Diez motivos para incorporar caldo de huesos a la alimentación

El caldo de huesos volvió a popularizarse debido a sus múltiples beneficios al consumirla de manera habitual.

El caldo de huesos favorece el fortalecimiento de los huesos y las articulaciones, pues este caldo contiene elevadas cantidades de calcio, magnesio y otros nutrientes. (Foto: Getty Images).

El caldo de huesos volvió a popularizarse debido a sus múltiples beneficios al consumirla de manera habitual. El plato se trata de una sopa, que contiene los huesos y el tejido conectivo de animales. Es un caldo rico en nutrientes que forma la columna vertebral de muchas sopas y salsas, pero también se puede beber solo. Por ello, se mostrarán las diez razones por las que se debería incorporar el caldo de hueso en la dieta habitual.

1- Es rico en vitaminas y minerales. El caldo de huesos contiene proteínas, colágeno, calcio, selenio, ácidos grasos, magnesio, potasio, manganeso, zinc, hierro y vitamina A y K.

2- Ayuda a sanar el intestino y favorece la digestión. El caldo de huesos se utilizó durante siglos como un tónico digestivo, que ayuda a sanar y sellar el revestimiento del tracto digestivo mientras reduce la inflamación en el intestino. Un aminoácido llamado glutamina que se encuentra en el caldo de huesos ayuda a mantener la función de la pared intestinal y previene un intestino permeable.

Además, nuevas investigaciones sugieren que la glutamina, junto con otros aminoácidos que se encuentran en el caldo de huesos, puede beneficiar a las personas con enfermedad del intestino irritable y síndrome del intestino irritable.

3- Combate el dolor y la inflamación articular. El caldo de huesos contiene los aminoácidos antiinflamatorios glicina y arginina. La inflamación crónica puede provocar una gran cantidad de enfermedades, incluidas la artritis y las enfermedades cardiovasculares. Por consiguiente, es crucial llevar una dieta altamente anti inflamatoria.

4- Favorece el fortalecimiento de los huesos y las articulaciones, pues este caldo contiene elevadas cantidades de calcio, magnesio y otros nutrientes que ejercen un papel esencial en la formación de hueso sano.

5- Mejora la función cerebral. Una buena parte de los componentes del caldo de huesos contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso. Para empezar, las grasas saludables que contiene, especialmente si se incluye huesos de caña (o caracú) ricos en médula ósea, son materia prima y combustible de calidad para el cerebro.

De igual forma, se comprobó que la glicina tiene efectos neuroprotectores en casos de ictus o derrame cerebral y que la condroitina interviene en la regeneración y plasticidad del sistema nervioso central, lo que la convierte en esencial para el aprendizaje y la memorización.

6- Es el mejor aliado de la piel. La dermis (la segunda capa de la piel, situada debajo de la epidermis) está compuesta fundamentalmente por colágeno, queratina y glicosaminoglicanos, todos ingredientes del caldo de huesos, sobre todo si se añade en la preparación la piel del animal.

7- Colabora con el sistema inmune en la prevención de enfermedades. Gracias a que mantiene una microbiota sana, permite al intestino delgado cumplir con su función de absorber nutrientes y no permitir el paso de sustancias tóxicas que podrían activar la defensa inmunológica que luego puede atacar a otros órganos por reacciones cruzadas entre toxinas y tejidos propios del cuerpo.

8- Colabora con la pérdida de peso. Debido a su alto contenido de proteínas, el caldo de huesos tiene un poder saciante que controla el apetito y mantiene a raya la necesidad de consumir alimentos ricos en azúcar.

9- Ayuda al buen descanso. Muchas personas ven mejorar la calidad de sueño y su estado de ánimo tras consumir caldo de huesos de manera regular. Esto debido a que la glicina es un neurotransmisor inhibidor que reduce la ansiedad, induce un estado de calma y mejora el sueño. Asimismo, la glicina reduce la somnolencia diurna, mejora la función mental y la memoria.

10- Ayuda a la detoxificación del hígado. La glicina estimula la producción del glutatión, uno de los antioxidantes más potentes que existen. La prolina y la glutamina ayudan al cuerpo a regular la apoptosis o muerte programada de las células, de manera que las células viejas sean recicladas y reemplazadas por otras más jóvenes y eficientes. Por otro lado, la prolina actúa como antioxidante contra los radicales libres.