La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, ha podido ponerle freno a la producción descontrolada de leyes que caracterizó a períodos anteriores. En sus primeros 100 días aprobaron 11 leyes y solo una de estas fue de corte declarativo (referida a la problemática de las ollas comunes).
Entre las normas aprobadas está la que permitió cremar los restos de Abimael Guzmán, la que regula la cuestión de confianza y el pago de facturas a las mype en 30 días. Alva, a diferencia de sus antecesoras, también hizo respetar el reglamento y la agenda se definió en el Consejo Directivo. No se repartió la agenda en la Junta de Portavoces por cuotas según los intereses dispersos de las bancadas. Se logró aprobar una agenda prioritaria y toca ver si se logra cumplir o se desvirtúa en el camino.
Las dificultades del parlamento en estos primeros 100 días fueron las comisiones extraordinarias que se crearon en el pleno. Se trata de comisiones especiales o investigadoras que solo sirven para seguir incrementando la planilla de asesores y que, según un la Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio, costarían 6 millones de soles al año (solo en personal).
Hasta la fecha, el Ejecutivo presentó 60 propuestas de ley, pero solamente se aprobaron viajes presidenciales y resoluciones legislativas. El Congreso aprobó una ley por insistencia (rechazando las observaciones del Ejecutivo), la segunda más temprana en los últimos 20 años. Asimismo, se aprobó la interpelación más temprana en 20 años, a Iber Maraví, a 68 días de iniciado el gobierno.
Por otro lado, un total de 21 congresistas de Lima y Callao volvieron a generar polémica por cobrar el bono de instalación cuya finalidad es ayudar al traslado a la capital de los legisladores de regiones. Esta vez los congresistas cuestionados solicitaron el bono por iniciativa propia, pues en períodos anteriores el procedimiento era diferente y recibían el abono de manera automática.
