Este domingo, el primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales, se recluyó en la zona cocalera de Chimoré, su cuna política en la región central de Cochabamba, para anunciar oficialmente a través de un video la renuncia al cargo de mandatario del país tras perder el apoyo de las fuerzas militares y de la policía.
El jefe del ejército de Bolivia, Williams Kaliman, había pedido su dimisión horas antes y anunció que después de analizar la situación conflictiva que se inició por su reelección como presidente de la República, era mejor que se hiciera a un lado. Y es que miles de ciudadanos llevan casi 4 semanas acusándolo de haber coimado las elecciones presidenciales.
Evo Morales, de 60 años de edad y quien ha sido mandatario desde el 2006 hasta la fecha, ha tenido numerosos escándalos de corrupción que lo involucran a lo largo de su mandato. Y reveló que la policía sublevada intenta detenerlo con una orden de aprehensión ilegal en su contra.
El exmandatario anuncia su renuncia
En el mensaje dado este domingo anunció: “Es mi obligación como presidente indígena y de todos los bolivianos asegurar la paz social”, comenzó su mensaje de dimisión el expresidente boliviano. “Renuncio para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan maltratando a los familiares de nuestros compañeros, no sigan atacando a los ministros y diputados, para que dejen de maltratar a los más humildes”, dijo Morales. “La lucha no termina aquí. Los humildes, los patriotas, vamos a continuar luchando por la igualdad y la paz. Espero que hayan entendido mi mensaje; Mesa y Camacho, no perjudiquen a los pobres, no le hagan daño al pueblo. Queremos que vuelva la paz social. Grupos oligárquicos conspiraron contra la democracia. Fue un golpe de Estado cívico y policial. Duele mucho lo que ha pasado” afirmó.
Tras la renuncia, un grupo de ciudadanos sin identificar devotos a Morales, fueron los principales actores del vandalismo en El Alto y en algunos barrios de La Paz atacando comercios, fábricas. Causaron un enorme incendio en un garaje de buses de la capital. Un grupo de encapuchados también tomó la embajada de Venezuela en Bolivia, según informa la agencia France Presse. Y debido a que la policía ha estado ausente desde el pasado viernes, lo han usado a su favor.
Horas después, el vicepresidente, Álvaro García Linera, también renunció a su cargo y expresó devotamente que el 20 de octubre, que casi la mitad de bolivianos votó por ellos y a partir de ese momento, fuerzas extrañas se encargaron de conspirar, que aquello era un golpe de estado y él también dimitía su cargo.
L.A.R.Q.
