Hace exactamente 26 años, la noche del jueves del 16 de julio de 1992, la agrupación terrorista Sendero Luminoso, liderada por el genocida Abimael Guzmán, hizo dinamitar cobardemente un coche-bomba en la cuadra dos de la calle Tarata, en Miraflores, dejando un saldo de 25 muertos y 155 heridos.
El ataque.
Para 1992, la cúpula senderista había emprendido una nueva etapa, se trataba de destrozar el estado y tomar el control absoluto del país. En esta estrategia, a la que el propio Guzmán llamó “equilibrio estratégico” el objetivo central fue Lima, entre los meses de enero y julio, Sendero dinamitó un promedio de 37 coches-bomba en toda la capital.
El objetivo de los criminales fue atacar el centro financiero limeño, el Banco de Crédito, ubicado en la avenida Larco, fue el elegido. Sin embargo, debido a que el lugar era muy concurrido y la vigilancia particular impidió que los asesinos estacionaran el coche, los terroristas decidieron dejar el auto en la calle posterior; Tarata.
El automóvil, un Datsun de color guinda, estaba cargado de aproximadamente 400 kilos de dinamita combinada con anfo. La explosión se dio aproximadamente a las 9 y 20 de la noche dejando en escombros los edificios residenciales que flanqueaban la calle.
Paralelamente a este acto, miembros senderistas atentaron contra tres comisarias en Villa María del Triunfo y una en la Victoria, el objetivo era dispersar a las fuerzas del orden.
Los autores del crimen
El encargado de planificar y diseñar la ruta del atentado fue Carlos Mora la Madrid, alias “Daniel”, además de “Nicolás” quien condujo el vehículo hasta dejarlo abandonado con los explosivos.
El cupula Sendero Luminoso, encabezados por Abimael Guzmán afronta actualmente un juicio oral desde 2014.
Fuente: Comisión de la Verdad y Reconciliación
F. O. B
