A lo largo de los años la contaminación ambiental ha venido aumentando a causa del hombre. Desde ahora ya se puede ver algunos fenómenos naturales originados por este. Ante esto, la ONU advirtió que próximamente las posibilidades de tener un “futuro viable” en el planeta serán nulas.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) emitió un informe que se puede tomar como un “atlas del sufrimiento humano”, donde se toma en cuenta los desastres de contaminación ambiental que ha provocado la actividad humana y los que vendrán, como: Sequías, inundaciones, canículas, incendios, inseguridad alimentaria, escasez de agua, enfermedades, subida de las aguas.
“He visto muchos informes científicos durante mi carrera, pero ninguno como este”, reaccionó el secretario general de la ONU Antonio Guterres, que lo describió como “un atlas del sufrimiento humano y una acusación que apunta al fallido liderazgo en materia climática”.
La IPPC indica que las poblaciones autóctonas o pobres sufrirán mucho a causa de esta contaminación. De igual manera, los países desarrollados vivirán diferentes fenómenos naturales que debilitará la fortaleza de esos lugares.
La temperatura del planeta subió una media de +1,1 °C desde la era preindustrial, y el mundo realizó en el 2015 el Acuerdo de París a limitar el calentamiento bien por debajo de +2 °C, si es posible +1,5 °C. Por otro lado, en agosto del 2021, la IPCC indicó que en el 2030 la temperatura subirá a +1,5. Esto podría causar daños en las costas, los polos, las montañas, la desaparición de 3 a 14% de las especies terrestres y en el 2050 todas las zonas costeras serán un riesgo.
“A la luz de los compromisos actuales, las emisiones mundiales aumentarán casi un 14 % en la década actual. Eso supondrá una catástrofe. Destruirá cualquier posibilidad de mantener vivo el objetivo de los 1,5ºC”, denunció Antonio Guterres, señalando como “culpables” a los grandes países emisores.
“No olvidemos una cosa: estamos todos en el mismo barco”, indicó el ex primer ministro de Tuvalu, Enele Sopoaga. “O le permitimos flotar o nos hundimos y nos ahogamos todos”, agregó.
