Trece militares estadounidenses murieron el jueves, y otros 15 resultaron heridos en el aeropuerto de Kabul luego de dos explosiones cerca a la puerta principal del aeródromo, por parte de la organización terrorista ISIS-K, dijo el Pentágono en una conferencia de prensa este jueves por la tarde.

Dos terroristas suicidas perteneciente al Estado Islámico (ISIS), perpetraron dos atentados a las afueras del aeropuerto internacional de Kabul, con la gente congregada para poder entrar al aeródromo, conseguir un vuelo y salir de Afganistán, antes que venza la fecha límite de las evacuaciones: 31 de agosto.

El general estadounidense que supervisa la evacuación prometió que los Estados Unidos “perseguiría” a los perpetradores de los atentados y advirtió que se esperan más ataques de este tipo. “Estamos trabajando muy duro en este momento para determinar la atribución, para determinar quién está asociado con este cobarde ataque y estamos preparados para tomar medidas contra ellos”, indicó Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos.

Poco después de que McKenzie hablara, un grupo Estado Islámico o Daesh (ISIS-K) se atribuyó la responsabilidad de los asesinatos en su agencia de noticias llamada Amaq. McKenzie dijo que los ataques no evitarán que Estados Unidos continúen evacuando, además, aseguró que había gran cantidad de seguridad en el aeropuerto y que se estaban utilizando rutas alternativas para continuar evacuando.

Funcionarios estadounidenses dijeron que 11 infantes de marina y un médico de la Armada se encontraban entre los que murieron, McKenzie dijo que otros 15 miembros del servicio resultaron heridos. Los funcionarios advirtieron que el número de víctimas podría aumentar. Más de 140 afganos resultaron heridos, dijo un funcionario afgano.

Los funcionarios occidentales habían advertido que un ataque de este tipo podría suceder en cualquier momento, instando a la gente a abandonar el aeropuerto, sin embargo, muchos afganos quieren abandonar el país tomado por los talibanes.

Emergency, una organización benéfica italiana que opera en algunos hospitales en Afganistán, dijo que había recibido al menos 60 pacientes heridos en el ataque al aeropuerto, además de 10 que estaban muertos cuando llegaron. “Los cirujanos trabajarán hasta altas horas de la noche”, dijo Marco Puntin, gerente de la organización benéfica en Afganistán, “los heridos desbordaron la zona de triaje hacia el área de fisioterapia”, añadió.

El funcionario afgano que confirmó el número total de víctimas civiles habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios, pero se informó de al menos 60 civiles muertos.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo que una explosión ocurrió cerca de la entrada de un aeropuerto y otra cerca de un hotel. McKenzie dijo claramente que una falla en el aeropuerto permitió que un atacante suicida se acercara a la puerta.

Los extremistas suníes del ISIS-K, con vínculos con la filial más conocida del grupo en Siria e Irak, han llevado a cabo una serie de ataques brutales, principalmente dirigidos a la minoría musulmana chií de Afganistán, incluyendo un asalto en 2020 en un hospital de maternidad en Kabul en el que mataron a mujeres y bebés.

Los talibanes han luchado contra los militantes del Estado Islámico ISIS-K en Afganistán, donde los talibanes han recuperado el control casi 20 años después de haber sido expulsados en una invasión liderada por Estados Unidos. Los estadounidenses entraron tras los atentados del 11 de septiembre, que Al Qaeda orquestó mientras el régimen talibán refugiaba al grupo.

Los talibanes han dicho que permitirán que los afganos salgan en vuelos comerciales después de la fecha límite de la próxima semana, pero sigue sin estar claro qué aerolíneas volverían a un aeropuerto controlado por los talibanes. El portavoz de la presidencia turca, Ibrahim Kalin, dijo que se estaban llevando a cabo conversaciones entre su país y los talibanes para permitir que expertos civiles turcos ayuden a gestionar las instalaciones.

M.A.N.