Científicos del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) comenzaron a trabajar a nivel genético en especies de algarrobo de la región Piura, con el objetivo de identificar técnicas agrícolas que permitan su conservación y aprovechamiento sustentable en el futuro.
De igual manera, este estudio se realizó en el marco del proyecto de Agricultura de Precisión (AGPRES) con el fin de estudiar el ADN del algarrobo y así determinar la genómica poblacional y parámetros de diversidad genética gracias a los marcadores moleculares distribuidos en el genoma de esta especie forestal.
Así el INIA junto a la Universidad Nacional de Frontera de Sullana, utilizará técnicas de secuenciamiento del genoma y sistemas informáticos de alto rendimiento para descifrar la estructura molecular, así como métodos filogenéticos.
La organización científica asegura que la información recabada les permitirá conocer el potencial genético de esta especie y, en consecuencia, desarrollar técnicas para su conservación, producción de plantones élite de alta calidad, reforestación, industrialización y ampliación del banco de germoplasma.
Asimismo, el algarrobo es una leguminosa forestal típica de los bosques secos. De sus frutos se extrae la algarrobina, que se utiliza como fuente de energía derivada de sus azúcares naturales, así como de proteínas, vitaminas y minerales superiores a la miel. Se utiliza en la fabricación de dulces y cócteles.
Cabe recalcar que el algarrobo es una especie de planta característica de los bosques secos del norte del Perú. Se trata de un árbol muy versátil en comparación con otras especies forestales, que, gracias a la durabilidad de su madera y la alta calidad nutricional de sus frutos, es un auténtico superalimento.
Es más a diferencia de otros árboles del bosque, el algarrobo tiene muchos usos, su madera es ideal para la construcción de viviendas, y sus ramas y hojas se utilizan como forraje de alta calidad; además de ser un abono orgánico, también es fuente de alimento y empleo para 400,000 familias rurales del Norte.
Por eso, la algarroba es ideal para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la respuesta del organismo ante infecciones como el COVID-19. Es rico en vitaminas de complejo B (B1,B2,B3,B6y B9), C y E, como también de minerales como hierro, calcio, magnesio, zinc, selenio, yodo y potasio; además de fibras, glucosa, ácidos grasos, sacarosa y fructosa, que aportan bastante energía.
Finalmente, INIA confirma que está en proceso de establecer el primer banco de germoplasma de algarroba en la región Lambayeque. Para ello se realizaron una serie de trabajos de recolección de accesiones, técnicas de evaluación de la calidad de la madera sin dañarlas, así como secuenciación genética.
