Lo que la evolución animal puede enseñarle a la medicina

Un equipo internacional le solicita a la comunidad científica que se comience a trabajar sistemáticamente en un nuevo campo denominado “medicina evolutiva”, que se centrará en el uso del conocimiento sobre la evolución animal para aplicaciones médicas.

07/05/2021 Las jirafas viven en las sabanas del África subsahariana, incluida Namibia. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los clasifica como "vulnerables". POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA INSTITUTO SENCKENBERG

Un equipo internacional de la Dra. Barbara Natterson-Horowitz, cardióloga y bióloga evolutiva de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Estados Unidos, le solicita a la comunidad científica que se comience a trabajar sistemáticamente en un nuevo campo denominado “medicina evolutiva”, que se centrará en el uso del conocimiento sobre la evolución animal para aplicaciones médicas.

Es importante señalar que la evolución permitió que muchas especies del reino animal se adaptaran para superar o resistir una serie de problemas de salud que la ciencia médica intenta resolver en los humanos.

Por ejemplo, la jirafa tiene un gen que protege al corazón de los daños causados por una presión sanguínea lo bastante alta como para afectar el corazón humano. Los elefantes poseen múltiples copias de un gen, común en los mamíferos, que los hace muy resistentes al cáncer. Otro caso son las ratas topo lampiñas que parecen casi inmunes al deterioro físico progresivo que acompaña a la vejez.

En consecuencia, los expertos consideran que estudiar estos rasgos puede ayudar a conocer mejor los orígenes de las enfermedades humanas y a encontrar curas para enfermedades que parecen intratables. En otras palabras, descubrir sus bases fisiológicas y utilizar esos hallazgos como fundamento de nuevos tratamientos clínicos y de una mejor política de salud pública.