El fuego que viene arrasando con más de 500 000 hectáreas de bosques en la Amazonía no solo ocasionará consecuencias ecológicas, sino que además puede traer daños en la salud de los habitantes que se encuentran cerca al lugar, entre ellos las diversas comunidades nativas.
La sensibilidad al humo de los incendios depende de las personas y, aunque una indicación general es evitar respirar, durante un siniestro forestal seguir esta recomendación, es imposible.
Las partículas microscópicas de los incendios forestales pueden causar desde irritación en los ojos y goteo nasal hasta enfermedades al corazón y los pulmones. La muerte prematura también está relacionada con la exposición a los gases producidos en este tipo de situaciones provocadas por el hombre o a raíz de un evento natural.
Por ello, se recomienda reconocer si habitamos en una zona propensa a incendios y tomar las medidas de protección necesarias ante una posible evacuación. Asimismo, debido a que cocinar y freír puede incrementar los niveles de contaminación, se debe consumir alimentos no perecibles. Comprar un filtro de aire para el ambiente puede reducir los niveles de partículas contaminantes, además de evitar los implementos que generen ozono.
En caso de padecer enfermedades cardíacas o pulmonares, es necesario consultar con un médico para saber qué medicamentos consumir.
D.P.R.
