Ollanta y Nadine: el factor Venezuela

La acusación que el Ministerio Público, mediante el Fiscal German Juárez Atoche, formalizara el martes de la semana pasada ante el Poder Judicial contra el exmandatario Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, por lavado de activos, se objetivizaron más de 300 elementos de convicción o pruebas, que ayudarían a demostrar que el dinero que recibieron para las campañas presidenciales de 2006 y 2011 eran de origen ilícito.

Juárez Atoche incluyó en el expediente acusatorio contundentes testimonios de colaboradores eficaces y testigos protegidos, además de documentos sobre la parte de la investigación que correspondió a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), transcripciones de llamadas telefónicas, y las ya célebres agendas de Nadine Heredia.

El dinero de Venezuela. Juárez indica que sobre los aportes de Venezuela para la campaña de Humala de 2006 se pactó el apoyo financiero con Hugo Chávez Frías, expresidente de ese país. Para el fiscal, se trata de «dinero ilícito proveniente de las arcas del Estado Bolivariano de Venezuela», porque llegó a manos de Humala y Heredia a través de las empresas Kaysamak CA. y Venezolana de Valores (Veneval) CA.

Además el magistrado incluyó los registros bancarios que muestran que Antonia Alarcón y Rocío Calderón, madre y amiga de Nadine Heredia, recibieron más de 80 000 dólares de Kaysamak, y luego depositaron ese dinero a la cuenta de la ex primera dama.

«Al menos presumían que el dinero remitido desde Venezuela era maculado. Esto se pone en evidencia pues Ollanta Humala y Nadine Heredia no recibieron directamente de la empresa de Inversiones Kaysamak, sino que solicitaron la apertura de cuentas bancarias a Antonia Alarcón y Rocío Calderón”, se lee en la acusación del fiscal Juárez.

La fiscalía señala que Humala y Heredia usaron dinero proveniente de Venezuela para incrementar su patrimonio personal. Para reforzar su tesis, Juárez incluyó en su acusación el registro de un depósito de Veneval a la cuenta de Nadine Heredia por 7 962 dólares, en marzo de 2007. En el momento de la transferencia bancaria, Veneval está sin actividad económica, remarca Juárez en su acusación.

El fiscal del equipo Lava Jato también incorpora en su expediente declaraciones de 66 falsos aportantes, quienes negaron ante su despacho haber entregado dinero a la campaña de Ollanta Humala. Otros donantes señalaron que sí aportaron, pero menos dinero de lo que fue reportado ante la ONPE.

En la acusación fiscal, Juárez Atoche incluyó los testimonios de los expresidentes Alejandro Toledo y Pedro Pablo Kuczynski, que confirmaron que se les informó del ingreso a Perú de valijas diplomáticas de Venezuela con dinero. A estos se suma la declaración de un testigo protegido, que relata que Humala y Heredia, en enero de 2006, fueron a la embajada de Venezuela en Lima para recoger maletines llenos de dólares.

Para la fiscalía, las pruebas más contundentes en contra de los Humala Heredia llegaron desde Brasil, primero con los testimonios de Marcelo Bahia Odebrecht, y de Jorge Barata, el exsuperintendente de la constructora en Perú, en calidad de colaborador eficaz, y luego con los otros datos y evidencias que exejecutivos de Odebrecht entregaron para corroborar la entrega los 3 millones de dólares para la campaña nacionalista de 2011.

Juárez incluye también los aportes de la constructora brasileña OAS a la campaña de Humala, y como prueba, entrega la declaración del publicista Valdemir Garreta, y los documentos que este proporcionó, con los que se acredita los servicios de publicidad prestados para el nacionalismo. El fiscal adjunta un informe donde se da cuenta sobre las obras que fueron entregadas a OAS y Odebrecht en el gobierno de Ollanta Humala.

Ahora será el Poder Judicial quien decidirá si la acusación fiscal cumple con requisitos de fondo y forma para llevar el caso a juicio oral. Por lo pronto, la defensa legal de la expareja presidencial tiene algunos días para presentar observaciones a la acusación. Ya el abogado Julio Espinoza trazó la estrategia para evitar una condena, que para el caso de Ollanta Humala podría ser de 20 años y de 26 años para su esposa.

José Briceño Abanto.