Los musulmanes reciben el Ramadán por segundo año consecutivo en medio de la pandemia

Este martes 13 se dio inicio al ramadán, una de las festividades más sagradas del islam que dura un mes, en la que los musulmanes ayunan durante el día. La festividad choca con un alza de casos por Covid-19, con las campañas de vacunación en marcha y esta vez con menos restricciones.

Muchos líderes religiosos musulmanes han tratado de disipar las dudas sobre recibir la vacuna contra el coronavirus durante el Ramadán, diciendo que hacerlo no constituye romper el ayuno. Foto: Achmad Ibrahim / AP

Los musulmanes en muchas partes del mundo marcaron el inicio del Ramadán este martes, pero con un aumento en casos de Covid-19 en varios países donde se celebra esta festividad, esto volvió a poner freno a las fiestas emblemáticas del mes sagrado musulmán.

Aún así, hubo destellos de que el Ramadán de este año podría tener menos restricciones que el año pasado, el año pasado el ramadán coincidió con el inicio de la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, las mezquitas han reabierto y los límites al movimiento se han relajados a medida que continúan las campañas de vacunación en las naciones de mayoría musulmana. Los clérigos en lugares como Indonesia han emitido garantías de que la vacuna no interrumpe el ayuno diurno.

El Ramadán está marcado por oraciones y ayunos desde el amanecer hasta el ocaso, para luego compartir cenas nocturnas con familiares y amigos, aunque las reuniones abarrotadas siguen prohibidas debido a la continua propagación del coronavirus a nivel mundial.

Durante todo el Ramadán, los musulmanes se abstienen de cualquier alimento o bebida, incluida el agua, desde la mañana hasta la noche. La práctica de un mes tiene como objetivo aumentar el recuerdo de Dios, frenar los hábitos poco saludables y profundizar la gratitud, además de sentir lo que los pobres también sienten.

En Arabia Saudita, La Meca, hogar de la Kaaba, el sitio más sagrado del Islam, los musulmanes realizaron oraciones conocidas también como “Tarawih” realizándose con distanciamiento social, marcando el inicio del Ramadán. Los musulmanes practicantes de todo el mundo rezan hacia la Kaaba cinco veces al día.

En La Meca, solo se permite de momento el ingreso de un número limitado de fieles, dentro de la Gran Mezquita que alberga la Kaaba para evitar la propagación del virus. Las autoridades sauditas solo permiten el acceso a las personas que fueron vacunadas o que se han recuperado recientemente del virus.

En Líbano, la mayoría de los musulmanes comenzaron el Ramadán el martes en medio de una inflación vertiginosa. El pequeño país se encuentra en las garras de la peor crisis económica y financiera de su historia moderna, con la moneda libanesa devaluada alrededor del 80% de su valor frente al dólar estadounidense en los últimos meses. La crisis, resultado de décadas de corrupción y mala gestión de las autoridades, se ha visto agravada por la pandemia de la Covid-19.

En Israel sé permitió que al menos 10.000 residentes palestinos de Cisjordania completamente vacunados rezaran en la mezquita de al-Aqsa, en el monte del templo. La mezquita sagrada de Jerusalén está abierta para las oraciones durante el Ramadán en medio de la rápida vacunación en Israel. Mientras en la Franja de Gaza, el toque de queda nocturno tiene como objetivo restringir las reuniones familiares mientras los casos por Covid-19 no bajen.

En Irak, se mantendrá el toque de queda desde las 7 PM hasta las 5 AM durante todo el Ramadán, con cierre total los fines de semana. El Ministerio de Salud de dicho país advirtió que el incumplimiento de estas medidas podría derivar en cierres continuos de tres días. Los restaurantes y las pastelerías podrán operar, pero únicamente a través de entregas a domicilio.

Así mismo, el martes entró en vigor un confinamiento de 10 días debido al aumento de las infecciones en las áreas del noreste de Siria controladas por combatientes respaldados por Estados Unidos. La región, que limita con Irak y Turquía, alberga cerca de 5 millones de personas.

En Indonesia, los casos de Covid-19 también están aumentando. Se permite que las mezquitas abran para las oraciones del Ramadán con protocolos estrictos. El gobierno permitirá que las personas celebren reuniones “iftar” durante el Ramadán en restaurantes, centros comerciales y cafés, que pueden abrir al 50% de su capacidad. Iftar es el momento más esperado, en el que los musulmanes tradicionalmente rompen el ayuno de todo el día comiendo dátiles y bebiendo un sorbo de agua antes de festejar con amigos y familiares.

En India, donde las infecciones han alcanzado su punto máximo en los últimos días, los académicos están pidiendo a los 200 millones de musulmanes del país que sigan los protocolos sanitarios y se abstengan de grandes reuniones. Muchas ciudades indias que enfrentan oleadas de virus han impuesto toques de queda nocturnos y no está claro si se permitirá a los fieles realizar oraciones en las mezquitas.

En Pakistán, se espera que el ayuno comience el miércoles. El gobierno del primer ministro Imran Khan se ha negado a cerrar las mezquitas en Pakistán, incluso cuando las nuevas infecciones alcanzan niveles similares a los del inicio de la pandemia. A los líderes de las mezquitas se les confía garantizar que no ingrese nadie mayor de 50 años y que se mantenga el distanciamiento social.

M.A.N.