Captan impresionante fotografía de la Estación Espacial Internacional pasando por delante del Sol

Una fotografía muestra la silueta de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) en el momento en que cruza por delante del Sol.

La imagen final puede parecer una única fotografía, en realidad, se trata de una composición de cientos de imágenes sin procesar. (Foto: Andrew McCarthy)

Una fotografía muestra la silueta de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) en el momento en que cruza por delante del Sol. El tamaño del Sol es 109 veces más grande que el de la Tierra. La silueta del laboratorio espacial parece un punto cuando transita a través de la estrella del Sistema Solar, ubicada a 150 millones de kilómetros de distancia.

En la imagen completa, resulta difícil de distinguir a primera vista al laboratorio espacial, de 109 metros de altura, debido a la inmensidad del Sol, cuyo tamaño es 109 veces más grande que el de la Tierra (6.378 kilómetros en el ecuador, su parte más ancha).

“No obstante, uno puede ubicar el contorno del orbitador si haces zoom al retrato y miras debajo de un conjunto de manchas solares ubicadas casi al centro del astro, las cuales tendrían el tamaño de nuestro planeta”, comentó el astrofotógrafo y autor de la imagen Andrew McCarthy en su Twitter.

Las manchas solares son regiones de esta estrella que se perciben oscuras debido a que son más frías que otras zonas de la superficie. Pese a ello, estas áreas poseen altas temperaturas que pueden alcanzar hasta 3.600 grados Celsius (°C).

Un mosaico de cientos de imágenes

Debido a que en un día la ISS orbita 16 veces alrededor de la Tierra, McCarthy tuvo que calcular la fecha, hora y lugar exacto en el que el gigantesco laboratorio, que sobrevuela a 400 kilómetros de la superficie terrestre, pasaría justo por encima del desierto de Arizona, de tal manera que pueda captarlo con sus instrumentos.

Aunque la imagen final puede parecer una única fotografía, en realidad, se trata de una composición de cientos de imágenes sin procesar tomadas en cuestión de milisegundos por tres telescopios distintos: dos que captan luz óptica y otro que capta el ancho de banda hidrógeno-alfa.

Este último instrumento, denominado telescopio h-alfa, permite registrar la cromósfera del Sol. Esta es una fina capa de la atmósfera de la estrella que se observa en tonos rojizos y anaranjados, lo que le brinda al resultado final sus encendidos colores. Según el experto, la composición final tomó unas 12 horas de trabajo.