De los 140 docentes que tiene la UNI, tan solo 26 son mujeres, y una de ellas es, Karin María Paucar Cuba, ingresó a trabajar a la UNI como docente investigadora, llevando ya 25 años en esta casa de estudios donde cada día motiva a cada uno de sus estudiantes para trabajar con único fin: la igualdad de género dentro de las ciencias.
- Inicios en la ciencia
Recuerda que sus inicios se dieron en el colegio cuando una docente de reemplazo llegó a enseñar matemáticas y les comentó que venía de la Facultad de Ingeniería Industrial de la UNI. “Creo que para todas fue un impacto, ver a una docente que no era pedagoga necesariamente, sino que estudiaba una carrera de Ingeniería y ya en tercer año”, expone Paucar.
A partir de aquel momento, Karin comenzó a investigar más sobre la Química y las mujeres que habían destacado en esa área a lo largo de los años. Motivo por el cual decidió postular a la UNI, logrando ingresar a los 17 años.
“Las vacantes para Ingeniería y Química eran pocas, más aún, las vacantes para la carrera de Química como ciencia pura. Desde el momento del examen, me di cuenta de la desigual cantidad de hombres y mujeres que estaban postulando. Y eso fue un poco chocante para mí, ya que los últimos años de secundaria había estudiado en un salón solo de mujeres. El cambio de pasar de un ambiente predominantemente femenino, a otro en el que eran tan solo dos mujeres en medio de todo un salón de hombres, me impactó”, recuerda.
Karin ingresó a la UNI cuando todavía quedaban algunos rezagos del terrorismo. Recuerda que en una ocasión llegaron a su facultad y los alumnos notaron que habían puesto una bandera de Sendero Luminoso en el techo. Sin embargo, Al enterarse, el representante estudiantil tomó la decisión de quitar la bandera para que, posterior a ello, se hiciera notar que su “facultad se respeta”.
“Creo que todos teníamos temores naturales en ese momento, pero eso nos enseñó a querer a nuestra facultad y, sobre todo, a querer cambiar el país y empezar a trabajar en ello”, declara.
La doctora Paucar tomó la decisión de dedicarse a trabajar para poder ahorrar y estudiar por sus propios medios. Cuando ya estaba por terminar su tesis, a través de un proyecto de investigación, le surgió la oportunidad de quedarse en la UNI como docente y aceptó. Dentro del mismo año, se publicó una convocatoria para estudios de maestría en una universidad que no fuera la misma en la que se estudió el pregrado y el único requisito era ser docente. Así fue como logró una maestría en la PUCP. Realizando su maestría en Química con mención en Corrosión.
En un congreso en la PUCP Karin conoció a un grupo de investigación español que veía el mismo tema. Tiempo después, surgió una convocatoria de la Fundación Carolina para estudios de doctorado con el único requisito era ser docente universitario y tener un grupo de investigación fuera del país.
Karin se contactó con el grupo español, reuniendo todos los requisitos logró ganar la beca para el doctorado en Química Avanzada de la Universidad Complutense de Madrid.
Años después, Regresó al Perú, y junto al doctor Arturo Tallero, actual vicerrector de investigación de la UNI, presentaron un proyecto sobre corrosión de películas al programa Pro Innóvate del Ministerio de Producción y ganaron el financiamiento.
Según las estadísticas, el 16% de la población estudiantil de la UNI son mujeres y las cifras se han elevado en la última década en un 5%. Es así como, la doctora y docente Karin busca desea continuar motivando a las mujeres a que se incorporen al grupo de las ciencias. Ganando experiencia de resolver problemas y conocimientos.
“En el caso de las chicas, tratemos de esforzarnos por la igualdad de género, que es lo que más nos debería preocupar alcanzar. Y que siempre perseveren y traten de buscar los caminos para alcanzar sus sueños, porque los sueños sí se hacen realidad”, concluye.
