Pasos de baile, vueltas, saltos desenfrenados y victoria final para el n°28 del mundo Nick Kyrgios. Fiel a su estilo, el aussie saltaba al Louis Armstrong Stadium con la excentricidad que lo caracteriza, decidido a mostrar que lo ocurrido en Washington no fue flor de un día y que definitivamente puede ser uno de los grandes animadores del torneo.
El primer set vimos a un Kyrgios muy agresivo, con una efectividad de primer saque muy alta que le permitió llevar toda la presión al servicio del americano. Es así como Kyrgios logró quebrar hasta en dos ocasiones el saque de Johnson. Un botón para describir la presión que impuso el oceánico fue el último punto del set cuando de una excelente devolución de revés el australiano se adueñó del primer set.
Con el segundo set vino lo mejor del partido. Esta vez, tanto Nick como Johnson se mantuvieron firmes en sus respectivos saques, lo que llevo a que el set se definiera en un tiebreak donde iba a ser el australiano el único protagonista al prácticamente ganar casi todos los puntos de la definición.
Es aquí donde, en el sexto punto del tiebreak, Kyrgios logra quizás el punto del partido al llegar con lo justo ante un drop que lanzó el americano y colocar la pelota a un lado de la red. Kyrgios lo celebró con un extraño baile que provocó risas y aplausos en el público neoyorkino. La presión de Nick siguió en el tercer set en el cual solo le bastó un break para tener el partido en sus manos. Su próximo rival será el fracés Antoine Hoang.
L.P.R.
