Los 40 años de la Dircote contra el terrorismo

“Al comienzo fue difícil porque no conocíamos ni al enemigo”, confiesa José Baella, exjefe de la Dircote.

Miembros del GEIN (Foto: Perú21)

En 1987, la revista Caretas publicó una nota que confirmaba lo que era evidente para los peruanos: el terrorismo estaba triunfando en la batalla. El titular afirmaba que, en 1980 se registraron 38 atentados en Lima, y en 1986 fueron 854, hecho por el cual ocasionó que en las calles reinaba el temor.

Para ese entonces, la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía Nacional había sido establecida hace cuatro años, pero no había logrado identificar a los terroristas de Sendero Luminoso (SL) y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) como subversivos.

El artículo periodístico también mencionó que Sendero había matado a 39 personas en Lima solo en el año 86 y otras 10 en marzo del 87. Y eso no era lo más grave.

En 1983, los terroristas liderados por Abimael Guzmán ya habían perpetrado la matanza de 69 personas, entre niños y embarazadas, en Lucanamarca, Ayacucho.

“Al comienzo fue difícil porque no conocíamos ni al enemigo”, confiesa José Baella, exjefe de la Dircote.

Por ejemplo, cuando la Policía arrestó a Osmán Morote el 13 de junio de 1988, no tenía conocimiento de su identidad. La captura se llevó a cabo debido a una información que se recibió que indicaba la ubicación de un terrorista. Y como Morote era el número 2 de SL, no era nadie.

Por otro lado, cabe mencionar que la Dircote tomó la decisión de establecer un grupo de expertos para identificar y desmantelar las organizaciones terroristas en 1990.  El Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), bajo la dirección de Benedicto Jiménez, surgió de esta manera.

“Los detectives fueron armando un rompecabezas y poco a poco se fue conociendo al enemigo. Se buscó una técnica para poder entender cómo pensaban los terroristas y a partir de eso nace la inteligencia operativa”, detalló el general PNP.

Fue así que la Policía empezó por identificar a la cúpula senderista, y luego recién reconoció a Guzmán.

Nunca se condenó a los miembros de la Dircote por violar los derechos humanos. Es el resultado de un esfuerzo cuidadosamente planificado.

Y hasta el momento, la Dircote continúa capturando terroristas, ya sea en Vraem o en Lima.

Son 40 años los que han transcurrido y, si bien el terrorismo se resiste a desaparecer, hay una unidad de inteligencia policial que le ha seguido los pasos sin descanso y lo hará hasta derrotarlo.