Debido a que el impedimento de la reelección no aplica para esta institución, hasta ahora al menos 5 organizaciones políticas tienen rostros conocidos que han apelado a esta alternativa.
Hace dos semanas, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) resolvió que los integrantes del actual Parlamento y los que fueron parte del Congreso disuelto no podrán buscar la reelección en los comicios de 2021. Sin embargo, los partidos han encontrado la forma de sacarle la vuelta a la norma y apuntan a un nuevo refugio: El Parlamento Andino.
Hasta ahora, Alianza para el Progreso (APP) es el partido con más congresistas que aspiran a llegar al Parlamento Andino.
Los actuales legisladores Omar Chehade, César Combina, Tania Rodas, Mario Quispe y Luzmila Pérez aparecen como precandidatos.
Asimismo, las excongresistas Marisol Espinoza y Luz Rebeca Cruz,también figuran en la lista.
Muy cerca está Acción Popular (AP), que tendrá como precandidatos al Parlamento Andino a cuatro congresistas de este periodo: Luis Carlos Simeón, Yessy Fabián Díaz, Leslye Lazo y Mónica Saavedra.
En Somos Perú (SP) la situación no es distinta. En la lista de precandidatos está incluso Guillermo Aliaga, actual vicepresidente del Congreso cuestionado por sus presuntos nexos con los Cuellos Blancos del Puerto.
A él se le suma Luis Raymundo Dioses, vocero de la bancada, y su colega Jorge Pérez.
Además, Unión por el Perú (UPP) lleva como precandidata a la congresista Yessica Apaza, presidenta de la Comisión de Energía y Minas.
En esa misma lista aparece Jorge Castro Bravo, miembro del Congreso disuelto y exintegrante de la bancada del Frente Amplio.
Precisamente, Alberto Quintanilla, quien fue su compañero de bancada, ahora será precandidato al Parlamento Andino mediante Nuevo Perú y la alianza con Juntos por el Perú (JPP).
¿Qué es el Parlamento Andino?
El Parlamento Andino fue creado el 25 de octubre de 1979 y está conformado por 25 integrantes de cinco países: Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia y Chile.
El Perú elige a 5 representantes mediante el voto popular.
El parlamentario andino tiene los mismos beneficios que un congresista, como la controversial inmunidad parlamentaria, que permite evadir -eventualmente- las investigaciones fiscales.
M.M.R.
