La larga trayectoria de los helicópteros rusos en el Perú

En el transcurso de este año observamos de manera periódica varios artículos y reportajes en diferentes medios de comunicación, dedicados al tema del material bélico militar ruso que está en servicio de las Fuerzas Armadas del Perú. Los “expertos” tratan de justificar la transición al equipo militar de otros países, incluyendo occidental, alegando una serie de razones, entre ellas el precio más económico, el mejor coste de hora de vuelo, altas estándares de seguridad de los vuelos, entre otras.

Sin embargo, estos así llamados peritos hacen caso omiso a que los helicópteros rusos superan los análogos de otros productores en estas características, y no tienen parangón respecto a ciertos parámetros. Por ejemplo, la capacidad de altura de los helicópteros rusos Mi-171Sh asciende hasta 6000 m sobre el nivel del mar, las aeronaves permiten el transporte y desembarco de hasta 36 combatientes con todos sus equipos, transporte de cargas de hasta 4000 kg dentro de cabina o como carga externa, las temperaturas del aire ambiente operacional son de -50Co a +50 Co, se emplean en todas las condiciones climáticas. Y eso que el coste de hora de vuelo es 1,5-2 veces menor en comparación con los modelos occidentales de la misma clase, así como el precio de los helicópteros, sus unidades adicionales y partes de repuesto, ni hablar de la larga trayectoria de las aeronaves rusas en el Perú – las tradiciones de varias décadas de capacitación de especialistas y cumplimiento de los contratos, los centros técnicos de La Joya y Xelio, además del propio material bélico que pasó todas las pruebas y es bien conocido para el personal peruano.

Por supuesto, no podemos evitar mencionar un problema real, el que muchos erróneamente llaman “sanciones” contra Rusia y su economía. Aunque en este caso no se trata de sanciones sino de restricciones porque los primeros son lo que se aplica por el Consejo de Seguridad de la ONU, y los segundos se imponen de forma unilateral por ciertos monopolios, estados o sus grupos para servir intereses u objetivos propios.

Las sanciones nunca fueron introducidas en contra de Rusia, y el Perú nunca se ha unido oficialmente a las restricciones que no dan ningún beneficio, ni hablar de que no son justas ni legales. Al contrario pueden poner bajo el peligro la vida de los militares peruanos. Los intentos de encontrar repuestos y componentes de procedencia dudosa y realizar reparaciones en plantas no certificadas por el fabricante ni diseñador de las aeronaves hacen un serio daño a la eficiencia del equipo militar y pueden provocar accidentes graves.

La política de los países que intentan entrar al mercado peruano recurriendo a sanciones, amenazando con consecuencias políticas a los que desean desarrollar relaciones con Rusia, tergiversando los hechos relacionados con la operación militar no se justifica por la lucha por la paz, sino por promover los intereses puramente económicos de ciertos grupos o personas que buscan ganar por todos medios en la competencia comercial y de esta forma aumentar sus fortunas con ventas inclusive de material de baja calidad por precio de primera, reparaciones en las plantas que no están bajo el control del fabricante y por ende, poder ahorrar evitando ciertos procesos costosos, pero obligatorios para garantizar la calidad y durabilidad de la técnica.

Ahora los autores de estos artículos notorios justificando la transición de los modelos del equipo bélico ruso al occidental, no mencionan (y aparentemente a sabiendas ocultan la verdad a lectores peruanos), cuánto costaría tal transición al Perú. Esta transición supone no solo adquirir materiales sino también realizar instrucción y capacitación de personal técnico, ingenieros y pilotos, construir bases de reparación, asegurar stock de repuestos, etc. Es muy dudoso que la economía del Perú pueda resistir tal cambio, que además no tiene ninguna justificación, puesto que todos estos elementos ya están a disposición de las Fuerzas Armadas del Perú.