El conflicto colombiano inicia formalmente en 1964. Ello se debe a que fue en mayo de 1964, en un contexto de guerra militar del Estado sobre una serie de municipios y en armas frente al abandono institucional y el olvido gubernamental.
La implementación de la paz, a pesar de las dificultades normales de algo de esta dimensión y del escepticismo de parte de un buen sector de la población colombiana, “va marchando en la dirección correcta”, aunque “algunos querían dar el acta de defunción del acuerdo en el primer año”, dijo Santos en una rueda de prensa en la sede de presidencia con motivo del primer aniversario de la firma.
Durante el día, el Gobierno nacional expidió el decreto 1543 que establece opciones para que los excombatientes de la ahora extinta guerrilla de las FARC en proceso de reintegración tengan acceso a tierras, según explicó el consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación de la Paz, Emilio Archila.
A pesar de que ha habido avances y de que el 55 por ciento de los desmovilizados ya se retiró de los llamados “pueblos de paz”, las 26 áreas remotas y rurales en que dejaron las armas y se desmovilizaron, la antigua guerrilla, ahora convertida en Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), reclama de forma frecuente lo que considera un incumplimiento de lo acordado por parte del Gobierno.
Otro elemento difícil dentro del proceso es el de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el punto más polémico del acuerdo, que incluye un mecanismo para juzgar a todos los involucrados en el conflicto y aún sigue en discusión.
A.M.G.A
