“Aprecien este homenaje a la muerte, para dar continuidad a la vida”, afirmó el embajador de México, Víctor Hugo Morales
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La Embajada de México celebró el Día de los Muertos, una de las tradiciones culturales mexicanas más relevantes, con un Altar que rinde homenaje -este año del Bicentenario independentista- a las heroínas y héroes que lucharon por la libertad de Perú y México.
El evento se realizó en el lugar más propicio: la Quinta de Los Libertadores en Pueblo Libre y contó con la presencia del embajador de México, Víctor Hugo Morales; la viceministra de Turismo, Isabel Álvarez; el alcalde del referido distrito, Stephen Haas y el director del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, Rafael Varón Gabai, entre otros invitados.
“La festividad, la cercanía del pueblo mexicano a la muerte, se convierte en el marco y pretexto para la celebración de la vida. Esa celebración la hemos convertido en una tradición popular, presente en los hogares mexicanos, y que ha adquirido notoriedad mundial. La celebración del Día de Muertos en México fue reconocida en 2003, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco”, sostuvo el embajador mexicano en su alocución.
Contó que los días 1 y 2 de noviembre, los hogares, cementerios, mercados y plazas de México se inundan con el aroma y el color de la Flor del Cempasúchil. La vista se recrea en calles y casas, con el papel picado, como el que adorna este recinto histórico.
Significado del Altar
“En cada hogar, las familias se empeñan en la preparación de la comida que más agradaba a sus difuntos, acompañadas de fruta, bebidas e incienso, a lo que se suman los retratos de sus fieles difuntos, sean familiares o amigos, para integrar el Altar de Día de Muertos”, dijo Morales.
De acuerdo a la tradición mexicana, el Altar simboliza el ofrecimiento de alimento, bebidas y flores a quienes han partido, en la expectativa de su regreso desde el Mundo de los Muertos -el Mictlán, de acuerdo con la concepción precolombina-, para compartir, para convivir, en esos días sagrados.
“El Día de Muertos -afirmó el diplomático- es una tradición que nace en el mestizaje cultural entre la herencia cultural de los pueblos originarios y la religión llegada desde Europa. En el calendario cívico-religioso de los antiguos habitantes de Mesoamérica, este era un periodo de agradecimiento al término de las cosechas y de respeto a los muertos, que coincide con la tradición cristiana de celebración del Día de Todos los Santos”.
Agregó que de ese sincretismo se conformó la celebración, festiva, del Día de Muertos en México. Es una fiesta por la vida en los hogares, en los barrios, en las ciudades y en el país entero.
Homenaje a los independentistas
“Este año -señaló Morales-, la Embajada de México presenta ‘El Altar del Bicentenario’, un homenaje a las mujeres y hombres que protagonizaron la lucha por la independencia de México y el Perú, en el marco de los 200 años de la consumación del movimiento de libertario mexicano y la proclamación de la independencia peruana”.
Prosiguió diciendo que “la ocasión y el escenario adquieren un profundo simbolismo. En la Quinta de los Libertadores, que fuera residencia y despacho de José de San Martín y Simón Bolívar y bajo la custodia del afamado cuadro de Juan Lepiani, levantamos el Altar del Bicentenario: sus flores, panes, artesanías, velas y aromas, son un destello de gratitud a las personas que concibieron a México y al Perú, al Perú y a México, como naciones libres, con identidad propia”.
El embajador Morales rindió homenaje a Don Miguel Hidalgo y Costilla, iniciador de la lucha por la independencia de México; a Josefa Ortiz de Domínguez, participante de la conspiración independentista de Querétaro, a Don José María Morelos y Pavón, el mejor estratega militar del movimiento independentista y a Vicente Guerrero, mulato, uno de los consumadores de la independencia.
“Sus retratos han sido colocados en este altar: distinción a vidas que sembraron la semilla de la independencia de México. Nuestro reconocimiento y homenaje es también para el generalísimo José de San Martín, proclamador de la Independencia del Perú; para Simón Bolívar, que dirigió el camino final hacia la libertad; sin olvidar a Micaela Bastidas, precursora del ideal independentista”, indicó el diplomático.
Finalizó mencionando que con esta muestra de sentimiento popular mexicano, con este Altar del Bicentenario, se suma una vez más a la labor de conmemorar a todas las mujeres y hombres que forjaron nuestra libertad, que con su vida construyeron patria y, con su muerte, nos dieron esperanza.
Agradecimiento
“Este gran esfuerzo de promoción y visibilidad de la cultura y las tradiciones de México ha sido posible por el trabajo arduo y comprometido de todo el personal de la Embajada, a quienes les expreso mi reconocimiento y agradecimiento, así como el apoyo de empresas con un alto compromiso social como son Bimbo, Oxxo, Cemex y Arca Continental, a la Asociación de Damas Mexicanas, al restaurante Como Agua para Chocolate y a la señora Rosalba García, gracias a todos; de igual forma nuestro agradecimiento al excelente artistas peruano Diego Alcalde que con su obra hermana los sentimientos culturales de México y el Perú”, subrayó.
“Si la certeza sobre la muerte da sentido y trascendencia a la vida, entonces qué mejor que vivirla para trascender, recordar para perpetuar”, afirmó el embajador mexicano, que fue el más entusiasta y trabajador en estrechar los lazos de amistad y cooperación entre los dos países.
