Científicos investigan la presencia de bacterias y hongos en el aire de un hospital en Madrid

Investigadores de la UPM son parte del estudio que analizó la presencia de microorganismos en el aire de un hospital en Madrid

Muestreador de aire utilizado en la investigación y placas de cultivo con algunas bacterias aisladas del aire (Foto: AIRTEC-CM).

Los investigadores Andrés Núñez y Ana M. García de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) realizaron un estudio sobre la calidad del aire en el Hospital Clínico San Carlos, con el objetivo de analizar la presencia de bacterias y hongos utilizando técnicas basadas en el análisis del ADN.

Durante varias semanas, se recolectaron muestras de aire tanto en el interior de una habitación del hospital como en zonas exteriores, al comparar las muestras del aire interior y exterior, se demostró que la mayoría de las bacterias y hongos encontrados en la habitación del hospital también estaban presentes en el aire exterior, lo que sugiere que su origen es principalmente ambiental. 

Por otro lado, un estudio realizado por investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII) de la UPM en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid abordó esta cuestión. 

Durante dos campañas de pruebas en verano de 2020 e invierno de 2021, se recolectaron numerosas muestras de aire del interior de una habitación del hospital y de áreas exteriores.

Mediante el análisis del material genético (ADN), se concluye la presencia de bacterias y hongos en estas muestras. Se disminuyó que la mayoría de las bacterias y hongos encontrados en el interior del hospital también estaban presentes en el aire exterior.

La investigadora responsable del grupo BIO-MAT de la UPM, la científica Ana M García declaró que “Los resultados que hemos obtenido sugieren que este ambiente hospitalario no actúa como un punto de emisión de patógenos relevante en la ciudad”.

Asimismo, los investigadores también evaluaron si abrir la ventana de la habitación tenía algún efecto en los microorganismos presentes en el interior. 

Los resultados mostraron que después de dos horas con la ventana abierta no hubo cambios significativos. 

Sin embargo, según estudios anteriores similares, para lograr una ventilación adecuada en términos de hongos y bacterias, abrir las ventanas debería ir acompañado de la apertura de puertas u otros sistemas activos como ventiladores, para generar corrientes de aire que movilicen específicamente este tipo de partículas.

Finalmente, este estudio se titula “The aerobiome in a hospital environment: Characterization, seasonal tendencies and the effect of window opening ventilation”. Y está publicado en ScienceDirect.