La ola inflacionaria que ha afectado recientemente a nuestro país y el mundo ha afectado, principalmente, el consumo de los peruanos que se encuentran en condición de pobreza. Esta información forma parte de los resultados del estudio elaborado por la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes) y el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP).
El estudio indica, además, que el aumento de los precios se observó principalmente en los alimentos. Con ello, diferentes sectores poblacionales que viven en condiciones de pobreza y también aquellos que viven en no pobreza se vieron afectados. Sin embargo, el mayor golpe económico fue sufrido por el primer grupo mencionado.
Señala que un peruano que vive en condición de pobreza se vio frente a una inflación de 9,23%, en promedio; mientras que un peruano que no se encuentra dentro de la población pobre habría sufrido una inflación de 7.91%. Aunque la diferencia promedio entre ambas cifras no sea muy acentuada, en algunos lugares se ha determinado una diferencia de hasta 17 puntos porcentuales. Por ejemplo, en Cusco se alcanzó un 17,46% de distancia entre ambos sectores poblacionales. Dichas diferencias se deben, generalmente, al porcentaje que destinan las familias a la compra de alimentos.
Resultados del estudio realizan especial énfasis en el departamento de Piura al considerarlo como una región cuya situación inflacionaria puede verse afectada notablemente por el impacto del fenómeno de El Niño (FEN). De acuerdo al estudio, la diferencia entre la inflación percibida por la población piurana en pobreza extrema y la que no se encuentra en pobreza es de hasta seis puntos porcentuales.
Conclusiones del estudio resaltan la importancia de entender el impacto diferenciado que la inflación tiene en las familias peruanas. La percepción de la ola inflacionaria se acentúa, sobre todo, y de acuerdo al estudio, en aquellas que viven en situación de pobreza y extrema pobreza. Así, resulta imperante diseñar intervenciones que permitan contrarrestar eventos que puedan afectar a los precios, principalmente el de los alimentos.
