Descubriendo el mecanismo de acción del fármaco más usado contra la diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica en la que hay una cantidad excesiva de glucosa en la sangre

La diabetes tipo 2 se produce debido a la incapacidad del cuerpo para responder adecuadamente a las acciones de la insulina. (Foto: Andina)

Un estudio realizado en Barcelona revela que la metformina es capaz de interactuar con el hígado y el intestino para reducir los niveles de glucosa circulantes. Cabe señalar que este fármaco es el más recomendado para tratar la diabetes mellitus, más conocida como diabetes tipo 2.

El trabajo destaca cómo un equipo ha descrito recientemente que, en el hígado, la metformina es capaz de aumentar los niveles de microRNA let-7, una molécula de señalización en varias funciones fisiológicas (PNAS, 2022). Esta vía reduce la producción hepática de glucosa, que es el proceso que más contribuye a la subida de la glucosa en los pacientes con diabetes tipo 2.

“Estos resultados abren la posibilidad de activar la expresión del microRNA let-7, que está reducido en los estados diabéticos, como una nueva estrategia para el tratamiento de la diabetes mellitus”, indica Vázquez-Carrera, jefe del Grupo de Investigación de Dianas Farmacológicas en Inflamación y Enfermedades Metabólicas de la UB.

Por otro lado, se han descrito los efectos de la metformina en el intestino. En uno de los estudios más recientes, otro equipo ha demostrado que este fármaco activa la conversión de glucosa en lactato y acetato en el intestino.

“Estos dos metabolitos llegan al hígado a través de la vena porta y desencadenan unos procesos que reducen la producción hepática de glucosa. Por tanto, la metformina establece una comunicación (crosstalk) entre el intestino y el hígado que contribuye a sus efectos antidiabéticos”, apunta el investigador.

La diabetes tipo 2 se produce debido a la incapacidad del cuerpo para responder adecuadamente a las acciones de la insulina o para producir esta hormona. Para luchar contra esta enfermedad, se suele usar la metformina, un fármaco de administración oral que reduce la aportación de glucosa en la sangre (hipoglucemiante) y mejorar su circulación periférica.

“Históricamente, se ha pensado que el principal lugar de acción de la metformina es el hígado, pero los hallazgos más recientes confirman que también tiene efectos notables en el intestino. Por eso la mayoría de estudios más avanzados se centran en los dos órganos en que las acciones de la metformina parecen ser más importantes: el hígado y el intestino”, comenta Vázquez-Carrera.