¿Cómo sobrevivió el ancestro de los humanos al asteroide que mató a los dinosaurios?

El paleontólogo Steve Bursatte, autor del libro “El ascenso y reinado de los mamíferos”, plantea algunas teorías de cómo esta especie logró sobrevivir

Hace 66 millones de años, un asteroide cayó a la Tierra y extinguió a más de la mitad de las especies existentes en la superficie. No obstante, uno de los pocos animales que logró sobrevivir tras la colisión fue el Purgatorius, el primer primate conocido hasta ahora y considerado como antepasado más antiguo del ser humano. El paleontólogo Steve Bursatte, autor del libro “El ascenso y reinado de los mamíferos”, plantea algunas teorías de cómo esta especie logró sobrevivir

En primer lugar, los purgatorius no tenían ninguna amenaza ni competencia a la vista en la superficie, debido a la extinción de la mayoría de los depredadores. Es importante señalar que, en ese tiempo, eran una presa fácil para otros depredadores y solían competir con otros mamíferos por la obtención de alimentos (insectos y frutas).

“Imagina que eres uno de nuestros diminutos ancestros, del tamaño de un ratón, una pequeña cosa mansa que se esconde en las sombras, y soportas este momento de la historia de la Tierra. Sales por el otro lado y, de repente, los dinosaurios desaparecen y el mundo se abre”, cuenta Bursatte a la BBC.

Asimismo, su pequeño tamaño también fue una ventaja, pues los animales más grandes tienen un tiempo de gestación mayor y tardan más en alcanzar una etapa de madurez sexual, pero con los mamíferos pequeños sucede lo contrario. De ese modo, en poco tiempo, los purgatorius habrían conseguido reponer su población tal como era antes de la hecatombe, mientras que otros grandes animales como los tiranousarios rex no habrían tenido la misma suerte.

Por otro lado, estos animales se adaptaron para comer de todo. Las especies que sobrevivieron a la extinción fueron aquellos que no contaban con una dieta especializada o que pudieron adaptar su paladar para consumir los alimentos que quedaron disponibles. En el caso de los purgatorius, se cree que estos pudieron comer las semillas desperdigadas en la tierra.

“Si eras algo así como un T. rex, no tenías suerte. La evolución no te otorgó la capacidad de comer semillas. Pero para las aves con pico y algunos mamíferos que eran comedores de semillas especializados, ¡qué suerte del destino! ¿no crees?”, señala Brussatte.

Por último, los registros fósiles indican que, a diferencia de los mamíferos modernos, aquellos que vivieron en el Paleoceno temprano eran animales fornidos con músculos más gruesos y huesos más fuertes. Estas características anatómicas, que también las compartía purgatorius, le habría permitido excavar y esconderse bajo tierra en los momentos más críticos tras el impacto del asteroide.