El miércoles pasado al mediodía se desató un ataque en la ciudad de Manbij, una ciudad del norte de Siria, en el cual se registraron 16 muertos, entre ellos cuatro soldados norteamericanos. Esto fue ocasionado por un terrorista suicida que portaba un chaleco explosivo y entró al restaurante donde se encontraban militares del ejército estadounidense.
El hecho fue ocasionado después de que el presidente Donald Trump declarase que iba retirar sus tropas de Siria y diese por vencido al Estado Islámico, tras esa decisión el jefe del Pentágono renunció a su cargo el día jueves.
El Grupo Estado Islámico se declaró responsable del inusual ataque matutino, afirmando que un soldado se suicidó al detonar un chaleco bomba. Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders declaró que el presidente Donald Trump está plenamente informado y que está siguiendo la situación de Siria.
Imágenes distribuidas por testigos y agencias locales muestran los graves daños que sufrió el restaurante y la cantidad de sangre esparcida por el lugar.
J.M.
