El emir de Kuwait, Sabah al-Ahmad al-Jaber al-Sabah, quien como gobernante trató de posicionar a su pequeño país, como un mediador entre divisiones políticas y conflictos en la región del Golfo Pérsico, ha muerto a los 91 años. La televisión estatal de Kuwait informó de su fallecimiento, pero no proporcionó información detallada al respecto. Según los últimos reportes habría estado recibiendo tratamiento en los Estados Unidos durante los últimos meses.
“Con gran tristeza y pena, anunciamos al pueblo de Kuwait, a las naciones árabes y musulmanas, y a todos los pueblos amigos del mundo, la muerte del emir del Estado de Kuwait, que se trasladó al lado de Dios”, anunció El ministro de asuntos de la Corte Real, Ali Jarrah al Sabah.
Sabah era parte de una dinastía que gobernaba durante más de 250 años en su país. Nacido en la ciudad de Kuwait el 16 de junio de 1929. En la tradición de la época, Sabah fue educado en escuelas locales y luego por tutores privados.
Fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores en 1963, dos años después de la independencia de Kuwait, luego de ocupar varios otros cargos gubernamentales. Permanecería en ese puesto durante cuatro décadas, lo que lo convertiría en uno de los ministros de Relaciones Exteriores con más años de servicio en el mundo. A lo largo de los años, asumió responsabilidades adicionales, incluidas las de primer ministro y ministro del interior en funciones.
Sabah organizó conversaciones destinadas a poner fin a una guerra civil en Yemen, que se intensificó en 2015 y se había convertido en uno de los peores desastres humanitarios del mundo. Igualmente intentó mediar en disputas entre Qatar y varios estados árabes, encabezados por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, que comenzaron en 2017. Pero ambos esfuerzos no tuvieron éxito.
La esposa de Sabah, Fatuwah bint Salman, murió en 1990. Vivió durante años en un palacio conocido como Dar Salwa, llamado así por su hija Salwa, que murió de cáncer en 2002. También tuvo dos hijos, Nasser y Hamad.Aunque no se tiene constancia de que haya un sucesor designado, la figura que teóricamente le tiene que suceder es su medio hermano, el príncipe Sheikh Nawaf al-Ahmad al-Sabah.
M.A.N.
