El Papa Francisco emitió un mensaje dirigido a los migrantes latinoamericanos en Lajas Blancas, Panamá, quienes recientemente atravesaron la jungla de Darién. En sus palabras, les recordó la importancia de mantener siempre su dignidad humana, enfatizando que no deben considerarse como descartables.
“Quisiera estar ahora acompañándoles personalmente. Yo también soy hijo de migrantes que salieron en búsqueda de un mejor porvenir. Hubo momentos en que ellos se quedaron sin nada, hasta pasar hambre; con las manos vacías, pero el corazón lleno de esperanza”, expresó el mensaje dirigido a esta comunidad donde se reúnen los migrantes en su travesía hacia Norteamérica después de cruzar la selva del Darién, en la frontera con Colombia.
El Santo Padre agradeció a los obispos y miembros de la Iglesia presentes en el lugar por su compromiso con los “hermanos y hermanas migrantes, quienes representan la carne sufriente de Cristo al ser obligados a dejar su tierra, enfrentar riesgos y tribulaciones en un camino difícil, sin encontrar otra alternativa”.
