Entre las ciudades más afectadas se encuentra su capital, cuyos habitantes dependen del abastecimiento del caudal de los ríos Maipo y Mapocho que, por el momento, han reducido su capacidad de agua.
De acuerdo con el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, Chile es uno de los países latinoamericanos más afectados por la “crisis climática”, debido a la profunda y extensa sequía que atraviesa en sus 13 años.
En esta línea, el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) reiteró que el país nunca había experimentado una condición de escasez hídrica, especialmente, en la zona entre Atacama y La Araucanía, al igual que Santiago, Coquimbo y Bío Bío, por lo que tendrían que tomar medidas severas para enfrentarla.
Actualmente, el país trasandino presenta un déficit de precipitaciones entre 60% y 80%, además del déficit en acumulación de nieve de 85% y la poca capacidad de los embalses de agua dulce que llegan, por lo menos, al 34%. Sin embargo, a pesar de su actual temporada de lluvias, el panorama sigue siendo insuficiente.
En una entrevista con el diario El Mercurio, la meteoróloga Alicia Moya, de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, señaló que pese a que algunas zonas mejoraron sus niveles de agua en comparación con el año 2020, en términos generales, el déficit aún se mantiene en Chile.
Precisamente, la ciudad más poblada del país, Santiago, registra un déficit de agua del 30%, por lo que algunos municipios han empezado a reducir agua en los espacios públicos, reemplazando las áreas verdes por otras plantas que necesiten menos agua de riego.
Por el momento, Chile enfrenta su peor crisis hídrica en donde no solo requiere el apoyo de las autoridades y especialistas, sino también de los ciudadanos para enfrentar la sequía. Por su parte, Moya aseguró que se tendrá que esperar abundante lluvia para bajar el déficit de la zona central.
