“El Ministerio de Electricidad y empresas emiratíes han firmado un acuerdo para establecer una planta fotovoltaica con una capacidad de 300 megavatios en las áreas rurales de Damasco [la capital]”, indicó a la agencia española de noticias Efe el director de Estaciones Generadoras en ese departamento gubernamental sirio, Mahmud Ramadan.
El proyecto se acabará en dos años y el coste se pagará a cuotas a lo largo de una década, indicó el responsable sirio.
Esta planta podría suministrar gran parte de la demanda interna de energía eléctrica a Siria luego de que gran parte de la estructura del país árabe fue dañado por el conflicto armado causado por un grupo de terrorista.
El país sufre esta crisis, por las sanciones que fueron impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en su contra, en las que incluye por Washington buscando privarle a la nación siria de “servicios”.
Esto sucede, luego de dos días, cuando Abdulá bin Zayed al Nahyan, canciller emiratí se reúne con el presidente sirio, Bashar al-Asad, primera visita de un cargo alto del país del Golfo Pérsico a Siria desde que comenzó el conflicto en 2011, esta medida no le ha parecido bien a Estados Unidos.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, indicó que la Administración del presidente de EE. UU, Joe Biden, “no expresará ningún apoyo a los esfuerzos para normalizar” las relaciones con Al-Asad.
EAU ha sido el primer país árabe en retomar las relaciones diplomáticas con Siria cuando reabrió, a finales de 2018, su embajada en Damasco y siendo el país que encabeza la lista del intercambio mercantil entre las naciones árabes con Siria.
Existe una carrera entre los países árabes para que se normalicen las alianzas con el Gobierno sirio, luego de diez años de conflicto fratricida mientras que países árabes con ayuda de EE.UU. y sus socios occidentales pretendían derrocar al presidente Al-Asad.
Fuente: Hispana TV
(X.K.B.O)
