Los embajadores de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Hungría se reunieron de manera inesperada en Budapest, generando preocupaciones tras el encuentro del miércoles pasado entre el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el presidente ruso, Vladímir Putin, en el marco del foro internacional de la Franja y la Ruta en Pekín.
Según informes de Bloomberg, la reunión tuvo lugar este jueves y contó con la presencia de un representante diplomático de Suecia. La membresía de Suecia en la Alianza Atlántica aún no ha sido ratificada por Turquía y Hungría.
Por otra parte, David Pressman, embajador de Estados Unidos en Hungría, informó a Bloomberg que los diplomáticos de la OTAN en el país tienen “preocupaciones de seguridad” debido a la “relación cada vez más profunda” entre Moscú y Budapest. Hungría, además de ser miembro de la Unión Europea, forma parte de la OTAN, lo que acentúa las inquietudes.
El embajador estadounidense expresó la esperanza de que el Gobierno húngaro tome en serio estas “preocupaciones legítimas de seguridad”. Asimismo, calificó el encuentro entre Putin y Orbán como “preocupante”, resaltando la importancia de mantener la unidad en la Alianza Atlántica.
El día del encuentro entre los mandatarios, Pressman compartió en sus redes sociales que Viktor Orbán era el “único” entre sus “aliados” que había decidido apoyar al presidente ruso en esta reunión de alto nivel, lo que generó un debate público sobre la posición de Hungría en asuntos internacionales.
En respuesta a las inquietudes expresadas por el embajador estadounidense, el jefe de gabinete de Orbán, Gergely Gulyás, declaró a medios locales que “el embajador de EE.UU. no es competente para determinar la política exterior húngara, ya que ese es el trabajo del Gobierno húngaro”.
