Roberto Sánchez y sus gustosos banquetes

Los diferentes gustos culinarios de Roberto Sánchez se refleja en el presupuesto del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.

El ex ministro también usó el dinero para lavar sus camisas. IMAGEN: LADEVI

El dinero de todos los peruanos es lo que el ex ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, usaba para darse lujosos banquetes. Potajes que no solo disfrutaba él, sino también su grupo de trabajo y diversos miembros de su familia. Todos esos gastos salían de la caja chica del ministerio.

En un reportaje presentado por el programa Panorama se reveló que en dos platos de ceviche el ex ministro gastó S/. 200. Por otro lado, el 8 de octubre de 2021, día feriado no laborable para el sector público, registra una boleta de S/327 por pollo a la brasa.

Los registros indican que los gastos en cuestión surgieron como consecuencia de una “sesión de trabajo” en la que supuestamente estuvo presente el entonces ministro Sánchez.

Durante una de estas sesiones laborales, según lo informado por el periódico dominical, la madre del congresista actual habría asistido. En ese encuentro, se solicitó lomo saltado para ella, y entre las preferencias alimenticias de Sánchez también figuran parihuelas y cachemas.

Además de lo anterior, se alega que el dinero público de los ciudadanos peruanos también fue empleado para el lavado de camisas, aunque Roberto Sánchez lo niega categóricamente.

Utilizando expresiones como “en el ejercicio de mis labores jamás he pedido eso”, “aquí no dice nombre, ¿dice nombre?, ¿dónde dice Roberto Sánchez?”, “lo que pasa es que puede tratarse de una reunión de diferentes funcionarios”, “no, imposible, estoy seguro de que, si revisamos, hay muchos detalles” y “hemos sido uno de los despachos más austeros, te lo puedo asegurar”, el exministro justifica las acciones documentadas en los registros oficiales de los gastos de la caja chica del Ministerio de Comercio Exterior.

Cecilia Ruiz, experta en contrataciones, señaló al programa que “no existe una congruencia entre la agenda del funcionario, las visitas y los supuestos gastos de caja chica que han servido para atender estas supuestas reuniones”.