Ansiolíticos y antidepresivos: cuáles son los riesgos de suspender el tratamiento sin control médico

Los efectos secundarios a veces no son tenidos en cuenta, o inclusive no son informados al paciente

Los expertos explican que los pacientes deben ser controlados y evaluados periódicamente. (Foto: Europa Press)

El advenimiento de drogas psicoactivas, conocidas como psicofármacos, ha mejorado la posibilidad de tratamiento en una amplia gama de enfermedades psiquiátricas. Sin embargo, el camino no está desprovisto de una serie de peligros. El especialista es quien, con extremo cuidado e información, debe acompañar y aconsejar al paciente sobre el retiro de la medicación.

Es habitual que algunos profesionales supongan que la medicación que se agrupa bajo la denominación genérica “antidepresivo” o “ansiolítico” sea aplicable a cualquier persona con cierta patología psiquiátrica.

Asimismo, es importante señalar que existen subtipos de estas condiciones que hacen que las indicaciones en algunos casos sean diametralmente opuestas. Por otro lado, están los efectos secundarios que genera el consumo de estos fármacos y que a veces no son tenidos en cuenta, o inclusive no son informados, al paciente.

Los expertos explican que los pacientes deben ser controlados y evaluados periódicamente y se debe tener en cuenta que el tiempo de efectividad es mucho menor al que de forma habitual uno observa en la población medicada.

Los efectos secundarios del retiro más frecuentes pueden ser:

– Mareos

– Síntomas similares a un estado gripal o vertiginoso, mareos.

– Insomnio

– Cansancio

– Estado confusional

– Alteraciones sensoperceptivas o hiperalgesia (mayor sensibilidad a estímulos sensoriales y/o al dolor)

– Malestares digestivos diversos