

El comando del buque dijo que por lo visto, los buques rusos estaban haciendo ejercicios de tiro, mientras que ellos, realizaban una travesía pacífica en aguas libres.

Declaraciones que casi nadie creyó, porque un periodista de la cadena BBC a bordo del mismo Defender informó todo lo contrario.

Videos de la cadena británica difundidos en Internet, muestran como la tripulación del buque estuvo en estado de alerta máxima y se preparó militarmente para la incursión del buque en aguas territoriales rusas.

Videos sobre la navegación del Defender, y la aproximación de los buques y cazas rusos inundaron las redes sociales.

Pero más que todo, el interés de la opinión pública se volcó sobre las declaraciones que hizo un oficial de a bordo cuando reconoció que la intromisión del buque de guerra británico podría ser interpretado por los rusos como una agresión.

En pocas palabras, quedó en evidencia que los británicos optaron por provocar a los rusos y los rusos respondieron según las normas establecidas.

Como se supo más tarde, la aventura del Defender fue aprobada al más alto nivel, más exactamente, por el primer ministro británico Boris Johnson.

Según el gobierno británico, el Defender navegó por una ruta de libre navegación entre Ucrania y Georgia.

Y en cuanto a la travesía de su buque subrayó que Reino Unido no reconoce la soberanía de Rusia sobre la península de Crimea que hace siete años constituía parte del territorio de Ucrania.

Cabe destacar, que en marzo del 2014, la mayor parte de la población de Crimea, en rechazo al nuevo gobierno neonazi y fascista, aprobó en referendo la reincorporación de esa región a Rusia y a partir de ese momento, Moscú considera a Crimea parte inalienable de su territorio.

Fuentes rusas destacan que la provocación británica puede tener consecuencias muy graves porque se trata de una violación de su territorio por un buque militar con armamento.

En consecuencia, el portavoz del Kremlin advirtió que en caso de que se repitan provocaciones de ese tipo, Moscú responderá con todos los medios posibles para defender la inviolabilidad de sus fronteras.

“Podemos disparar en el sentido de la ruta del infractor, pero también podemos disparar directamente contra el intruso”, dijo más rotundo el vice ministro ruso de exteriores Serguéi Riabkov.

Durante los casi 30 minutos que duró el incidente, las patrulleras rusas en seis ocasiones pidieron al Defender cambiar de curso, hicieron disparos de advertencia, y solo después de que un caza Su- 24 lanzara cuatro bombas, el buque británico abandonó las aguas territoriales rusas.

Ahora, expertos en la prensa barajan las posibles consecuencias de esa provocación en momentos cuando las relaciones entre Moscú y algunos gobiernos occidentales andan de mal en peor.

La prensa británica destaca el atrevimiento que tuvieron las patrulleras rusas de disparar nada menos que contra un destructor de la armada real británica.

Según esos medios, el Defender pudo hundir sin complicaciones a decenas de esas patrulleras y derribar otros tantos cazas rusos y advirtieron que es posible que en el viaje de regreso el Defender se decida a hacerlo si los rusos disparan de nuevo.

Entre tanto, la prensa rusa también comenta que en el viaje de regreso al Defender probablemente lo estarán esperando los buques de la armada y los sistemas de defensa rusos con armamento suficiente para hundir a más de una agrupación naval británica.

El riesgo de que se repitan incidentes parecidos es muy alto debido a que en la zona del Mar Negro la OTAN comenzó a partir del 28 de junio, las maniobras militares Sea Breeze-21.

En esos ejercicios que incluyen la costa noroccidental del mar Negro y tres regiones de Ucrania participan 32 embarcaciones de guerra, más de 40 aviones y por lo menos 5 mil soldados de 32 países.