Oskar Meijering, dueño de la compañía Meijerink está trabajando junto a su equipo en la producción del primer combustible que tiene dióxido de carbono (CO2), como parte de sus componentes, para hacer los vuelos más sostenibles.
Este sería realizado gracias a unza tecnología de la empresa Climeworks que capta del aire el CO2, mientras que, a su vez separa el hidrógeno y oxígeno que se encuentran en el agua. Luego pasan a combinar estos tres elementos y se forma un gas sintético, que tiene como fin convertirse en combustible para aviones.
La planta donde se realizarían todos estos procedimientos funcionara con energía solar y para el año 2021 buscaría producir 1.000 litros de combustible diariamente, para abastecer a las aeronaves.
Sin embargo, algunos de los problemas a los que se enfrentan los representantes de esta idea serian el costo, ya que la tecnología que usarían para realizar el procedimiento es más cara que el combustible tradicional, y por otro lado la oposición de los grupos de activistas medioambientales, ya que no creen que sea una idea amigable con la naturaleza.
“Suena increíble. Parece la solución a todos nuestros problemas, pero no lo es. Si lo piensas, esta planta piloto puede producir 1.000 litros al día de energía renovable. Eso es como cinco minutos volando en un Boeing 747” menciona Jorien de Lege, de la organización ambientalista Amigos de la Tierra.
X.V.C.
